Camila: ¿No? -Ahora la confundida era ella.

Lauren: Dijo que ya no quiere pelear -Comentó encogiéndose en hombros-. En realidad, dice que le caes
bien…

Camila: ¿Esta drogándose, verdad?

Lauren: No -Negó completamente horrorizada-. Mamá no lo hace desde que yo nací, Camz…

Camila: Estaba bromeando, Lolo -Sonrío dulcemente, sintiendo como las manos de Lauren jugaban con cada uno de los dedos de sus pies-. Es solo que me parece extraño… ya sabes… que yo le caiga bien y todo eso

Lauren: Supongo que se dio cuenta de que, por más que lo desee, tu y yo no vamos a separarnos.

Camila: ¿No vamos a hacerlo? -Quiso saber, intentando que sus labios no dibujaran la sonrisa que deseaba.
Jamás se debe cantar victoria antes de tiempo.

Lauren: No -Negó mirándola fijamente a los ojos, gateando lentamente hasta recostarse a su lado, Camila aprovechando la situación para apoyar su cabeza en su
pecho y verse envuelta por los protectores brazos de su
novia.

En su pecho, su corazón palpitaba aceleradamente, y el de Lauren seguía su ritmo.

Camila: ¿Es una promesa? -Quiso asegurarse.

Lauren: Lo es, Camz -Susurro dulcemente, acariciando su
cabello-. Lo es.

………….
Camila: ¡¿Demetria te despidió?! -Pregunto alarmada mientras Lauren se levantaba y corría a cerrar la puerta de a habitación.

Lauren: Ya te lo dije -Susurro-. Ahora trabajo con Dinah - Informo encogiéndose en hombros, como si
verdaderamente no importara.

Camila: Pero…

Lauren: Ella tiene razón, Camz. Me marche durante mi primer día de trabajo. Haber conservado el trabajo habría sido injusto.

Camila:¿Injusto? ¡Injusto es que Peter te haya tratado como te trato!

Lauren: ¿Podemos dejar de hablar de el? -Suplico comprobando que la puerta de la habitación estuviese
realmente cerrada-. Es parte de mi pasado ahora. Tu eres mi presente, y también mi futuro. ¿Bien?

Camila: Bien -Asintió sonriente.

Lauren: Ahora… Supongo que querrás ver tu regalo… Al parecer, el que se hubiese caído de una escaleras días
atrás merecía una recompensa.
Y Camila no se negaba a recibirla.

Camila: Por supuesto -Asintió mordiéndose el labio, observando como lentamente Lauren caminaba hacía el armario y buscaba algo allí dentro.

¿Sería una fusta? ¿Una venda? ¿Esposas?… En realidad, la
esposas no tendrían mucho sentido porque realmente no podía moverse, pero…

Lauren: Solo compre una -Susurro alejándose, sacando una hermosa rosa del lugar- porque representan el número de personas con las que quiero estar en este momento…
Camila dejo escapar una lágrima.
Aquella rosa era mucho más de lo que ella esperaba.

Para cualquiera aquella habría sido una rosa insignificante, pero para Camila Cabello… Para Camila Cabello era un recuerdo.

Era el primer regalo que Lauren le había dado, el primer día en el que fueron oficialmente novias, que fue también el día en el que la chica de ojos verdes le dio su primer
beso, había sido una rosa comprada en la floristería de Brad.

Luego, cuándo Ariana le había enviado siete rosas mientras Lauren había estado en el hospital, Camila había usado la misma frase que Lauren le había dicho para
demostrarle que ella no quería a nadie más, aunque esa
otra persona le regalara la luna.
Aquella rosa representaba con cuántas personas quería
estar en esos momentos. En esos y los venideros.

La Chica de la VentanaWhere stories live. Discover now