34. Maratón p.1 Malentendidos, malentendidos everywhere

27.9K 1.2K 432
                                    

Hola mis criaturitas:) Pues esta es la primera parte de la maratón, espero que os vaya gustando ya que dentro de nada colgare ya la segunda parte. En el capítulo anterior recibí unos comentarios que me llegaron muy adentro diciéndome que era una gran escritora, muchas gracias, sois geniales:D

PD: Recibí unos comentarios, bueno eh, no os preocupéis, de que cuando iba a durar mi novel. Me lo han preguntado unas cuantas personas y quería saber si lo decid por que de tan larga se está yendo a la mierda o porque os gusta. Si es porque se está haciendo muy larga me lo decís y yo hago que caiga una bomba y se termina el problema pero bueno:’)Espero que os guste el capítulo como siempre y que disfrutéis. Te quiero mi criaturita<3 @loveislove22:$

Like y fap<3

_______________________________________________________________________________________

*Narra ____*

Esas pulseras eran como un símbolo de nuestra amistad, todos teníamos la misma en diferentes colores, la mía azul, la de Lorena verde y la de Alex amarilla. Antes de que Alex se fuera a Barcelona me dio la suya, para que lo recordara siempre y la de Lorena venia junto a la carta. Supongo que estarían mejor con sus legítimos dueños.

Íbamos hacia la entrada donde nos esperaba Mangel. Yo en todo el camino de vuelta a casa estaba muy callada, no decía nada pero tampoco quería preocupar a mis amigos con mi amargura vital.

____: ¿Queréis que vayamos a comer algo?

Rubius: ¿Estás segura ____? – Se le notaba su preocupación.

____: Claro, ¿Por qué no?

Rubius: Nose.

Mangel: Mejor no preguntemos y vayamos a comer.

Rubius: Si, mejor.

Nos dirigimos a un Frankfurt en el que yo me pedí un bocadillo de morcilla y ellos dos unos perritos calientes. Después de comer yo seguía con hambre, no me explico el fondo que tengo así que decidimos ir a comer unas creps de postres. Yo una de nocilla y ellos uno de queso con miel y el otro de nocilla con virutas de chocolate blanco. Ya total no me importaba engordar, estos últimos días me había estado pesando y había engordado dos kilos, pero a estas alturas ya me da igual.

Con la compañía de ellos dos que iban animando me sentía francamente bien aunque no podía sacar de mi cabeza a Lorena y a Alex, nunca los olvidare. Íbamos por la calle haciendo el gilip* hasta que entramos a tomar un yogur helado, “venga” pensé, “ya total”. De verdad que creo que yo hoy ya no como más, no puedo ni conmigo misma casi.

Rubius: ¿Pero se puede saber que te pasa que comes tanto?

____: Pues como tú.

Rubius: Yo SIEMPRE como así, en cambio tu no.

____: Nose, cuando estoy nerviosa o estrés a veces me pasa que como sin control, pero bueno.

Mangel: ¿Es por lo de Lorena y su hermano no?

____: Supongo que en parte sí, pero vuestra compañía ayuda mucho, muchas gracias.

Rubius: Sabes que yo siempre estaré contigo. Te quiero. – Se acerco a mí y me dio un beso en los labios a lo que yo como acto reflejo mire a Mangel para ver que hacía, no era mi plan hacerlo sentir incomodo. Rubius se dio cuenta de esto y se separo de mí y me miro con cara rara. Yo me acerque a su oreja y le dije: “No quiero que se sienta incomodo, pero sabes que te quiero”, el me dio un corto beso en los labios al comprender el porqué de mi reacción.

Meet the RubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora