Hacia La Locura

Sólo Nosotros

Desperté en un cuarto gigantesco y una bolsa con hielo reposaba sobre mi cabeza, me revolví un poco en mi lugar y observé a los alrededores, okey, definitivamente no tengo ni la más mínima idea de donde estoy.
Tomé asiento en la cama y volví a observar el cuarto, tenía paredes rojas y negras, había un ventanal enorme con unas cortinas igual de rojas que las paredes, el suelo era de madera y se veía muy limpio.
La puerta del cuarto se abre luego de un par de minutos y entra una persona con la cual nunca pensé encontrarme.

Era Deadshot

Sus ojos se clavaron en mí...

Deadshot: - Ya despertaste. ¿Cómo estas? -.

______: - Estoy bien, o eso creo. No me duele nada -.

Deadshot: - Te traje un poco de comida -.

Colocó una bandeja con un tazón de cereales y una manzana roja.

Deadshot: - Te diste un golpe muy fuerte. ¿De quién tratabas de huir? -.

______: - Eso no importa, no quiero hablar de eso ahora -.

Deadshot: - Entiendo -.

______: - ¿Dónde estoy? -.

Deadshot: - En un lugar seguro. Puedes quedarte todo el tiempo que necesites... -.

Hizo una pausa mientras caminaba hacia la puerta para salir de la habitación

Deadshot: - Estaré en el living si me necesitas -.

______: - ¡Espera! -.

Deadshot: - ¿Si? -.

______: - Gracias -.

Me regaló una pequeña sonrisa y salió del cuarto sin decir nada más.

Al acabar de comer me levanté de la cama y salí del cuarto para hablar un poco más con Deadshot. Necesito más información sobre donde estoy, no pienso quedarme mucho tiempo.

Al salir pude verlo sentado frente al televisor. Me puse junto a él y comencé a preguntarle todo lo que necesito saber:

______: - Oye, necesito saber donde estoy -.

Deadshot: - Estás en un lugar seguro, nadie puede dañarte aquí -.

______: - ¿Quién más conoce nuestra ubicación? -.

Deadshot: - Sólo nosotros -.

______: - Bueno, fue un gusto conocerte y te agradezco mucho que me hayas ayudado, pero debo irme -.

Deadshot: - Como quieras, por mi está bien, sólo quería ayudarte... -.

Caminé hacia la puerta del departamento hasta que volví a oír su voz:

Deadshot: - Está haciendo frío afuera, te presto mi abrigo si quieres -.

Extendió su brazo señalando hacia una silla donde estaba colgado un gran abrigo. Lo coloqué sobre mis hombros y me acerqué a él otra vez para tocar su hombro y decir:

______: - De verdad agradezco mucho tu ayuda -.

Deadshot: - No es nada. Y recuerda, si alguna vez necesitas algo no dudes en venir aquí, me has caído muy bien, pareces una buena chica -.

Le dediqué una gran sonrisa y salí del lugar sin mirar atrás... Es hora de ir en busca de mi querido payaso.