Aquel hombre no se percató de la presencia de V, ya que corría mirando hacia atrás, atento a ese joven de cabello anaranjado que lo perseguía. Pasó todo en menos de medio minuto, fue impecable el movimiento; una gran cantidad de sangre fue expulsada hacia el aire y el cuerpo sin vida de aquel hombre cayó al suelo con su cuello degollado. V se quitó el cubre bocas después de destensar sus hilos de obsidiana manchados, para luego limpiarlos con la parte externa de la tela sin dejar de silbar en ningún momento.

El joven de cabello anaranjado se detuvo a tres pasos de V, quien estaba observándolo con una sonrisa ladina a la vez que guardaba su arma en un pequeño bolso del tamaño de su mano, el cual mantenía ajustado a su cintura. Bufó con molestia ante sus acciones y procedió a guardar sus cuchillas que, al parecer, iba a usar contra la persona que ahora se hallaba sin vida en el suelo.

—Maldita sea, Taehyung... —se quejó—. ¡¿Por qué siempre te metes en donde no te llaman?!

—Tardaste más de dos días y recién ahora te dignas a acabar con esta escoria —dijo, señalando al cuerpo—. ¿Por qué siempre tardas tanto, Hoseok?

—Me gusta hacer las cosas a mi manera, lo sabes —bufó—. Me tomo mi tiempo porque algunos tardan en confesar la información, así que deja de meterte con mis asuntos y ve a alardear con tus hilos a otro lado.

—No lo haré, me gusta molestarte a ti y a Suga —dijo, sacando su lengua como un niño.

De inmediato, ante esas palabras, Hoseok arrojó con furia la última cuchilla que no había llegado a guardar, apuntando hacia la zona de la escalera sin apartar su mirada enojada de V. Estaba seguro de que nadie se hallaba en ese sector, pero Suga, quien procuró mantenerse al margen, se dio cuenta de inmediato de que la dirección en la que había arrojado ese objeto era exactamente el lugar en donde Jimin había decidido quedarse a ser espectador, por lo que se dio la vuelta con impaciencia para observarlo. Sin embargo, al verlo allí, sosteniendo aquella cuchilla desde la empuñadura como si nada, cualquier pensamiento abrumador desapareció. Dicha arma se encontraba a tan solo cinco centímetros de su pecho y Jimin ni siquiera se veía asustado, tampoco parecía importarle mucho, solo observaba el filoso objeto brillante en su mano, el cual inevitablemente le cortó un poco de su piel al haber sido empuñado en movimiento.

—¿Quién eres? ¿Cómo hiciste eso...? —preguntó una nueva voz.

Jimin dirigió su mirada hacia aquel joven de cabello azabache que le había hablado, se veía temeroso. Y no solo él estaba observándolo sorprendido ante sus acciones, V, Hoseok y varios pares de personas más también. Su actitud fue inesperada e incoherente, pues se avergonzó al instante y corrió hasta quedar detrás de Suga para esconderse, quien lo observó con desconcierto, e incluso escondió su rostro en la curvatura del hombro ajeno.

—¿Tú lograste atrapar mi cuchilla? —preguntó Hoseok. Jimin negó frenéticamente con su cabeza mientras aún se escondía—. ¿Entonces por qué Jungkook dijo eso?

—Sí, él la atrapó —respondió Suga, quitándole la cuchilla y arrojándola de regreso a su dueño, quien la tomó sin problema.

—¡Hyung! ¡Usted debía decir que no! —se quejó con unos tonos infantiles.

—No sabía que habías traído a un nuevo miembro, Suga —dijo Hoseok, sonriendo con picardía—. ¿Quién es? ¿Qué te pasó cuando dividimos caminos?

Los brazos del joven de cabello rosa pastel rodearon la cintura de Suga, quien no se movió en ningún momento, pero se hallaba listo para golpearlo si este llegaba a hacer algo extraño. Jimin se afianzó a la espalda ajena, escondiendo más su rostro en la curvatura de su hombro, mientras Hoseok y V observaban la escena con curiosidad, pues era raro que su compañero se dejara abrazar de esa manera, mucho más porque él no solía tener ese tipo de contacto físico con nadie; y ni hablar de los desconocidos... Pero Suga sabía perfectamente por qué no se movía, no habían visto lo que él.

Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora