Benditas tentaciones

31- Deseos

¡Alerta! Capitulo con contenido adulto. Es tu decisión al leer ͡° ͜ʖ ͡°

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Sus besos se encargaron de arroparme el alma por completo. Lo extrañaba, solo a él.

Sus labios se entremezclan lentamente con los mios, la respiración se hace lenta.
Buscamos respirar y él se detiene tocando mis mejillas.

—¡Mírame Lina!  —abro los ojos y me doy cuenta que nuevamente se ha aflojado la tubería y el agua nos recorre—. Te extrañé tanto mi princesa, solo a ti Lina.

Cierro los ojos y me doy cuenta que algo salado toca mi boca y no es el agua, es mis lágrimas que salen. Lloro sin haberlo planeado, lloro de dolor y de angustia. Lloro por él.

—¿Por qué Liam? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué  simplemente no seguiste luchando? ¿Por qué lo hiciste? —le reclamo separándome de él.

—Lina, yo..., ¡demonios! Perdóname Lina, no quise irme. No tenía opciones. En ese momento me odiabas.

—No Liam, no entiendes. Yo te amaba a ti y lo arruinaste todo. Me ilusionaste y me abandonaste, y pensé que no volverías más, por eso seguí mi vida sin ti.

—¿Lo hiciste? ¿Lograste olvidarme? ¿Lo amas a él? ¡Dímelo ya! —me reclama y me hace pensar en Jake. ¡Oh cielos, Jake! No se merece esto, no se lo merece.

—Yo... —no sabía que decir.

—Lina, dime algo ahora, mírame y responde —exige y se acerca tomando mi mentón, aún así las lagrimas no se detienen—. ¿Te acostaste con él?

Aquella pregunta me deja sin palabras, ¿cómo me pregunta eso? ¿Con qué derecho?

—¿Y tú te has acostado con ella? —respondo con una pregunta.

—Rayos, no me respondas con una pregunta y dime ahora —me exige, pero yo también necesito respuestas.

—¡Responde Liam! ¡Dímelo ahora!

—Si.

Aquello bastó para que mi corazón se rompiera en pedazos. Que irónico, ellos si tuvieron sexo sin pudor alguno, y yo ni siquiera llegué a eso con Jake. Igual le mentiré, para que se haga la idea de que tampoco lo recordé.

—Yo también —dije en susurro.

—¿Qué dices? —su respiración se acelera y veo la ira recorrerme.

—¡Que lo hice! ¡Me acosté con Jake, fui suya! —respondo y me voy de su lado.

—Espera, no, no es cierto.

Llego al cuarto y me detiene por el brazo.

—¡Déjame en paz! —lo miro fijamente y sus ojos se tornan rojizos de dolor.

—¿Cómo pudiste hacerlo? Se supones que me amabas y que yo...

En este momento él debe recrearse imágenes de Jake y yo en la intimidad y me duele saber que le dije esto, cuando es una simple mentira.

—Lo siento Liam, asi como lo hiciste sin resentimiento, yo también debía hacerlo. Tengo mis necesidades, ¿no?

—No, no hables así. No eres así, ¿en que te convertí? —una lágrima se le escapa y me mantengo firme dispuesta a no llorar.

—En tu propia sombra.

El silencio nos recorre. Estoy destrozada.

—Entiendo, yo... yo debo irme.