Ella es mi Jefa. SIN EDITAR

Capítulo 7. Interesante.

Ana y Jess, se colocaron a mi lado para comenzar con un interrogatorio hasta la otra planta del edificio. Desde preguntas sobre mi vida a mis gustos. Liz por su parte iba más distraída buscando a su amiga.

– y... ¿te gustaría salir conmigo?

Esa interrogación me pilló desprevenido, tanto que no pude evitar detener mi caminar para mirar a Ana, de inmediato.

¿Qué demonios había pasado con la timidez tan característica en todas? ¿Desde cuándo todo este cambio ha surgido? Y no es que generalice, es solo que de lo que yo recuerdo siempre fui el que se les acercaba para pedir una cita.

– recuerda la advertencia de Aly.

Interrumpe Liz, sin voltearse a mirarnos y a pocos pasos más delante de nosotros tres.

– no se enterara –comenta animada Ana.

– lo hará –concluye Liz– descubrió lo de Jess, es como si fuera un detector de mentiras o de secretos –mirando de reojo a la nombrada, la cual se adelanta hasta estar a su lado.

Ana solo hace un puchero, en lo que por mi parte desvió mis ojos hacia el frente viendo a Corman desde la distancia en el interior de una cafetería con Alise ya sentada en una mesa con vista centrada en lo que se puede ver mas allá de los barandales que hay en esa especie de balcón donde está la mesa en la que se encuentra y otras dos.

– lo lamento –habló logrando retomar su atención– pero aquello es una indicación que no debo incumplir.

– vaya –exclama Ana, para nada dolida– es la segunda vez que me rechazan –con la risa de Jess de fondo.

– interesante –concluye Liz, una vez que las dos otras chicas se han percatado de la presencia de Alise y Corman en el balcón de la cafetería, acercándose animadas a ellos dos– ni siquiera Corman, fue tan fiel a sus normas.

– es mi deber como trabajador.

– pues si que te lo tomas enserio –dice sonriéndome para luego seguir a las demás.

No es hasta que la veo entrar en la cafetería que comienzo a seguirles para ya una vez en el interior verlas hablar entre ellas muy divertidas y de lo que solo mantengo mi distancia, consiguiendo a la vez que Corman vaya hasta a mi lado.

– de seguro ya has escuchado que Jess, es mi novia –comenta con orgullo Corman.

Le miro de reojo antes de argumentar con honestidad.

– pareces algo mayor para ella.

Su cara ofendida es exagerada. Me golpea el hombro para después cruzarse de brazos.

– para el amor no hay edad.

– no vengas con palabras de cuentos y películas, cuando ni siquiera se asemejan a la realidad.

Suelta una risa a gusto, de lo que concluyo que es lo que más le gusta hacer.

– es prima lejana de Alise –informa observando el lugar donde todas están reunidas– la conocí por medio de este trabajo...quiero pedirle matrimonio. Nuestra jefa lo sabe, esa es una de las razones que tu estas aquí, así que siéntete agradecido.

No lo veía vestido de novio y con los nervios a cien, por tener que esperar a que la novia no lo dejara plantado en el altar. Mire hacia la futura comprometida, pero a cambio terminé encontrándome con los ojos de Alise Burrell, fijos en mi, aquellos que poseían un azul para nada comparado con el color del mar. Ambos nos mantuvimos en una lucha por unos segundos, el primero en desviarlos al final fui yo.