【Capítulo 4】

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••Día 32••

Hoy es el último día, último abrazo, la última vez que la veré... Último día de casados.

Caminaba mirando por el celular la dirección.

Al llegar, mire por todos lados, era un parque que venía en mi adolescencia.

—Levi—dijo ella.

Me volteé a verla, estaba con un hermoso vestido a lunares, esos atuendos que la caracterizaban, los cuales me encantaban verla acompañada siempre con su bolso lleno de tupper y esas miles de charlas antes de entrar a mi instituto.

— [TN] —dije acercándome a ella.

—Ten—me entrego un tupper rosa y unos papeles—. Ya lo firme.

¿Por qué ahora no quiero? No quería que lo firmará, estoy dudando ante esto.

—Y-Yo... —comencé a decir pero me interrumpió.

—Gracias por cumplir mi petición. —Sonrió y me abrazo fuerte, se la veía deteriorada, no quería que sufra.

Este abrazo duro unos segundos, sin poder llegar a decir espera, ella ya se había ido.

La mire alejarse, quería ir corriendo hacia a ella y abrazarla fuerte. Pero no tuve el valor.

Quede hasta la noche en aquel parque.

Me dirigí a la casa de mi amante, para contarle aquella noticia pero la encontré durmiendo.

Me senté en el comedor, mientras miraba el recipiente de plástico, las hojas del divorcio y un anillo de casamiento, el cual le iba a dar a mi amante.

Al agarrar las hojas, un pequeño sobre blanco cae de entre ellas; con duda lo alzó y lo abro.

Adentro se encontraba una carta.

‹Solo quería decirte que estos treinta días, fueron los mejores.

Hace cinco años no me habías abrazado y ni besado, sentía que me tenías asco posiblemente.

Mi único método de acercarme a ti era atreves de la comida, la cual siempre tirabas o decías que estabas lleno.

Pero pude hacerlo a través de mi petición.

Estos días te he llevado a una regresión de nuestro pasado...›

No pude seguir leyendo, mis manos temblaban.

Por eso el primero día me llevo a la escuela de Mikasa.

«— ¿Por qué me trajiste a este lugar? —pregunte mirando aquel establecimiento.

—Aquí mandaremos a nuestra hija—comento ella con una sonrisa.

—Apenas tiene un año—hable irónico.

—Lo sé—dijo para seguir caminando con Mikasa en brazos.»

O cuando me llevo al parque.

«— ¿Cómo te gustaría llamar a tu otro hijo? —pregunto ella mirando el cielo.

— ¿Otro hijo? —pregunte rápidamente jugando con Mikasa.

— ¿No quieres otro hijo? —pregunto juguetona.

—Apenas dormimos con Mikasa, espera unos años más.»

Lágrimas empezaron a pasar por mis mejillas.

El abrazo de la iglesia tenía más sentido.

«—Gracias—comento, mientras salíamos de la iglesia.

— ¿Por qué? —pregunte caminando hacia el auto.

—Por amarme—dijo sonriendo, para luego tirar el ramo.»

Agarre mis cabellos tratando de parar el dolor de mi corazón.

«—Es una niña—dije mirando las imágenes.

— ¿Cómo te gustaría ponerle? —me pregunto abrazándome.

—No lo sé, ¿Cómo quieres tú? —pregunte con una leve sonrisa.

— ¿Mikasa? —pregunto con un dedo en su barbilla.»

Miraba una y otra vez las firmas en los papeles... ¿Qué hice?

«— ¡Papá! —exclamó ella llorando en el muelle.

—Lo lamento—dije abrazándola fuerte.

—Tu no hiciste nada, ¿Por qué todo lo que amo se va? —Dijo con lágrimas en sus bellos ojos—. Mi madre con problemas de corazón y ahora mi padre por la tormenta.

—No, me tienes a mí y a nuestra futura hija—dije besando su frente.»

Tire los papeles con rabia.

No quería. Ya no quería esto.

«—Disculpa no te vi—dijo una hermosa chica castaña, recogiendo sus papeles.

—Tranquila, no te vi yo—dije ayudándola.

—T-Te tire el almuerzo—comento preocupada.

—No es nada—comente desinteresado, le entregue los papeles y libros.

—Ten—dijo extendiendo un pequeño compartimiento rosa—; puedes comer, abajo tiene mi numero para que me lo devuelvas—comento con una sonrisa.»

¡La amo! Gritaba por dentro.

Mire el tupper rosa, más lágrimas salían de mis ojos.

Lo abrí y era un rostro de arroz, con pelos de carne, ojos de aceitunas negras y una sonrisa con un morrón.

Sonreí mientras lloraba, era yo...

«— ¿Qué es esto? —pregunte aguantando la risa.

—Eres tú—murmuró con un puchero.

—Gracias—dije besándola.»

Es el mismo que me dio en ese momento...

Mire la caja con el anillo de bodas. También yo le di algo.

【Treinta y dos ¿Abrazos?】•Levi Ackerman•Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα