Capítulo 36

183 13 2
                                    

Bajamos las escaleras y al llegar al comedor ya estaban todos sentados

- Pepe ya esta por bajar -dijo refiriéndose a su hermano

- buen trabajo Mica, pudiste despertarlos -me dijo Agus

- sí, fue Mica la que hizo buen trabajo. Si hubiera venido Fernando sólo le hubiera metido una piña - dijo Mati Besson

- fueron juntos? -Agus preguntó mirándonos sorprendido

- sí, él me ayudó -dije tímidamente

Durante el desayuno no faltaron las risas y los chistes como sucede siempre que estoy con ellos, me divierto tanto. Todo el tiempo Fer y yo intercambiamos miradas cómplices, sonrisas coquetas, pero nadie pareció notarlo.

Cuando me aseguré de que todos habían terminado de desayunar, comencé a juntar las tazas.

- no no, que hacés? Dejá que yo me ocupo -me dijo Lulu levantándose

- no, de ninguna manera. Vos ya hiciste el desayuno, yo voy a lavar

- no, no hace falta

- pero lo voy a hacer igual, vos quedate sentada

- dejá yo te ayudo -dijo Agus levantándose y comenzando a juntar tazas también

- sos un ángel -me dijo Lourdes

- y yo? La voy a ayudar dije -reclamó su hijo

- sí, vos también sos un ángel porque te crié yo -bromeó- quiero conocer a tu mamá, la próxima vez que bailen me la tenés que presentar -me dijo

Mi expresión claramente cambió y miré a Agus que estaba al lado mío y luego a Fer que seguía sentado y me miraba preocupado.

- perdón, no quise decir nada fuera de lugar -se disculpó notando nuestras caras

Al parecer los demás también notaron la situación ya que todos se callaron.

- no, no pasa nada es que... no creo que veas a mi mamá nunca en el programa porque no está de acuerdo con que yo baile así que no me habla hace más de un mes -dijo mirando para abajo- no creo ni que venga a verme al piso ni que me mire por la tele ni por ningún lado -sentí que mis ojos comenzaron a cristalizarse y el silencio que abundaba- pero no importa -dije bruscamente agarrando una taza más y dirigiéndome a la cocina

Encima ni siquiera en la cocina podía soltar mis lágrimas ya que estaba separada del comedor sólo por una barra así que seguía a la vista de todos los chicos que aún seguían en un silencio incómodo

Agus dejó las tazas que traía en la mesada y se quedó parado junto a mí

- estas bien?

- ajam -dije ya que si hablaba soltaría las lágrimas que contenía

Agus en lugar de irse se quedó apoyado en la mesada al lado mío. Dejé caer una lágrima y el pasó su brazo por mis hombros. A los pocos segundos, Lulu se acercó a donde estábamos.

- chiquita cómo estás? Perdón no quería ponerte mal

- no es tu culpa -dije secándome otra lágrima con mi brazo ya que mis manos seguían con detergente- es un tema que me pone sensible

- estoy segura de que pronto van a empezar a hablar nuevamente y tu mamá va a entender y te va a apoyar, le costará un poco pero va a terminar haciéndolo

- eso espero -intenté formar una sonrisa.

- querés que siga lavando yo? -me ofreció

- no! De ninguna manera -retomé mi actividad

- en serio, no hace falta que lo hagas

- no me molesta, por favor dejame hacerlo

- sos un ángel -me acarició el cabello y me miró con ternura a lo que yo respondí con una sincera sonrisa.

Terminé de lavar lo más rápido que pude y me dirigí al baño, necesitaba terminar de exhalar la angustia que se había instalado en mi pecho al hablar sobre la situación con mis padres. Cuando ya estaba adentro respiré profundo mirándome al espejo hasta que de pronto me asusté al sentir que alguien abrió la puerta y se adentró rápidamente al cuarto conmigo.

- que hacés? Mirá si de verdad hubiera estado usando el baño? -dije escandalizada-

- supuse que no y parece que acerté -dijo Fer luego de cerrar la puerta

- qué pasa?

- quería ver cómo estabas? Ya que antes no pude acercarme... -dijo mirando para otro lado, parecía un poco molesto

- estoy bien, no pasa nada. Es algo que simplemente tengo que superar

- y por qué viniste acá? La vez pasada hiciste lo mismo cuando hablamos del tema de tus papás

- es que no me gusta que me vean llorar, me siento como una nena tonta

- osea que ibas a llorar

- no, sólo vine a descargar pero no tenía planeado seguir llorando

- sabés que podés confiar en mí no? Que no sólo podés confiarle todo a Agustín? -dijo otra vez sin mirarme

- de verdad estás celoso de Agus? -largué una risa incrédula-

- no... no tendría por qué, es obvio que estás muerta conmigo -recuperó su expresión de superioridad. Yo lo miré alzando una ceja- no tiene chance.

Se acercó a darme un beso pero unos golpes en la puerta nos interrumpieron, igual que hace un rato era Agustín quien estaba del otro lado.

- Mica, estás bien?

Fernando bajó la cabeza frustrado por la interrupción y yo salí de su agarre para responder al llamado de mi amigo. Abrí la puerta y salí rápidamente intentando que no notara la presencia de Fer allí.

- sí, ya se me pasó -dije una vez fuera de allí y de haber cerrado la puerta tras de mí

- deberías largar todo eso que tenés contenido de una vez, te va a hacer mal

- ya sé, no me es tan fácil demostrar mis sentimientos y mucho menos que los demás me vean tan vulnerable -confesé

- sé que es difícil dejar salir todo lo que uno siente y que muchas veces no encontramos a la persona correcta para hacerlo pero te aseguro que en mí podés confiar y que voy a estar ahí cuando estés lista -dijo mirándome sinceramente a lo que yo respondí con una sonrisa.

De repente se escuchó un ruido en el baño y ambos miramos hacia la puerta, Agus con curiosidad y yo con los ojos abiertos como plato.

- qué fue eso?

- se debe haber caído algo, seguro dejé algo mal apoyado no debe ser nada -dije nerviosa

Él notó mi nerviosismo ya que me miró desconfiado y abrió la puerta encontrando a Fer, yo me tapé la cara.

Me enamoré de quien no pensabaWhere stories live. Discover now