Mentiras, mentiras.

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El sol estaba en lo más alto del cielo, el césped olía a vida y las nubes de lluvia se habían disipado a lo largo de la mañana. Era un día de esos que solo ves en las revistas al lado de un anuncio de protección solar. Claro que no era nada comparado con los días soleados de California, pero era algo. Bonnie se calzó los zapatos sin muchos ánimos, pues lo último que quería hacer era encerrarse en un edificio gigante por el resto del día. Su pequeña alma crujía por dentro cada vez que pensaba en las oportunidades que se perdería. "Ésto te pasa por mentirosa" se dijo a si misma antes de colocarse alborotarse un poco el cabello. Iba vestida justo como Harry le había indicado: Falda negra recta, camisa blanca femenina y una pequeña chaqueta con toques dorados que le daba el estilo "Empresarial" como él mismo había dicho. Y tenía que darle creditos, pues se veía bastante profesional, si le quitaba el cabello azul, por su puesto. 

- ¡Bonnie!

La voz de su mamá la sacó del remolino de su mente y se encontró de regreso en la repentina realidad. Asintió con la cabeza, dándose fuerzas a si misma, tomó el maletín que Harry le había prestado, escondió su cámara adentro y salió de la habitación. Sus padres ya la esperaban en el vestíbulo. Ambos iban vestido de manera similar a la noche anterior; de traje con corte serio y recto, pero la sonrisa en sus rostros daban a entender que estaban bastante felices. Bonnie bajó con cuidado los escalones y le sonrió con cariño al llegar donde estaban ellos.

- Mírate, estás preciosa. -Su madre la besó en la mejilla y miró el reloj- Pero vamos dos minutos tarde.
- No la apures, Miriam. El instituto no se irá a ninguna parte.

Bonnie murmuró un pequeño "Gracias" hacia su padre y asintió con la cabeza antes de señalar con una mano la puerta principal.

- ¡Vamos pequeños marineros! -Cogió a cada uno por un brazo y caminó así hasta la entrada, donde ya el Charles se encontraba esperándolos con el auto preparado. El chófer les abrió la puerta trasera y Bonnie esperó a que sus padres subieran para poder decirle unas rápidas indicaciones a Charles.

- Un momento, mamá. -Le dio un golpecito a la puerta y se giró, haciéndole una seña con la cabeza al chófer para que se acercara- Escúchame. ¡Actúa normal! -Le sonrió al calvo Charles y dio un rápido vistazo hacia el auto- Sé que te dijeron que iríamos al Instituto de Derecho, pero en realidad nos llevarás a Styles Inc. ¿Sí? -Charles hizo una rápida seña de haber captado y Bonnie sonrió- ¡Bien, Gracias!

El viaje hacia el edificio empresarial de Styles Inc. se le hizo eterno. Parecía que el auto andaba y las calles se negaban a moverse o cambiar. Bonnie hubiese jurado que no se habían movido un ápice si no fuera por que el GPS del auto indicaba el nombre de las calles. Mientras sus padres disfrutaban del ya familiar paisaje para ellos, ella no hacía más que retorcerse inquieta en su asiento. Repasaba el plan que ella y Harry (Él en mayor parte) habían trazado la noche anterior. Lo habían discutido y en el momento a Bonnie le pareció el plan más sencillo del mundo, pero ahora empezaba a dudar de cada paso, incluso de ella misma.
El auto se detuvo en la parte trasera de Styles Inc. y Charles anunció que habían llegado al tal Instituto que sus padres ansiaban tanto conocer. Bonnie asintió y se bajó del auto, intentándose concentrar en siquiera sobrevivir con gracia lo que estaba por venir. El edificio donde se ubicaba el corazón de la empresa era bastante imponente, regio, pulcro e intimidante. Tenía aproximadamente cuarenta y cinco pisos, sin contar el último, pues éste se utilizaba para conferencias mayores o internacionales. El edificio tenía ventanales de piso techo al final o principio, dependiendo de como se viera, en cada pasillo. La decoración era típica de cualquier empresa liderada por hombre. Al entrar, el loby era extenso con una gran recepción de mármol blanco donde se encontraban dos mujeres registrando a cada persona que entraba o salía del edificio, y, justo detrás de ellas, se ubicaban los dos ascensores de vidrio transparente. Bonnie se acercó, manteniendo la calma. Había pensando en tomarse eso como si fuera una clase de teatro: Ella era un estudiantes afortunada con pasantia de derecho en aquella empresa, era nueva, extranjera y por ser única -Vale, había exagerado en esa parte- tenía una cita con nada más y nada menos que el hijo y heredero de la empresa.

Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora