Sailor Moon: Always with you.

Capítulo 6: Las burbujas

Se que dije que este capítulo estaría pronto, pero tenía que presentar mis finales para la escuela y no tuve tiempo U_U

Pero, en fin, aquí está es capítulo 6, espero que sea de su agrado ya que le he puesto mucho esfuerzo (sean felices porque es capítulo largo c:)

Sin más, disfrútenlo.

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En interior de un castillo el subterráneo, en lo profundo de las entrañas de la dimensión onírica, se encontraba una mujer cubierta por un velo negro, llevando una vieja y desgastada calavera entre sus manos.

Ella estaba sentada en un trono de roca grisácea, ubicado en el interior de un inmenso salón donde la luz del exterior ni siquiera podía entrar, así que la única fuente de iluminación eran viejas velas colocadas en candelabros antiguos y marcados por fuego, el salón tenía elevados techos, paredes de roca llenas de viejas banderolas de color rosado, corroídas por el tiempo, las cuales colgaban de cadenas, en ellas se veían dibujadas rosas de color carmesí, con una extraña inscripción en perfecta letra cursiva que había sido desgarrada parcialmente, por lo que no podía ser leído de manera congruente, el olor a cenizas era bastante fuerte y desagradable. La misteriosa dama parecía estar teniendo una charla con el objeto que cargaba cuidadosamente.

—Las fuerzas malignas están invadiendo rápidamente los corazones de los habitantes de Nueva Ilusión... A este paso me apoderaré de esa niña y el cristal de la luna rosa estará en mis manos.

—Muy bien hecho. No te olvides del trato que formamos, yo te ayudaré a acabar con la reina Dama Serenity a cambio de que tú me entregues el cristal de la luna rosa, uno de los tres cristales lunares —Respondió una profunda y maligna voz femenina dentro de aquél cráneo, que desprendía una luz marrón cuando hablaba.

—Sí, ten por seguro de que no fallaré en esto y conseguiré lo que satisface las exigencias de ambas... Pero, eso te lo dejo bien claro, quiero a esa mujer borrada de la existencia junto con esa maldita niña que nunca debió de haber nacido, y que me asegures que tendré a mi Rey rendido ante mis pies, completamente a mi disposición para poder lograr mi venganza.

—Claro que sí, hermosa Reina Oscura, si haces bien tu deber, yo te colmaré con la dicha que alguien tan majestuosa como tú se merece, no como estas catacumbas que son un espanto... Pero, debes tener en cuenta que las de la luna llena tienen a muchos que las protejan... En estos momentos es posible que la mujer que buscas ya haya escapado de su palacio, podría ser cualquier persona disfrazada de un civil ¿No lo crees?

—Puede ser, esa tal Dama Serenity siempre ha sido una mujer que se vale de trucos bajos y despreciables para salirse con la suya, tal y como lo hizo para quedarse con mi bello Rey... No me sorprendería que sus guardianas la hayan ocultado entre la gente del reino... ¿Pero, cómo es que esos inútiles van encontrarla, si ni siquiera han podido dar un ataque directo al Palacio de Nueva Ilusión? Ni siquiera saben cómo luce la mujer de cabello rosado, como para distinguirla entre un montón de plebeyos.

—Eso es bastante fácil, solamente asegúrate de que tu ejercito reúna a toda mujer de cabellera rosada que se encuentre a lo largo y ancho de la dimensión onírica y en la ciudad de Tokio de Cristal... La Reina quizá pueda hacerse pasar por alguien más, pero no puede ocultar ese característico detalle suyo...

La calavera se apagó poco a poco, por lo que la muchacha de negro pudo escuchar a alguien llamar a la puerta, entonces ella, con su tono frívolo, le pidió al visitante que entrara. Se trataba pues, del general Leblanc, el cual portaba una charola de plata en la que cargaba un trozo fresco de pastel, cubiertos y una elegante taza de té con unos cuantos terrones de azúcar, por la expresión de su rostro, estaba bastante agitado por darle la mala nueva a su señora.