Hacia La Locura

Propuesta

No puede ser... Es el Joker, el hombre más peligroso de todo el hospital psiquiátrico, aunque por alguna razón en específico no le tengo miedo.

Sin quitar la mirada de mi, tomó una papa frita y la llevó hasta mi boca... Creo que ya se me está quitando el hambre.

______: - ¿No sería más fácil si me sacaras la camisa de fuerza? -.

Sin darle importancia a mi comentario me tomó fuertemente de la mandíbula y dijo...

Joker: - Aquí se hace lo que yo digo y no lo que te parezca mejor -.

Tuve que abrir la boca a regañadientes y comer lo que él me ofrecía, lo oí gruñir levemente mientras acariciaba mi mejilla, luego se aclaró la garganta y dijo...

Joker: - He oído cosas bastante buenas sobre ti y quería hacerte una pregunta... -.

Hizo una pausa mientras tomaba otra papa frita para luego ponerla en mi boca y lamerse los labios.

Joker: - Este lugar está dividido en dos, el grupo de los que sufren y de los que hacen sufrir... Obviamente yo pertenezco al segundo grupo y quería saber si tu, preciosa, querías ser parte de esto -.

______: - La verdad no estoy segura, aún soy nueva aquí, dejame pensarlo -.

Joker: - Okey, te daré 3 días, no más que eso ¿Oíste? -.

______: - Está bien -.

Sin nada más que decir, se levantó y comenzó a alejarse...

______: - ¡¡Oye!! Aún tengo hambre -.

Joker: - HA HA HA HA, creo que fue suficiente por hoy -.

Estaba a punto de llamarlo otra vez pero un hombre de bata blanca tomó mi hombro y dijo con la voz muy calmada...

Psiquiatra: - ¿ Tu eres ______ ? -.

______: - Si -.

Psiquiatra: - Ven, tenemos que hablar -.

El doctor me acompañó hasta una oficina bajo la atenta mirada del Joker, el cual estaba parado en una esquina del comedor junto con otras personas.
Al entrar en la oficina el doctor comenzó a hacer una serie de preguntas sobre mi niñez, como era mi vida cotidiana y mi rendimiento en el colegio, hasta que hace una pregunta un tanto extraña...

Psiquiatra: - ¿Cómo te sentías al estar tan solitaria en el colegio? -.

______: - Yo no era solitaria... Es más, tenía muchos amigos -.

El rostro del doctor cambió radicalmente cuando dije esto. Se tomó unos segundos, rascó su nuca y su cara pasó a tener un ligero toque de compasión...

Psiquiatra: - Nada de eso es real, debo confesarte una cosa... Tus padres te trajeron aquí por tus comportamientos agresivos y también porque dijeron haberte visto hablando sola durante mucho tiempo -.

______: - ¡¡No... No... NOO!! Yo no estoy loca, esto es imposible... ¿Me está diciendo que casi toda mi vida fue una mentira? -.

Psiquiatra: - Puedo ayudarte a superar esto, vas a estar mejor si te tratamos como se debe -.

Fue realmente difícil para mi procesar todo lo que me estaba diciendo, así que me quedé callada y con la mirada perdida en un punto de la habitación sin prestar más atención a lo que el doctor decía.
Cuando acabó de hablar, le pidió a una enfermera que me llevara a mi habitación y me sacara la camisa de fuerza.