Capítulo 30

1K 63 11
                                    


Continúe caminando, el sonido de mis pies chocar contra el mármol hacía eco en todo el lugar. Era espacioso pero tan deshabitado que cuando niño lograba perturbarme. El olor a sangre llegó a mis cosas nasales proveniente de la habitación que había salido hace algunos minutos combinado con los jadeos y gritos desgarradores. Hice una mueca de desagrado ante aquel hedor.

Limpié la sangre de mis nudillos con mi playera. Era un olor iracundo, asqueroso tan común de ellos.

Pare al encontrarme en la puerta de metal, solo bastó que pasará pulgar por la pantalla para que la puerta se abriera frente a mi haciendo un chirrido anunciando mi entrada. Los golpes se detuvieron al verme entrar. Con cinismo me posicioné frente a él su mirada llena de odio me emocionaba. Su cara contraída por la molestia y frustración me divertían. Su ropa rota y con manchas de sangre.

—Tú—Gruñó con molestia—Maldito bastardo...—Mi puño estampó con fiereza en su cara. Escupió sangre. No pide sentirme más feliz al ver como cerró los ojos por el dolor—Joder—Farfulló con molestia tome el cuello de su camiseta y lo acerqué a mi cara.

—Si sabes lo que te conviene mantente callado—Dije con voz furiosa. Sonreí abiertamente al ver que había callado—¿Sabes?—El no hizo ademán de hacerme caso—Siempre creí que tu serias el segundo al mando con ese bastardo, tanto tiempo apoyándolo, estando a su lado incondicional ¿Para qué? ¿Para que los escogiera a ellos y te dejará de lado, como basura?, ¡Aprovecho tu admiración y respeto!, Cuando ya no te necesitaba ¡Simplemente te deshecho!, ¡Apesar de haber abandonado todo! —Su mirada bajo al suelo afirmando lo que decia. Avergonzado, furioso, triste. Una mezcla de sentimientos que lo abrumaban. Lo destrozaba, lo sabía, pero no era suficiente no cederá por completo.

—¿Tu qué sabes?—Pregunto con la voz molesta. Una simple fachada. Ocultaba el dolor que sentía.

—Se más de lo que piensas—Dije le hice un disimulado gesto con la mano a mi compañero para que abandonará la habitación, acción que el acató y salió en silencio—Desde el inicio eso fue lo que fuiste, un comodín—Con calma me senté frente a él—Hiciste todo lo que el te pedía para mantenerlo feliz ¿Y tu que ganaste?—Silencio. Cada palabra que salía de mi boca era verdad.—¡Te remplazaron con facilidad!—Reí divertido.—Y ni hablar de Luke—Su cuerpo se tenso más—Creiste en sus palabras, confiaste en él y él fue el primero en darte la espalda.

Su mente estaba vulnerable cosa que hacía más fácil mi misión.

—Oh, casi lo olvidaba—Lo mire cínico—Jolie—Sus hombros se agacharon y bajó la cabeza—Abandonaste lo poco que habías logrado volver a construir y el final fue lo mismo que los demás—Me acerqué a su oído y susurré—Te volvieron a abandonar.

Me alejé de él y mire detalladamente sus movimientos. Aún no era suficiente. Lo quebraría por completo.

—Jane—Canturre su nombre, él alzó la cabeza—No importo que tantas cosas hablaron de ti, que tantas cosas te inculparon, ella se acercó a ti dispuesta a apoyarte—Por eso me enamoré de ella—Te ofreció lo que nadie hace años lo había hecho. Te ofreció su cariño. Su amistad—Esto sería la gota que derramaría el vaso—Y tú—Hable con voz seria— La traicionaste.

—¡No es cierto!—Alzó de golpé la cabeza, sus ojos repletos de lágrimas retenidas.

