Capítulo· 9· Confesión

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—Debería darte vergüenza, tu amigo ha estado ayudándome con el desayuno toda la mañana y tú nada que te levantas.

Victoria no hacía nada más que sonreír, pero con una sonrisa especial, de esas en las que la boca no puede estirarse un poco más, que no se borran con los segundos, de esas sonrisas sinceras de felicidad.

—¿Te causa gracia niña? Vergüenza, vergüenza es lo que debe dar.

Noel la miraba y le hacía gestos mientras picaba con el cuchillo algo de vegetales. Ella sin despegarle la mirada, seguía riendo.

—¿A qué hora llegaste Noel?

—Hace como una hora, pero no quizo ir a despertarte –dijo Nora.

Tras un rico desayuno y algunas miradas algo picaras por parte de los muchachos, los tres hablaban en la mesa lo mucho que las cosas han cambiado, cuando la puerta sonó a lo que Nora se levantó para atenderla.

Era el detective Hook preguntando por Victoria, fue inevitable retener los sentimientos de angustia y creyó que los habían descubierto, alguien los había visto al huir y llamaron a la policía hoy en la mañana.

Se preguntaba en el trayecto de la cocina a la salida de su casa ¿cuando y cómo llegó a esas instancias de invadir la propiedad ajena y peligrar ir a la cárcel? Pero cuando llegó allí, vió al detective Hook hablando con su madre.

—Aquí está Victoria, si gusta le dice usted.

–Hemos re-agendado su interrogatorio, te necesitamos mañana a las 8 am en la comisaría por favor.

Ella tomó la hoja del citatorio y confirmó que estaría ahí. Al tiempo Noel se fue y la chica y su madre aprovecharon para ir a comprar unas cosas para la casa.

Victoria esa noche fue incapaz de conciliar el sueño, no hizo otra cosa que pensar como hacer para que su historia fuera creíble, la mayoría del tiempo la cabeza de la chica no se detenía y el sueño solía desaparecer, sabía que era parte de ser una persona que sobre piensa todas las situaciones, pero ese día lo había llevado a otro nivel.

—Victoria, ya puede decirnos ¿Cuándo fue la última vez que vió a Annlisse?

Ella con una mirada fija, sentía como unas gotas de sudor empezaban a crecer en su rostro, un cuerpo inmóvil y una mirada muerta no servirían para que los oficiales creyeran su historia ¡Vamos! lo practiqué toda la noche, actúa natural y con confianza, se repetía en su cabeza constantemente.

—La noche del día anterior a su desaparición o sea el Miércoles —respondió tranquila.

—Y ¿Qué hacía alrededor de las 10:30 pm?

—Estaba viendo Netflix, es lo que hago en mi tiempo libre.

—Y ¿Qué hacía hablando con Annlisse alrededor de la 1:00 AM? Hora bastante extraña para hablar con un vecino.

—Pues si, es realmente extraño, hablaba con ella por que como a esas horas veía mi serie favorita, como ya dije, pero recordé que no había sacado la basura, mi madre me mataría si se daba cuenta que no la había sacado la noche anterior. Así que me levanté de prisa y fui, cuando de pronto Annlisse me sorprende en el jardín de mi casa, caminaba sospechosa por el césped, sin embargo, me dijo que había pasado esa mañana por ahí a dejarle unas cosas a mi mamá y había perdido la cadenita que le había regalado su padre y la estaba buscando, dijo que cuando se fue a dormir notó que no la tenía y tras una larga búsqueda en su casa decidió venir a buscarla, también me dijo que no podía estar sin esa cadena ya que le provocaba demasiada ansiedad el hecho de no poderla encontrar; me ofrecí a ayudarla pero rechazó mi ayuda e inmediatamente me dijo que ya había buscado mucho, que seguramente la perdió en otro lugar y solo se fue.

El detective la miró con fijeza incrédulo, solo hizo un sonido con su garganta asintiendo lo ocurrido.

—¿Después qué ocurrió con la niña?

—Se devolvió a su casa y yo regresé a la mía.

—Y ¿Usted espera que crea que a la 1 de la mañana una adolescente de 17 años andaba buscando una cadena perdida donde su vecina?

—Detective, yo tampoco me creí esa historia, quise averiguar qué hacía realmente en mi casa a esa hora, yo tenía mis sospechas que pasaba algo más, pero ella no me lo dijo, evadía la pregunta, pero bueno, no era la primera vez que la veía escapando de casa en la noche, por lo que tampoco le di tanta importancia.

— ¿Escapando? ¿Puede contarnos más al respecto? ¿Cuántas veces la viste escapar? ¿ A dónde iba?

—Yo tengo problemas de imsonio, por lo que paso despierta casi toda la noche, en varias ocasiones veía una sombra en el cuarto de ella que caminaba de un lado a otro, prendía y apagaba ciertas luces y algunas veces salía.

— ¿Y que hacía después de salir de su casa?

—En ocaciones veía un auto plateado parqueado en el que ella se montaba, pero en otras solo caminaba hasta que salía de mi vista.

—¿Recuerda la placa? ¿Qué tipo de auto era? ¿Algún detalle distintivo?

—Lamento decir que no, nunca le presté atención a la placa, aparte que de mi casa es un poco difícil ver. El auto creo que era un sedan de BMW, pero más allá de eso no sabría.

—¿De qué color eran los aros? ¿Algún sticker?

—El auto estaba polarizado por lo que nunca pude ver cuántas personas estaban dentro, no tenía stickers y los aros eran negros.

—¿Cuántas veces vió el auto frente a la casa de la joven?

—Como dos o tres veces.

—¿Y ella entraba por decision propia?

—Si

—¿Escuchabas cuándo volvían?

—Nunca, lo cual es raro.

El detective parecía incredulo ¿a dónde podía ir una niña de esa edad en la noche en un auto?

—¿Nunca viste a nadie bajándose del auto o en general a alguna persona?

—No

—¿Alguna otra cosa inusual que hayas visto?

—Honestamente nunca llegué a pensar que le pasaría algo, creí que se iba con algún chico mayor o solo era rebelde, pero no, nada inusual para una adolescente.

—Si no tienes nada más que agregar, agradecería que te retires —dijo el policía serio mientras tomaba notas.

Ella salió muy asustada, su madre la estaba esperando en el salón principal y le pidió que relatara lo ocurrido, ella contó su experiencia y al final del día estaba aliviada de ayudar a la policía con información, lo que no sabían es que no había contado la historia completa.

—Es hora de irnos pequeña, te dije que todo estaría bien—. Aseguró su madre  frotando su espalda con furor mientras salían de la comisaría.

Más tarde ese día Victoria y Noel se toparon en uno de los recesos de la escuela, Victoria repasó toda la historia que le compartió a los policías.

—¿Me estas diciendo que solo eso pasó?­

—Ok tal vez si olvidé contar ciertos detalles.

—Ya me parecía raro, tengo todo el día. —dijo recostándose al respaldar de la silla.

La niña se puso muy ansiosa, las manos le empezaron a sudar y empezó a sobre pensar todo lo que ha hecho durante este tiempo.

—Está bien, te cuento.

AnnelisseWhere stories live. Discover now