IV

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IV

Los adolescentes comenzaron a bajar en una fila organizada por el hombre trajeado, que era quien imponía el orden allí. Phie les imitó, bajando casi la última, sin saber hacia dónde mirar. Habían parado en un puerto y a lo lejos se veía la playa. Estaban siguiendo un camino de tierra que llevaba a la plaza circular.

Cuando estuvieron allí, la chica del pelo negro pudo distinguir entre los edificios que rodeaban la plaza varias cafeterías, algunas tiendas de material escolar, artículos de regalo, una armería, un restaurante, una librería y una tienda de ropa. A ese último edificio fue hacia el que se dirigían en ese instante. En el centro de la plaza había una gran estatua de lo que parecía una sirena, con una inscripción que a Phie no le dio tiempo a leer.

La chica les siguió en silencio hasta que llegaron a aquel lugar cruzando el centro de la plaza y al acercarse más se dio cuenta de que en aquel lugar también se hacía la ropa a medida. En los maniquíes de la entrada había un par de modelos de uniforme escolar, uno para chicas y otro para chicos y la única diferencia entre ambos era que en el de las mujeres en la parte inferior llevaban una falda de tablas gris. La parte superior era una camisa blanca de manga larga con un escudo bordado, y una chaqueta azul tan oscuro que parecía negro. En el caso del uniforme para chicos, este llevaba una corbata del color del ónice; en el caso de las chicas, una pajarita del mismo tono. Phie esperó hasta que llegase su turno para que un hombre de mediana edad le tomase las medidas para lo que supuso que sería hacerle un uniforme.

Al terminar, Sophie esperó en la entrada a que el resto de adolescentes allí presentes acabasen. Como eran un grupo de 30 y ella había sido de las últimas, no había tenido que esperar mucho. El profesor les indicó que hiciesen una fila para salir de lugar y se acercó a Phie con un papel en la mano.

-Este es tu recibo para el traje, Goldfire. No lo pierdas o tendremos que hacerte otro.

Ella se limitó a asentir, preguntándose por qué les darían un traje gratis a todos ellos. La gente no solía ser tan amable con desconocidos, y menos de forma gratuita. Pensó que eran como cerdos directos al matadero.

En una de las calles que salían de la plaza, que eran el total cuatro, -por la que habían llegado, una que daba a la playa, la que daba a un pequeño pueblo y otra que subía hacia la colina de la roca- se extendía un camino hacia arriba en el que muy a lo lejos, en la parte superior, se veía un gran edificio presidiendo la isla, rodeado de otros más pequeños y una torre. Caminaron durante veinte minutos hasta que llegaron a la entrada del gran edificio que estaba marcada con una arboleda y unos grandes jardines. En una placa en la entrada, ponía el nombre del lugar: "Academia Hestia".

Los ojos oscuros de la chica no perdían un solo detalle de lo que había a su alrededor: estudiantes uniformados paseaban por los jardines de la gran academia de forma despreocupada y todos parecían mayores que ella, adultos -que supuso que eran profesores- reprendían a algunos adolescentes y bajo el barullo se podía escuchar las olas romper en la parte inferior de la roca de la isla. Debido a la altitud apenas se notaba el aroma a sal, pero el clima era bastante agradable para esas fechas del año porque el aire corría suave.

El grupo se dirigió al interior de la academia y el profesor les dio órdenes de permanecer en el hall. La joven sintió que se repetía la situación de hace unos días: volvía a estar lejos de sus padres en un lugar desconocido rodeada de desconocidos de su edad y en su misma situación. Pero había una diferencia: su prima no estaba junto a ella esa vez. Phie trató de buscarla, recorriendo con la mirada aquel lugar de techos altos y paredes de mármol blanco llena de estudiantes e iniciados como ella y su grupo, pero no encontró los ojos azules de su prima ni su pelo negro y cuidado. Se sintió irremediablemente sola y deseó hacerse una bolita y huir al darse cuenta por primera vez de que ella no iba a estar ahí, al darse cuenta de que no había nadie junto a ella por primera vez en su vida.

La Academia [Saga Hijos de Apolo] #1Where stories live. Discover now