Liam bajo sin esperar por Zayn, estaba demasiado ansioso, extrañaba visitar a sus padres. No había vuelto desde un año, se sorprendía por la rapidez que transcurría el tiempo, en más un año pasaron tantas cosas que ahora se daba cuenta de lo fuerte que fue, el dolor había sido tan grande.

Tenía el derecho en tomar un suspiro, debía tomarse unos días de vanidad, le vendría bien poder sentir el poder siendo un omega. Zayn debía estar agradecido con el destino, tenía al mejor omega a su lado.

Sin duda.

Zayn lo sujeto de la cintura y lo acompaño hasta el gran espacio verde, el césped había crecido, estaba húmeda y daba más frescura al viento. Liam disfrutaba de ello, el aire limpió le relajaba, estar embarazado le había desarrollado más él olfato y se sofocaba con tanta aroma en la casa.

Era escasas las lápidas que había, los padres de Liam se encontraba en el cima del centro, donde había más vida de flores pequeñas. La lápida era de mármol gris, las letras en una caligrafía suave y plateada, resaltaban bien. Ambos nombres en el pequeño muro, todavía seguía firme y limpio, y las flores ya marchitas que Liam había dejado desde la última vez que fue.

El lobo le beso la coronilla cuando llegaron al frente de la lápida, fue parte de la manada que nunca volvió al lugar. No los olvido, solo fue por promesa verles junto con su hijo, con su pareja predestinado.

—Es raro.—Susurro Liam, soltandose del agarre del lobo, para arrodillarse enfrente de las lápidas de sus padres.—Pero se siente bien.—Dijo acariciándo levemente el mármol.

Un nuevo silencio se formó entre el alfa y su pareja, el pequeño omega se quedó en el suelo arrodillado, acariciándo levemente su abultado estómago.

—Me hubiera gustado que estuvieran aquí conmigo ¿Saben?—Liam sonrió levemente a las tumbas de sus difuntos padres.—Para empezar, me hubiera gustado que interrogaran a Zayn. Que le dieran su aprobación.—Una tierna risita escapó de los labios de Liam y el alfa sonrió ante aquel tierno sonido.—De seguro ahora estarían felices de saber que serían abuelos.—Susurro tristemente, sintió sus ojos humedecerse.—Dios, ustedes dos serían un caos, jugarían con ellos todo el día y de seguro los ayudarían con sus travesuras, tendría que cuidar de ustedes dos, de mis cachorros y aparte de Zayn. Son tan revoltosos y estoy seguro estos dos bebés son igual.—Una lágrima rebelde escapó del lagrimal del omega y Zayn sonrió tristemente.—Pero no, ustedes tuvieron que ser los héroes y morir en combate. No lo tomen a mal, estoy orgulloso de lo que hicieron, salvaron a nuestra manada y demostraron su lealtad hasta el último de sus días.—Zayn se colocó en cuclillas junto al chico, sentía que en cualquier momento se rompería.—Pero los necesitaba conmigo, por favor, tengo mil dudas de la vida, necesito sus charlas que terminaban en malos chistes, sus serías miradas cuando llegaba tarde a casa y sus sonrisas orgullosas cuando tenía algún logro.—Liam sintió sus lágrimas caer y Zayn rápidamente lo abrazó a su cuerpo.—Los extraño y de verdad quisiera que estuvieran aquí conmigo, que me acompañaran en todos estos momentos.—Zayn acarició levemente la castaña cabellera, tratando de calmar al omega.

—Shh, tranquilo Liam. No te alteres, le hará mal a los bebés.—Liam respiro profundamente y apoyo su cabeza en el hombro de Zayn.

—Los amo.—Susurro mirando las tumbas.—Y espero que donde sea que estén, me cuiden.—Zayn beso la frente del chico y este sonrió.—Y también a Zayn, por favor en especial a el, es tan impulsivo que estoy a punto de darle la patada en el trasero de su vida haber si se calma.—Zayn comenzó a reír a carcajadas de los recién dicho.

—Oh por favor, no me digas que sigues resentido de cuando fui a ayudar en lo de la manada de Jack.—Liam bufó y se acurrucó contra Zayn.

—Como decía, cuidenlo o le patearé el trasero, embarazado y todo.—Zayn río nuevamente y negó.

—Les dije que lo cuidaría y si, tal vez he fallado un montón de veces por miedo, pero creo que lo estoy haciendo bien ahora.—Liam miro con una tierna sonrisa al alfa.—Hare lo que sea por el. Alexander y Benjamin Payne, les juro por mi vida que cuidare hasta el último suspiro de mis pulmones a su hijo y a sus nietos.—Liam sintió sus ojos humedecerse de nuevo.

Un nuevo silencio se estableció entre ambos, se quedaron entre los brazos del otro, disfrutando de la tranquilidad de la tarde. Era una tarde especial.

—Deberiamos irnos, pequeño.—Liam suspiro y asintió levemente.

—Volveré pronto, no se vayan a mover de aquí.—Les dijo soltando una leve carcajada, Zayn negó divertido.—Los amo.—

—Ven aquí, pequeño.—Zayn extendió su mano a Liam para que se pusiera de pie.

—Gracias por esto, Zayn.—El alfa sonrió y abrazando a Liam por la cintura comenzó a caminar hacia el auto.

—Esta bien bebé, siempre que quieras podemos venir.—Liam suspiro y se apoyo en contra del cuerpo de Zayn.—Ahora vamos a casa, me debes un masaje.—Liam comenzó a reír y negó con una radiante sonrisa.

Subieron a la camioneta y tranquilamente emprendieron el camino a casa. Había sido una linda tarde para ambos.

Hxrry & Jaz

Zona de guerraWhere stories live. Discover now