Cerre los ojos y llegué a mi primero e increíble orgasmo de vida, los dos nos corrimos y me baje de él, hasta que volví a cerrar mis ojos cuando sentí como seguía besando mi cuello. No entiendo porque me siento así, a pesar de que no fue una noche especial, con velas y con el esposo perfecto, para mí fue increíble y perfecto.
Eleanor
—Diablos —me levante apurada al ver la hora encima de la cama ¿Dónde demonios estaba Leigh-Anne? Me acerque a la puerta pero esta se abrió antés de que yo lo hiciera, topandome con esos bonitos ojos azules.
—Louis, dónde está Leigh? —pregunté tocando mi cabeza pero él solo quitó su camiseta e hizo que me adentrara más a la habitación sin decir nada más.
—Oye creo que este no es el baño —sonreí pero viéndole su rostro serio supe que era un muy mal chiste, un mal chiste de verdad.
—No lo sé —se acercó más y cada vez más, tan cerca que intentó besarme pero me alejé.
—Oye, quieres darme mi espacio? —pregunte molesta alejandome torpemente pero tomó mis brazos con fuerza acercandome a él y besarme.
La culpa me comió viva, mi mente decía Sinjin, Sinjin, Sinjin, a pesar de estar en un estado de ebriedad no podía engañar a mi raro novio.
—¿Por qué hiciste eso? —mis ojos se cristalizarón y mi voz temblaba, tan así me sentía? No estaba bien y temía que a Sinjin no volviera a hablarme.
—No llores amor —sonrió tomando mi rostro con una de sus manos —. Creo el saber del porque veniste a esta fiesta, por el amor de dios está no eres tú —señaló mi ropa mirándome de arriba hacía abajo, sintiendome con vergüenza no pude evitar bajar la mirada ya que no podía mirarlo a los ojos, para ser un idiota era bastante listo, tenia el cuarto lugar en clase —. Te vestiste así porque tú quieres entrar a este estilo de vida, no quieres ser la burla de todos y te comprendo.
—Pero también lo hice por Sinjin, él quería esto, quería que tuviera una vida normal en la que yo pueda salir, divertirme pero jamás lo hice.
—Estás diciendo que jamás saliste a una fiesta? Es tú primera vez? En verdad.
—Si –mordí mi labio con nervios y no sé porque me sentía avergonzada, está era la realidad, vivir encerrada junto a mi miseria siempre fue así, levante la mirada y vi algo en sus ojos, se sentía culpable de algo.
—De verdad lo siento pero tengo que ganar —cerró la puerta.
—¿Qué vas a hacer? —pregunte con miedo, ahora mismo podía volver a llorar —. Si es una broma en verdad no es gracioso.
—No es ninguna broma amor.
Por el estado en el que estaba, mi pie se topo con mi otro pie provocando una herida en mi mano, todo mi peso terminó en el frío piso fracturando mi muñeca, de mi boca salió un gemido de dolor y tome mi muñeca con la otra mano, hasta que unos fuertes brazos me tomarón por los hombros recargandome en la pared.
—Perdóname —comenzó a quitar prenda por prenda obvio yo trataba de que no lo haga más, pero que decirles? Con una mano no era tan fácil, me sentó sobre la cama y bajo sus pantalones un poco arriba de sus rodillas.
—No, no, no, por favor, no puedo más, no hagas esto —rogué apartando la distancia entre nosotros dos con una mano en su pecho.
—No necesito una mentira más.
Sentía como mi virginidad se desgarraba poco a poco y sentía como él me la arrebataba poco a poco, llorar era lo único que podía hacer ahora, sentirme pésima por mi baja autoestima todo se fue, todo lo que me quedaba dar ya no está, desapareció.
—Ya no sigas —dije entre dientes tratando evitar dejar de llorar o por lo ménos no soltar un grito de miedo o dolor.
—Dios, estas muy estrecha —comenzó a gruñir y cada vez lo hacía más rápido, abrí mis ojos poco a poco observando como tenía sus ojos bien apretados con su boca ligeramente abierta.
Al sentír como estaba por llegar el orgasmo, mire el techo y él puso su rostro sobre mi cuello besandolo, después al instante llegó a su orgasmo corriéndose en mi y por primera vez tuve un ligero gemido de placer.
Perrie
—No quieres seguír con esto —dije tratando de que tomara consciencia pero sentía débil siendo tocada por el chico malo.
—Oh dios —ignoró mis palabras por completo y siguió moviendose cada vez y cada vez más fuerte. Comencé a llorar y abrí mis ojos como platos al sentír tanto dolor, ¿qué el dolor no se iba?
¿Qué podía hacer ahora? Exacto, nada, nada más que llorar y solo ver como Zayn me quita la virginidad sin mi consentimiento, no había vuelta atrás, él ya me había todo desde el momento en el que él entró por esa puerta y tan solo pensar que estuve enamorada de él me provoca vomito.
Jamás en mi corta vida había dejado que alguien me tocara y mirenme ahora, soy una persona miserable, una persona cualquiera que no puede ser nada más fuerte para poder liberarse de Zayn, porque solo soy una mosca más en su red.
Al minuto él se corrió y aprete mis ojos ahogandome en mi propia pesadilla. ¿Cómo era posible esto? Que desgracia la mía.
—Sonríe —dijo él tomando una fotografía de mi cuello —. Ese premio es mío.
Solo faltaba eso, la chica rubia desnuda por todas las redes sociales.
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Hola 2040 les presentó a mis nietos, anuma que agustin estaba hace unos minutos hasta que salió Power y todo mi sistema se volvió de cabeza.
¡¡YA SALIÓ POWER!!
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Y las suegras salen en el, le gusto el vídeo? La verdad yo lo ame, se ven como unas diosas.
