S E V E N T E E N

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Cuando Seokjin despertó, se vio a sí mismo en una cama que no era la propia, desnudo y envuelto en unas suaves sábanas de satén negro.

Intentó incorporarse para explorar un poco el lugar, cuando una punzada de dolor se instaló en su espalda baja. Un gemido quejumbroso se escapó de sus labios, alertando al hombre que yacía a su lado medio adormilado.

-Oye... ¿Te duele mucho?- le preguntó con aquel tono preocupado con el que le había preguntado casi lo mismo la noche anterior.

-Si... No... Talvez- hablo el otro con dificultad mientras se ponía de pie intentando ignorar el dolor.

La culpa golpeó vilmente a Namjoon al ver las muecas que el mayor hacia al tratar de caminar, y como un resorte se paró de la cama para correr hacia el.

-No te muevas... me ocupare de cuidarte y mimarte hasta que el dolor desaparezca- Seokjin pudo ver la culpa de su donsaeng, más no dijo nada porque disfrutaba de lo cariñoso que estaba siendo mientras lo levantaba para llevarlo a la ducha.

-Esta bien... yo te pedí que fueras rudo, y no me arrepiento- el pelimorado le dio una sonrisa ladina mientras regulaba la temperatura del agua- Anoche fue asombroso.

Ambos se sonrojaron ligeramente, Seokjin mucho más que el otro, mientras se miraban a los ojos.

-Aún así... lo siento, no debi ser tan duro- susurró mientras volvía a alzar a Seokjin para meterlo en la bañera y pasar una esponja por su cuerpo con delicadeza.

El castaño cerró los ojos, permitiéndose disfrutar de aquellas delicadas y dulces caricias que le eran proporcionadas. Jamás habría imaginado que Namjoon se comportaría tan tierno y cariñoso luego de prácticamente haberlo partido en dos.

-Esa fue mi parte favorita- habló de repente, desconcertando al pelimorado- Tu entrando duro y profundo en mi, la forma salvaje en la que me hiciste tuyo- explicó, provocando que Namjoon comenzará a ponerse cachondo por la forma sucia en la que Seokjin estaba hablando.

-Si sigues hablando así voy a ponerme duro- gruño el menor cerrando los ojos con fuerza.

-Quizás yo podría hacer algo para solucionar eso.

Y Namjoon sabía a que se refería, pero no lo aceptaría. No en ese momento, quizás cuando estuviese recuperado si, pero ese día no.

-Hoy no, cariño, hoy yo voy a consentirte. Ya habrá tiempo para que me hagas un oral- y con un beso en la frente de Seokjin dio por terminada la conversación.

El resto de la tarde Namjoon hizo sentir a Seokjin como una auténtica princesa. El día de campo con la familia de Taehyung había quedado en el olvido.

No era como si Seokjin o Taehyung pudieran asistir, de todas formas. Jin estaba seguro de que su querido amigo estaba en las mismas condiciones que él.

Namjoon lo había vestido con una de sus camisas favoritas, la cual le quedaba algo larga a Seokjin, para luego arroparlo con la sábana de satén. Le habia llevado un desayuno digno de la realeza a la cama, y a la hora del almuerzo habia ordenado la comida favorita del castaño.

Las caricias y los mimos no habían faltado, tampoco los dulces y tiernos besos repartidos por todo su rostro. Habían visto las películas favoritas de Seokjin abrazados, y Namjoon incluso le había hecho un masaje.

Kim Seokjin sentía que finalmente era amado, que finalmente había encontrado a su alma gemela.

Cita a ciegas [Namjin]Where stories live. Discover now