Capítulo 12: Charlas nocturnas y protocolo

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-¿Sobre qué?- pregunté aunque sabía exactamente el motivo.

-Ya lo sabes- suspiró abatido y cuando volvió su rostro al mío toda su actitud de valentía se había esfumado. Parecía tan vulnerable en aquellos momentos.

Me llevó al jardín para hablar con más tranquilidad sin que nadie nos escuchase y nos sentamos al borde de la piscina tras quitarnos los zapatos.

Estuvimos en silencio varios minutos, viendo nuestro reflejo en el agua. Sabía que le costaba decirlo así que no le presioné y esperé a que estuviera preparado. Hasta que lo hizo:

-No es... lo que piensas.

-¿Cómo?- pregunté extrañada- Garret no pasa nada, enserio.

-Sí. Sí pasa- levantó la voz y pude ver como sus manos se encogían y se volvían blancas alrededor del bordillo al apretarlo con fuerza- Ni si quiera sé... ni si quiera sé quién soy. Yo nunca antes había... 

Apoyé mi cabeza en su hombro y le cogí de la mano para tranquilizarlo.

-No voy a presionarte. Cuando estés preparado sólo dilo y te escucharé ¿de acuerdo? Puede que no lleve nada en esta casa y que aún no nos consideremos hermanos. Pero te considero un amigo, uno de los buenos y para eso están los amigos ¿no?- le apreté con dulzura la mano y le regalé una sonrisa tranquilizadora.

Él no contestó, ni tan si quiera me miró pero me acarició la mano en señal de que me había escuchado.

En toda la calle sólo se escuchaban nuestras voces, el cielo estaba despejado mostrando una brillante Luna acompañada de las estrellas. Todas las luces estaban apagadas, y en la oscuridad reinaban las luces de la piscina  de nuestro jardín, con el agua cristalina proyectando nuestros reflejos.

-No se lo diré a nadie, si es lo que quieres. 

Tras esto entramos y cuando iba a abrir la puerta de mi habitación escuche a mis espaldas un 'gracias' justo antes de el pestillo de una puerta al cerrarse.

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Me encontraba en frente de la puerta de la clase de protocolo. Pensando seriamente si entrar o no. El entrar provocaría una humillación entre todos y era algo que sinceramente prefería ignorar. No había aprendido modales en ningún momento de mi vida y no era el momento de hacerlo.

-Srta. Parnell ¿va a entrar ya, o planea quedarse el resto de la clase en el pasillo?- la Sra. Fitz acababa de verme. Genial.

-Pues... si me da la oportunidad de elegir...

-Adelante, aún queda un sitio libre.- la verdad no habría elegido pasar.

No era un aula normal, ni mucho menos. Era más espaciosa y había varias mesas bastante grandes rodeadas de sillas. Todas ocupadas por estudiantes. Me dirigí a la silla libre y tras sentarme la clase comenzó.

-Caballeros. Señoritas, Ahora tomad la cuchara sopera y tomad el contenido del tazón. Sé que no hay nada, sólo imaginadlo. 

Los alumnos comenzaron a obedecer a la profesora y yo... bueno... yo comencé a imitarlos.

Había tres tipos de cucharas y no tenía ni la más remota idea de cuál era la dichosa cuchara sopera. Todas eran iguales, más pequeñas o más grandes pero al fin y al cabo todas servían para lo mismo.

Una mano cogió una de mis cucharas y me la tendió. Levanté la cabeza y pude ver el risueño rostro de Leo.

-Cuchara sopera, Tori. Tori, cuchara sopera- dijo a modo de presentación.

-Leo, me salvas la vida- tomé la cuchara de sus dedos, que rozaron con los míos provocando un intenso encuentro de miradas y un temblor en mis dedos.

-Para eso estamos- guiñó y volvió la vista a su tazón.

-Ahora, utilizad el tenedor pequeño a vuestra izquierda. Con el consumiréis la ensalada. La servilleta siempre irá a la izquierda, al lado de este tenedor. Al comenzar se pondrá cuidadosamente sobre el regazo- continuó la Sra. Fitz con su delicado acento inglés y su porte regio.

La clase fue transcurriendo y con la ayuda de Leo pude seguir un ritmo más o menos aceptable. Aunque lo que de verdad me asustaba eran los ejercicios en solitario que se realizarían cada semana. Sólo esperaba conseguir memorizar todos aquellos cubiertos para finales de semana, así que me tocaría pensar en algo para lograr tal cosa.



Adoptada Por Los ParnellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora