Capitulo 14: Especial

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"Quiero ser fuerte como mi padre pero bondadosa como mi madre".

Ser un ninja exigía de muchas cualidades, no todo era la fuerza y el poder. Requería tanto agilidad en la lucha como sutileza en el dolor, en el cuidado. Sentidos tanto de supervivencia como de compañerismo era la clave en cualquier misión, no existe el "yo" en un equipo, existe la unión. El ayudar a quien lo necesite y proteger a quien corra peligro.

Si bien Hinata sabía de su carencia de habilidades para la pelea, era una excelente enfermera. Era de aquellas mujeres que le gustaba ayudar así fuera mínimo el resultado y atender le encantaba. Aun teniendo todo el bōke para servirle, prefería ella hacer sus propias cosas para no molestar a los demás. Esa era su razón de ser, pasar desapercibida para no crear malentendidos.

Alrededor de una semana había pasado, el trasplante de ojos había sido un éxito. Hinata nunca fue capaz de acercarse a ese tal "Madara", le daba mucho temor, incluso más de lo que daba Sasuke en un principio. Luego de eso, se quedaron en su escondite aunque el Uchiha mayor se había ido. Tenían ese amplio lugar sólo para ellos dos, claro, con la esperanza de que Taka los encontrara.

Pero la verdad, al líder le valía madre si ellos volvían, mejor para el tenerla sola que con compañía.

Noches en vela donde no pegaba ni un ojo para estar al pendiente de Sasuke. Si antes era irritante, ciego era desesperante.

Ella aún no se daba cuenta que lo hacía a propósito para tenerla cerca. ¿Quién necesitaba que le cepillaran el cabello a las 3 de la mañana cuando sabía que no saldría a ningún lado?. Pues él, y ella ni se negaba.

Cada 10min era un —Hyuga, tengo sed— o —Si intentas escapar, te arranco los ojos primero, quédate cerca— o su favorito —Me gusta estar solo porque puedo observar y pensar, pero como no puedo ver, tú debes ser mis ojos— y bum, la tenía como mínimo una hora sentada en el borde de la cama repitiéndole los tres mismos muebles que habían en la habitación.

La comunicación entre ambos se había vuelto más "fluida". Él sabía la mayoría de su vida, ya que le hacía contar historias para no aburrirse.

Sabía el desaire de su padre por preferir a su hermana menor en vez de ella. El consejo necesitaba un líder apto para comandar al clan, no una llorona y débil niña. Al principio, su voz se cortaba por el nudo en la garganta que se le formaba, sin embargo la interrupción del ajeno la calmo.

"Sé lo que se siente que tu hermano sea mejor que tú, pero la diferencia es que jamás podrá igualarte. No por nada tu destino fue nacer como primogénita"

En lo absoluto espero tal comentario viniendo del azabache. El ambiente se llenó de mutismo pero a ninguno le molestaba, era aquel tipo de silencio restaurador y reconfortante. Tenían tantas cosas en común que les asustaba.

Los momentos cuando la muchacha debía buscar comida eran la perdición para el otro. Aun cuando él la acompañaba hasta cierto punto, el retorno de la otra era incierto. Por instantes así necesitaba la presencia del desadaptado e inútil de su equipo Taka, no sabía con certeza si ella intentaría matarlo o simplemente escaparía.

Para su sorpresa, día tras día, jamás se fue.

"—Sa-Sasuke-san, no debería estar esforzándose tanto yo- se preocupó cuando lo veía caminar hacia donde ella estaba en vez de estar descansando.

—No te puedes ir— le corto de inmediato tomándola del brazo.

—Y-yo no lo dejare.

—No intentes aprovecharte de la situación, debes permanecer aquí hasta que yo quiera, recuerda que aún sigues bajos mis órdenes y-

—Sasuke-san, no lo cuido porque usted me mande, lo hago porque quiero hacerlo— hablo con ternura mientras se deshacía lentamente de su agarre. Aunque ella no lo supiera a él le encantaba cuando lo tocaba.

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