- pero quiero probar suerte.
Su cara es de: "síguele y te lanzare lo que alcance primero" sabían que una vez me lanzó una guitarra, tranquilos dio de lleno con la pared, sino, no estaría contándoles esto y luego una botella que gracias a mi suerte dio de lleno en una piscina y no en mi cabeza, lo último lo hizo ebrio.
- en ninguno encontrarás una jefa que está buenísima, un sueldo de maravillas y obsequios en tu primer día. Además, no seas pesimista con suerte llevas dos semanas.
- tu segundo plan casi NO resulta -confieso con lo referente a enrollarme con ella.
- por el amor al alcohol y a los cigarrillos, no empieces con el pesimismo de que soy horrible físicamente, que me lanzo por el balcón -advierte yendo a la cocina de seguro por agua mineral.
- te diré exactamente lo que me dijo antes de que nos besamos por primera vez "- yo soy un desastre y tú serás quien vele por mi bien estar, aunque a veces me odies, me quieras o no en tu vida.-" no se trata de mí, se trata de lo que ella dice y hace, lo cual resulta opuesto cada vez.
- tal vez le guste hacerse la difícil, muchas mujeres tienen esa manía. -Confiesa entre cerrando sus ojos para después beber agua mineral y dejarse caer sobre el sofá- como detesto que hagan eso, pero son mujeres y se ven tan malditamente atractivas haciéndolo que no puedes evitar quedarte caliente.
- no necesitaba saber eso. En todo caso a sonado pervertido.
- ¿tú crees?
- sí y por favor no lo digas delante de Jane o alguna de su sexo. -le pido volviendo a comer mi almuerzo.
- y ¿Qué más te dijo para que quieras renunciar? -pregunta cambiando de tema.
Por su pinta de camisa con mangas dobladas y los primeros botones desabrochados como también fuera de los pantalones, y las gafas que no ha querido quitarse aún, está en resaca grado seis. Tiene pero no quiere demostrarlo, le duele la cabeza pero quiere ignorarlo, apesta a alcohol pero quiere ocultarlo con pastillas de mentas que se le caen torpemente cuando deja la botella sobre la mesa.
- Jabez Cleintt, al parecer trabaja en una de sus empresas y el día de ayer tuvieron una reunión donde desgraciadamente estuve presente.
- ¿lo golpeaste? -interroga con tono de voz preocupado.
Negué con la cabeza.
- pero a la próxima créeme que no lo pondré en cuestión. -apreté mis puños- el caso es que el hijo de su jodida madre hablo y Alise Burrell comenzó a dudar de mi. Quiere saber porque fui a parar a prisión.
- ¿se lo...dijiste? -vuelve a interrogar dudoso.
- ni siquiera he querido hablar de aquello contigo. -Suelto exasperado y dejando de comer, sintiendo esas ganas de prender un cigarrillo para relajarme.- si no le digo durante un mes, me pondrá patitas a la calle y créeme que cuando te digo que si es capaz de aquello, lo es.
- entonces enamórala en ese tiempo, haz que se olvide de aquello.
Volví a negar con la cabeza. Una parte de mi quería apartarla, porque yo no soy una buena persona y posiblemente no lo sea cuando ella se entere de mi pasado y se asuste para después mandarme al diablo, quizás yo termine queriéndola antes, quizás sea yo quien sea herido.
- tal vez sea el peor plan.
La mañana había sido un asco, su madre volviendo a gritar como una histérica por lo que había sucedido en la cena del sábado y esta vez no fue a Lucy a quien trato mal, sino que a Corman, quien debo de admitir que se ha ganado mi admiración y respeto, estuvo inexpresivo escuchando cada palabra de la mujer hasta que Alise la callo.
- una mierda de mañana -suelta malhumorado Alex, al tiempo que deposita su almuerzo sobre la mesa.
- ni que lo digas -respondo yo depositando el tenedor para luego cruzarme de manos.
Alise ni siquiera me había dirigido una palabra.
- Corman, te has ganado nuestro respeto -habla por los dos al tiempo que hacemos una leve reverencia.
- me lo hubiera ganado más si hubieran visto como reacciono en la cena -comenta por lo bajo el nombrado al tiempo que bebe jugo de una caja.
- ¿Cómo fue? -
Realmente tenía curiosidad de saber. La señora Burrell realmente se había sobrepasado al hacerlo en plena mañana y con más trabajadores alrededor.
- mis suegros realmente estaban felices, pero apenas Jess le preguntó por su opinión a la señora Burrell, casi falto que me lanzara el vino de su copa para decirme que era un aprovechado y todo lo que conlleva.... Por cierto ¿Cómo está tu amigo?
- ¿a qué te refieres? -pregunto confundido.
- la señorita Alise, me dijo que no se sentía muy bien y que tuviste que marcharte, por eso tuve que llevarla yo a casa.
Había mentido, ella había mentido y ahora yo tenía que seguir la corriente de su juego.
- se me había olvidado. El está bien, solo fue un malestar...a él le gusta exagerar.
- ¿eres gay? -pregunta Alexander.
Lo miró inexpresivo y alzó las cejas. Me esperaba cualquier cosa pero no aquello.
- he de imaginar que vives con él y son pareja ¿no? -dice incrédulo a lo que Corman se golpea la frente con la palma de su mano.
Y fue ahí que comprendí la pregunta de Jane con referente a su teoría y doctor House, quería ver la similitud en la amistad que Wilson y House tenían con la que teníamos yo y Erick.
- solo porque no me veas metido con una mujer aquí o fuera, no te da derecho a pensar que soy Gay. Estoy superando a una mujer -confieso sin importarme que por primera vez les esté hablando de mi vida- que se acaba de casar.
Ambos parecen sorprendidos al tiempo que veo como Corman mira mi cara y a alguien a mis espaldas, extrañado me gire para ver de quién se trata, encontrándome con los rostros sorprendidos de Veronica y Lucy. Al parecer todos eran conscientes del interés de la primera que tenía por mí, pero no de Alise Burrell y aquello me molestaba sin saber por qué exactamente.
Sin decir nada más, me coloco de pies y de mala gana tomó la bandeja para marcharme. Iría y la enfrentaría por mentir, también a demostrarme a mí mismo que yo no formaría parte de sus juegos y que estos no me afectaban, aunque me estuviera auto segando.
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este capítulo va dedicado a Taniabdwalker por toda la ayudita que me ha dado :) gracias por leer
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Ella es mi Jefa. SIN EDITAR
RomanceBen Mathews, acaba de salir de prisión y no tiene nada con lo que pueda sustentar su vida, es entonces que su mejor amigo decide darle una oportunidad para reescribir su vida y la cual es dejar su orgullo de hombre para trabajar bajo las órdenes de...
Capítulo 13. Dudar.
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