Adoptada Por Los Parnell

Capítulo 11: Damas y Caballeros...

Habían pasado ya un par de horas tras el momento con Nate y gracias a Rose y Garret había conseguido olvidarme un poco de lo sucedido y me había permitido disfrutar de la fiesta. Estos me habían presentado a Danielle, una chica fantástica con la que se llevaban genial y Garret no podía dejar de mirar con una sonrisa que le cubría todo el rostro. El castaño hacía ya bastante que se había ido a por unas bebidas y seguía sin volver.

-Chicas ¿Sabéis donde está el baño?- pregunté.

-Piso de arriba, tercera puerta a la izquierda- contestó Danielle señalando la parte de arriba.

Y tras agradecérselo subí las escaleras encaminada hacia el baño. Había un par de personas en el pasillo charlando y riendo con copas en la mano, como no. La puerta de lo que parecía ser el cuarto de baño estaba entornada y cuando la abrí noté el calor subiendo a mis mejillas. 

Un chico estaba arrinconando contra la pared a otro mientras se fundían en un beso. Al verme pararon con velocidad y pude ver un rostro conocido. Era Garret. Todo el rosado de sus mejillas desapareció al verme y tomó un tono blanquecino mientras seguía apoyado en la pared como si fuera lo único que le sostuviera en ese momento.

El otro en cambio no parecía tan asustado y sus ojos azules mostraban descontento y decepción por haberlos interrumpido.

-¡Lo siento! No debería haber entrado así, ya me voy...- agaché la cabeza intentando ocultar toda mi cara roja por la vergüenza y salí. Mientras caminaba por el pasillo pude oír una voz de alguien tocando en la puerta del baño:

-¡Tyler tienes que salir a hacer la despedida de los invitados! Sal de una vez, joder que la gente está empezando a cansarse de esperarte.

Tras esto el chico de ojos azules salió mientras se arreglaba las mangas de la camisa y el pelo. Al parecer el chico era Tyler Phipps. Me apresuré a bajar para no cruzarme con él y volví con las chicas.

-Sí que has tardado- dijo Rose riendo.

-¿Has visto a Garret, por casualidad? Sigue sin aparecer- me preguntó Danielle. No se por qué lo hice, solo sabía que tenía que hacerlo. Garret parecía muy asustado cuando los descubrí, a lo mejor quería mantenerlo en secreto así que decidí mentir.

-No, no lo he visto- me encogí de hombros y negué con la cabeza tratando de sonar más convincente.

-Damas y caballeros-gritó Tyler desde la planta de arriba apoyado en el balcón interior- o debería decir... chicos con las hormonas a flor de piel.

Unas risillas se escucharon y Tyler carraspeó un poco para después continuar:

-La noche está siendo divertida pero vamos a ir cerrando el chiringuito-sonidos de desaprobación se escucharon-ha ocurrido un pequeño imprevisto pero vamos, sabéis que quedan muchas más fiestas por delante y de eso que tanto os gusta a vosotros.

El ojiazul dedicó una brillante sonrisa a sus invitados y guiñó un ojo en nuestra dirección, más específicamente a Garret, sentado al lado de Danielle. 

Tras esto esperamos a que todo el mundo saliera para que se nos hiciera más fácil volver a la limusina. Sólo unos pocos nos quedamos en esos momentos en la casa, Nate estaba hablando con Tyler y de vez en cuando me dedicaba una mirada que yo evitaba devolverle. No iba a volver con él en su coche, sería bastante incómodo y realmente no tenía ningunas ganas de que me pidiera explicaciones. 

Así que me fui con los chicos en la limusina, afortunadamente nadie preguntó el por qué.

Llegamos a la mansión y todo el mundo se fue a su habitación pero justo cuando estaba a punto de irme también alguien me tomó del brazo.

Garret tenía una mueca seria, y los rasgos encogidos. Aparentaba fuerza y dureza pero sus ojos llenos de nerviosismo no decían lo mismo.

-Victoria, ¿Podemos hablar?