Capítulo 28: Reencuentro

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Aunque sus cuerpos ardían de dolor, todos se regocijaban en alegría. Los músculos no daban para golpear a alguien, pero si existía la suficiente fuerza para dar un abrazo. No existían categorías, indistintamente si eras un jounin o un simple genin, no era impedimento para demostrar el afecto.

Lentamente, imponentes rayos de sol anunciaban la entrada del amanacer, tan vivo y cálido que acompañaba con los corazones ardientes de esperanzas en una magnífica danza hacia un nuevo dia.

Ok no, muy Gai-Sensei.

Si era cierto que la gran guerra ninja había terminado hace unas horas y desde ese entonces ningún shinobi había dejado de sonreír y caminar de un lado a otro buscando sus compañeros, algunos con la amarga sorpresa de no encontrarlos y otros con encontrarlos sin vida.

Los grandes Kages se encontraban en situacion realmente critica por su ardua pelea contra el verdadero Madara. Sin embargo para Gaara, su cansancio físico no pudo contra sus enormes ganas de ir a felicitar al gran héroe.

-¡Naruto!- llamo al rubio captando la atención de entre sus amigos.

-Oe, Gaara- agitó enérgicamente su diestra - No tienes ni un rajuño ¿eh? Digno de ti-ttebayo.

Rio nervioso -Sigo siendo el Kazekage- recibió un asentimiento -Yo... bueno.. em- tomó una gran bocanada de aire y mantuvo su semblante serio- Felicidades Naruto, nos has salvado a todos. Hiciste bien -tendió su mano.

-No seas tan formal-ttebayo- dejó la mano en el aire y en cambio lo abrazo fuertemente.

Por instantes, el pelirrojo no coordino como tenía que reaccionar ante tal gesto. Su rostro parecía haberse tornado del mismo color que su cabello. Sonrió y por fin correspondió su abrazo.

-Gracias Naruto.

-¿Eh? ¿Por que?

-Por ser mi amigo- acarició la cabeza rubia con suavidad y le sintió estremecerse -Y por hacerme quererte.

Los pómulos del Uzumaki se calentaron y de pronto se sentia nervioso. Ese sentimiento inexplicable, comenzó a abrirse camino dentro de el. Ni siquiera pudo formular vocablo alguno cuando lo vio alejarse, sólo quedó alli. De pie y con esa frase repitiéndose constantemente en su mente.

"Por hacerme quererte"

.

.

.

-Naruto es medio raro- mencionó la Hokage al verlo viendo un punto exacto en el infinito con cara de baboso. Suspiro-Bueno, que se le hace.

-Esta experimentando, déjalo.

-Agh, Bien Kakashi. Incluso después de tan heroica intervención, los altos mandos y la exhaustiva insistencia de tu clan -se refirió a Hinata -Han decidido la pena mínima de treinta años como cargo por todos los delitos que ha cometido excluyendo el hecho de que salvo lo que conocemos como mundo shinobi.

-De-Demo, deberían ser mas comprensivos Hokage-sama, de no ser por el, aún seguiríamos en batalla aparte de salvar a un miembro importante de los Hyugas...

-Si si, ya se. Sin embargo, está decisión fue tomada mucho antes de la guerra y se prohibió alterarla. Ahora que lo tenemos más cerca, se te hara más fácil.

La peliazul observo a sus mayores dando un paso atrás- ¿C-Como que más fácil? ¿Q-Que tengo que ver en esto?

Kakashi, quien prefería mantenerse reacio ante esta situación, tomó la palabra sin ánimo -Como Sensei, conozco cierta de sus debilidades, pero ni yo ni Naruto e incluso Sakura, pudimos conocer su vida como tu lo hiciste.

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