—Se qué no fue tu culpa—Interrumpí antes de que siguiera, con voz calmada y amable.—Tu no querías hacerlo —Él negó con la cabeza. Su cuerpo se relajó. Lo estaba logrando.—La querías mucho, deseabas que no le sucediera nada. Intentaste detenernos, la quisiste proteger—Acerqué mi mano a su cara acariciando con delicadeza su cara, él no me detuvo. Tan roto. Estába lleno de golpes y cortaduras, no tan profundas, pero dolorosas. — Te ofrezco algo—Él me miró con confusión—Trabaja con nosotros, no te haremos lo que ellos—Él me miró unos cortos segundos antes de asentir con la cabeza.

Estaba tan corrompido. Fue fácil de manipular. Tan fácil.

[•••]

—¿Por qué?—Preguntaba incesante. Sus ojos cubiertos de lágrimas me miraban esperando una respuesta. Rota. Era así como se encontraba. Si tan solo él no hubiera vuelto todo seguiría como antes. Realmente lo odiaba. Odiaba que tuviera todo lo que yo deseaba.

Acerqué mi mano a su rostro, ella abrió los ojos horrorizada y con un hilo de voz imploró que me detuviera. No le hice caso y con la punta de mis dedos toque su mejilla. Tan suave, hice un camino imaginario de su mejilla hasta su frente.

—Jack—Dijo mientras temblaba. La ignoré.

—¿Por qué lo escogiste a él?—Pregunté triste sin mirarla, acaricie con delicadeza las lágrimas secas debajo de sus ojos. Ella me miró confundida.

No respondío. No sabía que decir.

—¿Acaso él era mejor que yo?—Pregunte sin esperar respuesta. En un instante enfurecí —¿¡Él qué te daba que yo no pudiera darte!?—Se sobresaltó asustada—¡CONTESTA!—Fue estúpido pedir respuestas.

Ella no recordaba. De eso me encargué yo y por un segundo creí que lograría hacerla feliz. Olvidándose de ellos, olvidándose de él.

Su mirada bajo y su labio inferior tembló.

Me levanté furioso de la cama y salí de la habitación dando un fuerte portazo.

Creí que con eso lograría que estuviéramos juntos. Creí que sería por siempre. Aventé con ímpetu los muebles que yacían cerca de mi alcancé. Creí que seria suficiente. Me había esforzado tanto en volver a construir una vida como humano a lado de ella para que él llegará e hiciera que mis esfuerzos no valieran la pena. Con un simple puñetazo destruí gran parte de la pared, el dolor invadió mis nudillos. La sangre se deslizaba por ellos.

—Señor—Hablaron con respeto detrás de mí. Con molestia volteé a verlo. Su mirada asustada me miró unos segundo antes de voltear a mirar a otro lugar—T–Tinna lo busca—Balbuceo temblando.

—Largate—Gruñí amenazante. No hizo falta repetirlo dos veces, él ya se encontraba corriendo lejos de mi.

Caminé entre los pasillos. La mezcla de sonidos de maquinas me informo que ya había llegado. sin necesidad de tocar entre por la puerta. Ella ni se inmutó, no levanto la vista. No hizo nada. Molesto rodee los ojos. Recargue mi espalda en la pared más cercana.

—¿Qué es lo que querías?—Pregunte sin ocultar mi molestia.

—Ya esta hecho —Al instante entendí a lo que se refería. Sonreí con felicidad. Ella se giró en su silla, acomodo sus lentes con su mano y preguntó:—¿Cuándo...?

—Mañana—Y sin más di una vuelta y fui a la salida.

—Jack—Pare de caminar y volví a verla. Su mirada calmada y esa expresión de seguridad en su rostro me dislocó un poco—Esta vez será diferente. Lo conseguiremos.

No era una pregunta. Era una afirmación.

—Así es—Conteste con una sonrisa.

Esta vez yo ganaría.

[••]

Él los estaba destrozando.
Esas palabras los quebraban.
Parecían tan débiles. Tan rotos.
Los gritos llenos de dolor hacían eco en aquellas paredes sin color.
Se retorcían en el suelo.
Y su mente no paraba de repetir las palabras que él dijo.
Unas palabras llenas de veneno.


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 07, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Red Lies Where stories live. Discover now