XXVI

424 27 12
                                    




Shun

Estoy en mi habitación, estoy sentado en mí cama con una mano apoyando mí rostro y es porque estoy tan absorto en mis pensamientos.

Han pasado dos días desde que Hyoga y yo hemos hecho el amor. Me hizo sentir tan bien, tuve demasiada vergüenza en cierto modo, pero se esfumó cuando repartió besos en todo mi ser.

No puedo evitar sonrojarme al recordar, aun me siento tan extraño, no puedo creerlo.

Cada vez siento que mi relación va mucho más seria. Sigo sin entender como todo esto ocurrió, he sido bendecido por los dioses, el ser correspondido me llena demasiado de felicidad, soy el chico más afortunado del mundo, no, del sistema, tampoco, de todo el universo.

Me ha elegido a mí, están genial, jamás pensé en que lo lograría.

— ¿Puedo pasar?.

Escucho una voz masculina, no ha tocado, solo hablado.

— Si. — Contesto sonoramente apretando mis labios. La puerta se abre dejándome ver un rostro vendado y unas muletas.

Jabu.

Esta es la segunda vez en el año en que viene a mi habitación, que por cierto trato de olvidar lo que paso en aquel bar que de repente desperté con marcas en todo mi cuerpo.

—¿Estas ocupado?— Noto sus ojos llenos de esperanza y yo contesto un no, — Creí que podrías ayudarme con algo, necesito consejos.

—¿Qué tipo de consejos? — Él cierra la puerta y camina hacia mí, sentándose con cuidado a un lado, hundiendo un poco la cama.

— De amor, nadie sabe esto, pero me di cuenta que la señorita Saori jamás se me va a declarar. Es que sé que tiene vergüenza.

Qué...

Negué.

— Entonces decláratele tú. — Le sonrió, aunque no creo o quizás no sé, la señorita Saori no me ha dicho nada, no suele contar lo que le ocurre, por cierto hace tiempo que no la veo.

¿Cómo estará?

— No me le declararé, si no le hace rápido, tendré que rechazarla. — Se levantó, parecía enfadado.

Le observo con determinación.

— Oye pero que no andas con Melissa. — Recrimino pesadamente.

— Lo siento, lo olvidar, no me hagas mucho casi Ikki, digo Shun, me está esperando en el parque, adiós. — Comenzó a caminar despacio, dejándome con una cara de confusión y antes de que llegara a la puerta esta se abre, dejándome ver a Hyoga.

— ¿Qué hacías aquí? — Cuestiona con una cara de pocos amigos, entonces le agarró del cuello de la camisa y lo levanta un poco.

— ¡Hyoga! Estaba aquí porque quería consejos. — Explico alternadamente, mis ojos están abiertos a la par, Jabu asiente consecutivamente.

— Ah, bien. — Lo baja y este sale disparado.

La actitud de Hyoga es extraña, a todos les hace lo mismo.

Ambos hacemos conexión y yo le sonrió y no evito sonrojarme.

Porque recuerdo aquel momento. Y el parece acertar en lo que pienso.

Se acerca lento a mí con una sonrisa pícara en su rostro.

Se sube a la cama y gatea hasta a mi haciendo que yo retroceda y tope con el respaldo.

MI SHUN  |BlUE DREAM|         HyogaxShun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora