Capitulo 1 segunda parte

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Su padre recorrió varias calles y aparcó frente a su antigua casa, una amenazadora y posmoderna caja marrón con una ventana cuadrada en el mismo centro; una tremenda desilusión después del bloque de apartamentos islandés de color azul ultramar. Aria entro después de sus padres y se dirigieron apresuradamente a habitaciones distintas. Oyó que Mike contestaba el teléfono móvil fuera y pasó la mano a través de las motas de polvo que flotaban en el aire.

-¡Mamá!-Mike entro corriendo por la puerta de la calle—Acabo de hablar con Luke y me ha dicho que hoy se hacen las pruebas de lacrosse.

-¿Lacrosse?- Su madre salió del comedor-. ¿Ahora mismo?

-Sí-Dijo Mike- ¡Voy a ir!-Subió corriendo la escalera de hierro forjado que llevaba a su antigua habitación.

-Aria cariño.-Se dio la vuelta al oír la voz de su madre- ¿puedes llevarlo al entrenamiento?

Aria soltó una carcajada pequeña-

-Ah, ¿mamá? no tengo carné.

-¿Y qué? En Reikiavik conducías todos los días. El campo de lacrosse solo está a un par de kilómetros, ¿no? Lo peor que puede pasar es que atropelles a una vaca. Espéralo hasta que termine.

Aria cedió. Su madre ya parecía agotada. Oyó a su padre abriendo y cerrando armarios y mascullando entre dientes en la cocina. ¿Se querrían sus padres como en Islandia? ¿O las cosas volverían a ser como antes?

-De acuerdo-Farfulló. Dejo las bolsas en el rellano, cogió las llaves del coche y se colocó en el asiento delantero de la furgoneta. Su hermano se sentó junto a ella; por asombroso que fuera, ya se había puesto el uniforme. Le dio un vehemente puñetazo a la red del palo y le dirigió una sonrisa maligna y cómplice.

-¿A que estas contenta de haber vuelto?--Aria se limitó a suspirar a modo de respuesta. Durante todo el trayecto Mike apretó las manos contra la ventanilla del coche, vociferaba cosas como: << ¡Esa es la casa de Caleb!>> , <<¡Han demolido la rampa del monopatín>> y <<¡La caca de vaca todavía huele igual!>>. Apenas había detenido el coche en el extenso y bien cuidado campo de entrenamiento cuando Mike abrió la portezuela y salió disparado.

Aria  volvió a inclinarse sobre el asiento, miro por el techo solar y exhaló un suspiro.

-Estoy cansada de haber vuelto-Murmuró. Un globo de  aire caliente flotaba plácidamente entre las nubes. Antes era un placer verlos, pero hoy lo miro atentamente, cerro un ojo y fingió que lo aplastaba con su pulgar y su índice.

Una comitiva de muchachos ataviados con camisetas Nike, pantalones cortos abolsados y gorras de beisbol al revés desfilo lentamente ante el coche en dirección al pabellón deportivo. ¿Lo ves? Todos los chicos de Rosewood eran fotocopias. Aria pestañeó.

Uno de ellos hasta llevaba la misma camiseta de Nike de la universidad de Pensilvania que solía ponerse Calum Hood, el chico del sándwich de helado el que se había enamorado en segundo. Observó con los ojos entrecerrados el cabello oscuro y liso del muchacho. Espera ¿Era…él? Ay, dios mío. Sí que lo era. No podía creer que siguiera llevando la misma camiseta que cuando tenía trece años. Probablemente era para que le diera suerte o por alguna extraña superstición de atleta. Calum la miro intrigado, fue hacia el coche y llamó a la ventanilla. Aria la bajo

-Tú eres la chica que se fue al Polo Norte. Aria, ¿no? ¿Eras amiga de Ali D?-Continuo Calum.

A Aria le dio un vuelco el estomago

-Ajá-Musitó.

-No, tío-Luke Hemmings, el segundo chico más bueno de Rosewood, aprecio detrás de Calum-.No se fue al Polo Norte, se fue a Finlandia. Ya sabes, de donde es Svetlana, la modelo. La que se parece a Hanna.

Pequeña Mentirosa || a.i ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora