23

122K 6.4K 746
                                    

—¡¿Qué diablos estás haciendo?! —chillo— ¡Devuélvemelo ahora mismo!

—No —lo deja sobre la mesa y me mira enfadado —Ya has bebido bastante.

Río sin humor.

—¿Quién te crees que eres para mandarme? ¿Mi padre? —cuestiono, sintiendo un poco el efecto del alcochol en mi cuerpo.

—Eh, déjala en paz —dice el camarero frunciendo el ceño, e Iván lo asesina con la mirada.

—Tú cállate, gilipollas —gruñe, y el camarero aprieta la mandíbula. Lo ignora y me agarra de la muñeca arrastrándome a algún lado —Vamos.

Me suelto de su agarre e intento escapar, pero es inútil porque me vuelve a agarrar.

Por la cintura.

Oh Dios.

—¿Q-qué es lo que quieres? —balbuceo. Estamos muy cerca, y rodeados de gente moviéndose al ritmo de la música. Miro a mi alrededor buscando a mis amigas, pero no las veo por ningún lado.

Iván me observa fijamente y traga saliva.

—Quería preguntarte algo —dice sin soltarme aún, y tengo que admitir que me gusta. ¿A quién engaño? Me encanta.

—¿Qué? —pregunto seca, aunque me muero por saber de qué se trata.

—¿Quieres bailar conmigo? —inquiere. ¿He escuchado mal?

Me quedo muda, y lo miro frunciendo el ceño. ¿Cómo es posible que esté preguntándome esto? Y lo más raro de todo, ¿por qué a mí?

Hasta donde sé, él me odia.

Y yo a él.

—¿Sí o no? —pregunta impaciente al ver la confusión en mi rostro.

—Yo...s-sí —tartamudeo, y creo ver un atisbo de sonrisa en su cara, pero seguro que es mi imaginación porque él nunca sonríe. Me agarra del brazo y me lleva hasta la pista, donde casi tropiezo por los nervios.

Me atrae hacia él agarrándome de la cintura, y pongo mis manos con cuidado sobre sus hombros. Nos movemos al ritmo de la canción, mientras siento mi respiración acelerada.

Siento una mirada sobre nosotros, y cuando miro a mi derecha, veo el rostro furioso de Samanta, quien está bailando con un chico al que no conozco.

Jódete, bitch.

La ignoro y entonces hago algo loco, me pongo de espaldas al pecho de Iván y me muevo sensualmente. Él no dice nada, solo se deja llevar por la música colocando sus manos en mis caderas y acercándome más a su pecho.

Cuando me giro y miro por encima del hombro de Iván, abro los ojos de par en par.

Nat y Alex están bailando animadamente al fondo, y creo que no nos han visto.

Y eso no es todo.

Observo el pasillo que se encuentra detrás de ellos y veo a Alice discutiendo con Louis, el dueño de la casa. Me pregunto qué habrá pasado.

La canción se acaba, haciendo que Iván y yo nos separemos. Aún no me creo que haya bailado con él.

Nos quedamos mirándonos sin decir nada, y empiezo a ponerme más nerviosa. Gracias al cielo que en ese momento aparecen Alex y Nat.

—Así que, aquí estáis —dice mi hermano frunciendo el ceño —Os estábamos buscando.

—Sí, nos queremos ir ya —Nat me mira enarcando una ceja, supongo que por vernos juntos. Le hago un gesto de "ya te contaré" y asiente. —¿Dónde está Alice?

—Allí —le agarro del brazo y vamos hacia el fondo de la pista, dejando solos a mi hermano y a Iván. Cuando llegamos, la encontramos sola bebiendo alguna bebida.

—Alice, ya nos vamos —digo, ella deja el vaso en la barra y nos mira asientiendo.

—Está bien, ya tenía ganas de irme —sonríe, y vamos de nuevo donde están Iván y Alex. El camino a casa es silencioso, nadie dice nada, solo se escucha la música del coche.

Hoy ha sido una noche extraña.

Muy extraña.

______________________________________

Gracias por leer.

Tú, mi problema © #1Where stories live. Discover now