Hard; frerard

Capitulo 26.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco. La pantalla volvió a iluminarse y el identificador aviso que estaba recibiendo una nueva llamada de Donna Way.

"Será mejor que le contestes, no tengo la mejor mamá, pero sé que odian eso" Anthony le dijo a su lado, su cabeza descansaba en el hombro del pelinegro.

"Si le contesto me va a matar"

"Si no le contestas también. Solo está preocupada, no le hagas eso, contéstale" lo animó y Way terminó por apretar al botón verde.

"¿Bueno?" preguntó.

"Me vas a explicar en qué lío estás metido o ahora mismo regreso a Jersey por ti" Donna dijo, sonando autoritaria.

"No lo entenderías, es una historia muy larga" vacilo el chico "¿por qué no le preguntas a Mikey?"

"Michael ya me contó su versión"

"¿Qué?" cuestionó, le había pagado al niño para que no hablará y ahora resultaba que había soltado toda la sopa con su madre.

"Habla"

Gerard bufó y comenzó a narrar lo sucedido, saltándose algunos detalles, claro. No podía decirle a Donna que un chico había muerto frente a sus ojos por su culpa.

"5 días" dijo la mujer luego de un rato "5 días tienes, si no vuelves a casa de aquí hasta el martes yo misma iré a buscarte Gerard Way y te voy a traer de las orejas" amenazó.

"Si mamá" bufó.

"Te amo, cuídate mucho cariño"

"Yo igual, hasta luego" y colgó.

"¿Lo ves? no estuvo tan mal" musitó Anthony. Ambos chicos estaban sentados en el pórtico de la casa, observando cómo las hojas de los árboles danzaban con la fuerte brisa.

"Hablando de madres preocupadas, deberías regresar a tu casa" el castaño gruño a lo que Gerard le dijo.

"No quiero regresar con esa mujer, entre más lejos, mejor"

"Es tu mamá..."

"También es la mamá de Frank y no la veo preocupada" reprochó, con el ceño fruncido.

Ambos chicos se miraron a los ojos, Gerard estaba apunto de mencionar lo bonitos que eran hasta que Raymond abrió la puerta de la entrada de golpe, haciéndolos brincar en su lugar.

"¡Par de tórtolos! se me acaba de ocurrir la mejor idea de la historia" exclamó.

"¿Qué?" cuestionó el castaño.

"¿Qué tal si prostituimos a Gerard, y que Gerard nos lleve con Frank" propusó.

"Estás bromeando" dijo el pelinegro y Anthony río "¿y luego qué?"

"Aún no lo pienso, pero ya veré después" musitó "necesito vacaciones de esto"

"Nos quedan 5 días antes de que mamá me obligue a volver" informó el de ojos esmeralda.

"Corrección, 4. Tomémonos el día" y antes de que pudieran reprochar, Toro volvió al interior de la casa, murmurando algo acerca de Christa.

"Yo acabo de unirme y ya tengo vacaciones, genial" el chico a su lado musitó.

"¿Qué haremos en nuestro día libre?" Way preguntó y Anthony lo miró con una sonrisa burlona.

"¿Quién dijo que lo iba a pasar contigo?"

"Yo, bueno, si no quieres está bien, solo que yo pensé qu-"

"Shh" el menor lo callo, poniendo un dedo sobre sus labios "me gusta el helado, te invito uno"

Gerard asintió con una sonrisa apenada mientras se ponían de pie y comenzaban a caminar hasta el centro comercial, ahí estaba el mejor helado de Jersey.

"Háblame de mi gemelo" pidió el castaño, mirando a la nada.

"No te sabría decir mucho..."

"Cualquier información es buena" ánimo.

"En ese caso, es igual a ti" dijo y al instante recibió un leve golpe en su brazo izquierdo.

"Bueno, dime algo que no sepa" rió Anthony, mientras jugaba con la perforación de su labio. Gerard mordió su mejilla, le parecía lindo cuando hacía eso.

"Es tierno, bastante reservado" comentó mientras memorizaba que sabía de él, "es todo"

"¿Acaso no sabes más? por lo que me has dicho, arriesgaste el pellejo por el, y sigues haciéndolo, ¿pero no sabes nada?" cuestionó el chico, mirándolo con desaprobación.

"Te dije que es reservado, nunca tuve una plática con el, ni tampoco tuvimos tiempo a solas. Bueno, solo una vez" dijo Gerard, recordando la vez que se besaron, fue algo pequeño, pero logró que sus mejillas se encendieran y Anthony lo noto.

Sonrió con picardía y preguntó "¿Qué pasó en esa ocasión?"

"Fue un día antes de ir a Belleville, solo, ya sabes... nos besamos" comentó, mirando en otra dirección ya que sería demasiada vergüenza como para observar al castaño, que reía de fondo "igual no fue la gran cosa, fue un piquito"

"Ya, está bien" el castaño dijo sin darle importancia y visualizando a lo lejos el centro comercial.

Caminaron más rápido, en una especie de carreras y se dirigieron hasta el local de los helados. Ambos pidieron dos conos, Anthony quiso chocolate y Gerard galleta.

"Qué básico" se burlo él ojos avellana.

"Lo dice el que pidió chocolate" contraatacó, logrando que el otro chico dramatizará que le dolió el comentario.

Caminaron hasta una mesa cercana, y a pesar del fuerte viento o de que parecía que ambos se resfriarían por la lluvia del día anterior, comenzaron a comer sus helados como si fueran dos niños pequeños.

Gerard observaba al castaño de reojo y viceversa, reían en silencio y después volvían a mirarse. El pelinegro sentía algo extraño por el de ojos avellana y era aún más inmenso de lo que llegó a sentir por Frank, pero era solo por el gran parecido, ¿cierto?

Los helados estaban apunto de terminarse cuando Anthony preguntó "¿Entonces fue de piquito?"

Way asintió confundido, el castaño inflo sus mejillas y por sobre la mesa se acercó para besar de igual manera los labios ajenos.

El mayor no alcanzó a reaccionar sino hasta que Iero escondió su rostro detrás de sus cabellos y se hundió en su lugar, ¿por qué había hecho eso? besar a Gerard cuando solo tenían unos días de conocerse, pero es que había algo, el también lo sentía, una extraña clase de conexión.

Gee sonrió y sin previo aviso se puso de pie, caminó hasta el castaño y lo obligó a ponerse de pie para después comenzar a caminar.

"¿A dónde vamos?" cuestionó el menor pero no obtuvo respuesta. Fuera de la plaza comercial y unos metros más adelante, Way se detuvo frente a un frondoso árbol con flores lilas. Pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo, otra fuerte lluvia se avecinaba.

Apartó el cabello de Anthony de su rostro y lo besó, no de piquito; se mantuvo varios segundos en los labios ajenos hasta que le respondieron.

Era un verdadero beso, su primer beso.