Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]

Mentiras, mentiras.

- Buenos días. -Saludó con entusiasmo a la mujer de cabello castaño con uniforme blanco.

La mujer levantó la vista y Bonnie notó la expresión de asombro en los ojos de la misma cuando observó el cabello de azul de ella. Era de esperarse, en realidad, pues desentonaba con el resto de las personas que se encontraban allí; sin embargo la mujer se repuso enseguida y le dedicó una de sus mejores sonrisas profesionales.

- Buenos días. Mi nombre es Margaret ¿En que puedo ayudarla el día de hoy, señorita...?
- Bonnie, y nada de señorita, por favor. -Le sonrió con el típico cariño que emanaba de ella hacia los extraños y asintió con la cabeza- Sí, tengo una cita con Harry Styles.

Margaret estuvo a punto de soltar una carcajada, pero se contuvo y tecleó rápidamente un par de palabras en el sistema tan rápido que Bonnie no pudo saber que hacía. Hubo un repentino silencio y Margaret frunció el ceño.

- Un segundo, por favor.

Se alejó del teclado y desapareció por una doble puerta hacia un lado de la recepción que Bonnie no pudo ver. Empezó a sentirse nerviosa; había algo mal. De seguro eso era todo. Quizás a Harry se le había olvidado anunciar que tendría una visita de ella; o quizás no la dejarían pasar por el cabello azul y su plan se iría al diablo. Estaba tratando de controlar el mini ataque nervioso cuando Margaret regresó con una sonrisa en el rostro y tres pases en las manos.

- Disculpe la tardanza, señorita. Su nombre no salía registrado y tuve que llamar al piso. -Le extendió los pases y sonrió nuevamente- Aquí tiene, el señor Harry la está esperando en el piso cuarenta y cinco. Que disfrute su recorrido.

Bonnie le agradeció a Margaret por los pases y siguió de largo hasta donde había dejado a sus padres, los cuales ya se habían impacientado por la espera. Les entregó un pase a cada uno y se colocó ella misma el suyo. Se dirigieron a uno de los ascensores que estaban libres y pidieron que los llevaran al piso cuarenta y cinco. Sus padres hablaban de algo que Bonnie no quiso escuchar; estaba demasiado concentrada en la vista que ofrecía el elevador. Sonó una pequeña melodía, indicándoles que habían alcanzado el piso deseado y los tres abandonaron el ascensor.
Sí la recepción era impresionante, ese piso lo era aún más. El pasillo principal era gigante, casi absurdo y se dirigía hacia dos pasillos laterales diferentes. En el medio se encontraba una versión más pequeña de la recepción principal, pero no por eso menos elegante, y dos mujeres similares a las primeras tecleaban y hablaban por teléfono con gran habilidad.  Bien, aquella era la parte decisiva del plan. Bonnie se aferró a su pequeño maletín y caminó con aplomo hasta la recepción. Una de las mujeres dejó el teléfono y le dedicó una sonrisa amable.

- ¿En que la puedo ayudar? -Preguntó, pestañeando con demasiada exageración.
- Hum, sí. Soy Bonnie Lockhart y tengo una cita prevista con Harry Styles. -Explicó, manteniendo la calma lo más que podía.
- Sí, claro. Ya me avisaron que vendría. -Bonnie suspiró de alivio internamente y la secretaria le entregó un pase diferente- Tome. La oficina de el señor Harry se encuentra al final del pasillo derecho, la está esperando a usted y a sus...
- Padres. -Explicó ella, colocándose el nuevo pase y quitándose el anterior- Muchas gracias.
- Para servirle. -Y volvió a retomar el teléfono.

Se sentía muchísimo mejor con el pase de "Interna" falso que Harry había pedido especialmente para ella. Hasta los momentos el plan iba funcionando bastante bien. Las secretarias le habían creído y ambos cumplían con sus partes del plan. Ahora solo quedaba una y estaría tranquila por el resto del día. Bonnie les indicó a sus padres que la siguieran y se detuvo al final del pasillo antes de tocar dos veces con los nudillos. Pasaron unos segundos y Harry apareció, luciendo más varonil y guapo que nunca.
Sí, vale, Harry siempre cargaba un traje caro encima, pero había algo entre sus rulos perfectamente peinados hacia atrás, la corbata de su traje y la expresión en su rostro que le otorgaban lo que Bonnie denominaba "Carácter de líder".