Capítulo 5: Siempre fieles

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¡Buenas tardes a todos! Me había retado a mi misma a encargarme del proceso de este capítulo en un sólo día, pero ocurrió algo muy absurdo y ya no pude completarlo. Afortunadamente hoy en la madrugada lo terminé de escribir y recién le di los retoques finales en la PC.

Yo sé que ustedes vieron este capítulo después de muchos otros en la versión anterior, pero esta es una de las muchas sorpresas que les tengo preparadas para esta edición.

En fin, agradecería que compartieran conmigo sus opiniones. Sin más, disfruten del quinto capítulo.

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— ¡Vamos, mamá, contesta! —Exclamaba repetidas veces la pequeña de cabellos lavanda, a la vez que esperaba con insistente impaciencia a que su madre le recibiera la llamada. Pero eso no pasó.

Yumeko había estado toda la tarde en la sala mirando televisión aprovechando que sus dos guardianas estaban ausentes al igual que el joven hermano de la mayor de ellas.

Diana y Luna estaban echadas a sus pies, pero a ella poco le importaba que la escucharan, no era como si fuese a hablar de cosas ultra confidenciales con la reina Dama Serenity, y, de hecho, de despertar la atención de ambas felinas, sólo conseguirían conocer el rostro de la madre de Yumeko, pues estaba completamente segura de que su padre aún estaba ausente.

Al tercer intento se dio por vencida y se dedicó a comer las golosinas que tenía sobre el regazo, las cuales mamá Ikuko le había proporcionado cariñosamente.

—Los niños siempre necesitan cosas dulces en su vida —Yumeko repetía la frase que la mujer le había dicho cuando le preparó toda una bandeja de galletas con forma de estrellas y una copa con helado de vainilla.

Las horas pasaban rápidamente y las cosas no parecían ir mejor para la pequeña, quien estaba bastante aburrida. Se moría de ganas por contactar con su madre, pues quería contarle como había estado su día en la escuela y todo lo que había hecho, pero al parecer la Reina no iba a responder ninguna de sus llamadas.

—Creo que no tengo otra opción más que utilizar el comunicador que tomé de la base antes de irme... —Se dijo a si misma dirigiéndose a la habitación de Rini junto con Luna-P, asegurándose de no ser seguida por nadie.

Llegó a la habitación finalmente y observó que la versión pasada de su madre había colocado cuidadosamente un lienzo en blanco sobre su mesa de trabajo, junto con una caja de pinturas nuevas y un estuche lleno de finos pinceles y brochas.

— ¡Va a hacer un cuadro! ¿Que irá a pintar? —Se preguntó, para observar una lista escrita por la joven en una hoja de papel que estaba sobre el lienzo, algo arrugada— "Azul cielo, anaranjado como el ocaso y blanco como la nieve, dorado brillante, como el sol por las tardes y finalmente un poco de púrpura, verde y rojo intenso" Oh, es la lista de pinturas que compró. Espero que cuando termine su cuadro me lo muestre.

La niña extrajo el comunicador de la mochila que le habían comprado para la escuela. Éste tenía una forma peculiar, se trataba de dos pirámides cuadrangulares unidas por las bases, las cuales podía rotar hacia la derecha y formaban una especie de diamante. Estaba iluminando de azul, purpura, rosa y magenta, los colores de Nueva Ilusión y sus principales ciudades aliadas.

Yumeko giró cuidadosamente el objeto como si se tratara de un puzzle, esperando que no fuese a hacer ningún sonido espantoso. La niña colocó las caras de color azul juntas y el comunicador se tiñó por completo de ese color.

Como era un comunicador especial de la base del palacio real, no le solicitó una contraseña, motivo por el cual pudo ver la base de operaciones de las Sailor Asteroids, pero al parecer, ninguna estaba presente, el lugar estaba muy solitario, aparentemente.

Sailor Moon: Always with you.Where stories live. Discover now