Capítulo 29

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Capitulo 29.

Mi familia siempre me había dicho que no era cierto lo que decia, que era una paranoica al contarles las veces que había sentido una constante mirada en mi, siguiéndome a todos lados. Vigilandome.

Recuerdo sentir miradas clavadas en mi espalda cada vez que iba a algún lugar, el escuchar las ramas romperse detrás de mi a algunos metros de distancia. La desesperación al sentir que aquella presencia pasaba a mi lado.

Nadie me creía y con el tiempo yo también deje de creerlo. "Solo es mi imaginación" Pensaba sin tomarle importancia.

Ahora ya sabía la verdad.

Traté de callar los sollozos que escapaban de mi boca inútilmente mientras alzaba mi cabeza conectando mis ojos con los suyos. Mi garganta se llenó de palabras llenas de veneno al ver su cara llena de arrogancia, más no dije nada.

Es irónico, la persona de quien menos me espere que me hiciera daño fue quien más me lastimó. Él me protegía e ingenuamente creí en que jamás me defraudaría.

Con las pocas fuerzas que tenía intente levantar mi brazo pero fue inútil, este cayó de nueva en la posición anterior.

La habitación estaba sumida en un silencio sepulcral. La sonrisa que estaba plasmada en su cara me hacía odiarlo aún más, un sentimiento que jamás creí que sentiría por él. Posó su mano en mi cara y comenzó a acariciar mi mejilla, su mano rasposa logro hacerme un poco de daño.

Quise gritarle que se detuviera sin embargo de mi garganta ninguna palabra salió. La mirada llena de arrogancia que me dirigía lograba desconcertarme. Él no era lo que creía, y al instante me pregunté ¿Alguna vez me dijo la verdad?, ¿Mentía cuando decía lo mucho que me quería?, ¿Sus sentimientos por mi fueron reales?

Su mano se deslizó de mi mejilla hasta mi cuello, yo solo cerré los ojos rogando en silencio que no me hiciera nada. Dolía saber que él lo hiciera

—Jane—Llamo mi nombre, más no recibió respuesta. Subió una vez más su mano y la posó en mis labios, los acarició con lentitud y delicadeza. No respondí, tal vez fue por mi falta de valor de hablarle o por el simple hecho de no entender que ocurría—Jane—Repitió.

—¿Por que lo hiciste?—Me obligue a preguntar, mi voz salió temblorosa. La sonrisa que había mantenido desde que llegó se había esfumado en cuestión de segundos. La necesidad de gritar me invadió al ver su cara, el odio estaba plasmadada en ella.

Con lentitud acercó su cara a la mía, intente lejar mi cara al notar sus intenciones, pero él con brusquedad tomó mi barbilla deteniendo mis movimientos.

—Por que te amo—Dijo antes de que estampara sus labios en los mios. No podía hacer nada por alejarlo. Por docena de vez las lágrimas cayeron a cántaros de mis ojos. Ya lo habíamos hecho, cientos de veces, pero esta vez era diferente. Ya no había amor sólo miedo.

El aire escapó de mis pulmones con rapidez, pero el ni se inmutó. Al terminar se alejó unos centímetros de mi cara y con voz ronca susurro en mi oído:

—Por ti sería capás de hacer muchas cosas, Jane—Tomo un mechón de mi cabello y jugueteó con el unos segundos antes de levantarse y caminar hacia la puerta—Me voy linda—Dijo mientras guiñaba su ojo y devuelta una sonrisa aparecía en su cara, al salir cerró la puerta tras de sí.

Intente detener las lágrimas que salían de mis ojos, pero fue en vano. Moví ligeramente mi cuerpo de aquella cama, pero el punzante dolor me hizo parar.

¿Por qué a mí? La presión en mi pecho se hizo más fuerte.

—¿Qué hice?—Me pregunté en silencio, mi cabeza daba cientos de vueltas.

La angustia, el desconcierto y el miedo era una pésima mezcla de emociones. Cerré los ojos en un intento de volver a conciliar el sueño, pero fue inútil. La visita de Jack me dejó con cientos de preguntas, ¿Qué cosas sería capás de hacer?, ¿Tendría algún límite?

Derek.

Su llegada me dio un giro de 360° a mi vida. Su seguridad y misterio me logró atraer, como si de un imán se tratará. En el momento que crucé palabras con él, deseé conocer los secretos que ocultaba. Jamás imaginé los problemas que me traería su sola presencia.

¿El conocerlo fue cosa del destino o había sido planeado?

Tantas veces Derek me había dicho que Jack no era lo que creía, pero Derek tampoco era lo que llegué a imaginar. El recuerdo de Derek me mantuvo ocupada unos minutos, sus palabras llenas rencor y odio. Estaba segura de algo; ellos ya se habían conocido antes de que Derek entrara a la escuela.

Pero, ¿Como se habían conocido?

Antes de que otras miles de preguntas invadieran mi cabeza la puerta fue abierta una vez más. Desvíe la mirada del techo y la pose en la persona que entró. Mis ojos se abrieron como platos, mi garganta se cerró y el aire faltó en mis pulmones.

Tenía que ser un maldito sueño. No podía ser verdad.

Abrí la boca queriendo decir algo pero nada salía. Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Joder, ¿Qué esta pasando?, ¿Qué hacían aquí?

—Jane—Susurraron al unisonó con una sutil sonrisa en su rostro. La más pequeña se abrió paso entre ellos y corriendo se acercó a mí, las lágrimas también bañaban sus mejillas. Sus cortos brazos abrazaron mi torso con fuerza y Subió con poca agilidad la cama, no me importo el dolor que sentí cuando en un movimiento de ella, golpeó mis costillas. No me quejé ni me moví. No podía hacer nada, incrédula los miré.

Cerré un par de veces mis ojos deseando que al abrirlos ellos se esfumarían, lamentablemente ellos eran reales.

—Nora—Logré susurrar, volteé a mirar a los otros presentes—Mamá, Samuel.

Nora se aferró con mayor fuerza a mi cuerpo y Samuel con lentitud se acercó a nosotras y me jalo con delicadeza a él y sus brazos también me aprisionaron con fuerza, mi cabeza reposaba en su pecho, su corazón latía con fuerza.

Lentamente una sonrisa se dibujó en mi cara y disfruté por unos segundos el cariño que me daban. No quería pensar, no ahora. No quería saber por qué ellos estaban con él, con Jack.

• • •

Los único que se escuchaba en esa habitación eran los sollozos desgarradores de una “Familia”.

La madre sin valor de acercarse cayó de rodillas al suelo, escondiendo su rostro entre sus manos. Su lágrimas caían sin misericordia al suelo.

Ya no quería seguir con eso.

Mentiras.

•••

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