VII

43 4 0
                                    


VII

Xavier se tumbó en el césped, con las briznas de hierba sobresaliendo a su alrededor y creando contraste con su pelo naranja casi rojizo. Había necesitado un descanso en ese momento, un instante de intimidad alejado de su melliza, quien se había quedado hablando con Sophie.
La dependencia emocional de su hermana en ocasiones crispaba los nervios del muchacho y tenía que escabullirse a pesar de adorar a Jekai con todas sus fuerzas.

El lugar al que les habían llevado no le gustaba.

No por la estancia en sí o por las instalaciones, el lugar no era del agrado de Xavier por el sitio en el que estaba ubicado: una pequeña isla. No había cosa que él temiese más que ser engullido por la inmensidad del océano, y vivir junto al mar le creaba un malestar importante. Que su compañero de cuarto se empeñase en tener las cortinas abiertas a todas horas no hacía más que empeorarlo todo.

En definitiva: no se encontraba bien. Necesitaba espacio, irse de aquel lugar y adentrarse en las montañas o volver a su casa y meterse entre las sábanas de su habitación.

Pero no podía.

Nadie podía.

Los alumnos estaban allí encerrados, prácticamente recluidos en un lugar del que no sabían nada y con gente que parecía saberlo todo sobre ellos y sus antiguas vidas. El muchacho no comprendía por qué todos estaban tan tranquilos cuando les habían secuestrado masivamente. A Jekai le había dado igual alejarse del resto mientras estuviese con Xavier, pero el chico era mucho más escéptico y consciente de la gravedad de la situación.

Mars se acercó al lugar dónde el pelirrojo estaba tumbado y se sentó a su lado, con una copa de vino entre los dedos y una sonrisa burlona.

—¿Has vuelto a perder de vista a la zanahoria?

La repentina aparición del moreno no lo sobresaltó ni un poco, pero sus palabras provocaron que su boca curvase en una mueca de molestia.

— No hables así de mi hermana —advirtió Xavier, sin alterar su tono de voz.

El moreno se encogió de hombros sin borrar la sonrisa.

—Es extraño encontrarte solo, ya lo sabes —dio un largo trago a su copa antes de seguir con la conversación—. ¿Jekai se ha quedado con Phie?

—Sí, se han quedado charlando en la sala de las chicas. Mi hermana me ha contado que Sophie sigue preocupada por su prima.

Mars gruñó ante lo segundo, de un modo que el otro chico no supo interpretar.

—Esas dos se han hecho bastante amigas.

Xavier asintió y comenzó a incorporarse para poder mirar al moreno directamente al rostro.

Al fijarse en él, pudo darse cuenta que el pelo del contrario estaba totalmente revuelto y la camisa del uniforme manchada de hierba. No pudo evitar sonreír. O acababa de enrollarse con alguien o venía de darle una paliza a otra persona.

Evitó preguntar cuál de las dos opciones era la correcta porque Mars tendía a extenderse demasiado en los detalles de su historia hasta el punto de ser minuciosamente descriptivo, probablemente había desarrollado esa habilidad de tanto leer. Y Xavier no quería saber cómo había sido lo que había hecho con esa chica con todo asqueroso detalle.

La Academia [Saga Hijos de Apolo] #1Where stories live. Discover now