Adoptada Por Los Parnell

Capítulo 13- La Chica Misteriosa:

Las primeras clases habían acabado así que me dirigí al comedor, aún no tenía ni idea de donde me sentaría ni mucho menos con quién. Llegué al final del pasillo encontrándome con unas grandes puertas y tras abrirlas una gran sala llena de gente cubrió mi campo de visión. Busqué con la mirada a alguien conocido y en una mesa pegada a una esquina encontré a Luce, con la vista clavada en su portátil y sus cascos, esta vez, reposando en sus orejas.

Caminé hacia Luce y al llegar pregunté:

-¿Está ocupado?- ella se quitó los cascos y tras darse cuenta de que era yo exclamó:

-¡Tori! Siéntate- contestó retirando sus libros dejándome un espacio libre en la mesa- Te daba por perdida, chica.

-¿Por qué dices eso?

-Bueno, te vieron en la fiesta de Phipps y... ¿acaso no has visto la foto?

-¿La foto?- Luce comenzó a teclear en su pórtatil con velocidad y a los segundos lo giró para que pudiera ver la pantalla.

-Es de lo único de lo que se habla hoy.

En la foto se podía observar toda la diversión y el desmadre que hubo la noche anterior, montones de estudiantes bailando y bebiendo. Y en realidad a simple vista no se podía apreciar nada, pero al fondo una pareja bailaba peligrosamente cerca. Y, como no, esos dos que estaban tan cerca uno del otro resultábamos ser Nate y yo.

-Al parecer alguien ha reconocido a Nate y ahora todo el mundo habla de su posible nueva novia. Aunque tranquila, nadie te ha reconocido. Excepto una servidora.

-Lo que me faltaba por ver, no tardarán en darse cuenta de quien es la chica misteriosa... si es que alguien no lo ha hecho ya- contesté suspirando.

-No te preocupes por eso, como mucho el rumor durará unos pocos días. Hasta que encuentren algo más fresco que comentar en lugar de preocuparse de sus propias vidas. Y entonces, todo estará olvidado.

-Eso espero, no pasó nada más aquella noche. A parte, claro, de ese estúpido baile. Por cierto, no te vi en la fiesta.

-Paso de las fiestas de Phipps. No pienso entrar a esa casa ni aunque me paguen.

Entonces una mujer menuda de cabellos castaños se acercó a nuestra mesa.

-¿Saben ya que pedirán señoritas?

-¿Cuál es la especialidad de hoy, Eve?

-Filete de salmón a la plancha con ensalada de guarnición- contestó la mujer.

-Ya te has contestado tú sola- Eve dejó escapar una sonrisa mientras apuntaba lo pedido y tras terminar me miró.

-Yo... lo mismo- contesté sin tener ni idea de qué pedir.

-Enseguida les traigo la comida- hizo una pequeña reverencia y despareció entre la multitud.

-No sabía que había camareros en el comedor- dije.

-Aquí hay de todo, Tori. De todo menos de lo que debería haber- susurró Luce volviendo la vista a su portátil.

Tras haber comido nos apresuramos cada una a nuestra clase, nos separamos en las escaleras ya que mi clase se encontraba en la tercera planta y prometimos volver a vernos en la sala de informática antes de que acabara el día.

Giré en la esquina del pasillo y cuando divisé la puerta de mi próxima clase unas manos me agarraron de las muñecas pegándome contra la pared. Me encontré el rostro de Nate, nuevamente, demasiado cerca e intenté zafarme de su agarre.

-Estate quieta. Tenemos que hablar- susurró.

-Estoy de acuerdo. ¿No le habrás contado a nadie quién era la chica de la foto, verdad?

-¿Por qué? ¿Quieres que lo haga?- me soltó y una sonrisa de medio lado se le apareció.

-Cómo se te ocurra decírselo a alguien te juro que...- su manó se detuvo en mi boca, sin dejarme terminar la frase.

-Tranquila, chica. No se lo diré a nadie, prefiero seguir con este asunto de la chica misteriosa. Ya hay demasiados rumores sobre mi familia como para añadir otro ¿no crees?- contestó acariciando un mechón de mi pelo que reposaba en mi hombro.

Y tras decir aquello se fue con actitud desenfadada, sin dejar en ningún momento su elegancia y sofisticación. ¿A qué se refería con eso? Me obligué a mi misma a dejar de encontrar respuestas a preguntas que probablemente carecían de ellas y aminoré el paso hacia la clase de alemán.

No pude concentrarme en toda la hora.