Capitulo 6: Declaraciones

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La mañana se hizo presente y un extraño olor a lavanda con un toque de miel se colaba por las fosas nasales del azabache. Despertó cuando sentía como el peso que llevaba encima se movía. Hebras de cabello picaban su rostro tratando de alejarse de él. ¿No ve que aún dormía? Aunque intentará no despertarlo era imposible por lo que entreabrió sus ojos.

Veía como la heredera suavemente trataba de zafarse de su agarre con su cara prendida en vergüenza.

-SASUKE LA PRINCESA HA escapa...- la boca del joven de la niebla casi tocaba el piso cuando entró en la tienda y vio aquella escena.

No era algo común ver a su líder abrazando a la que se suponía que era su rehén.

En un instante Hinata ya se había alejado lo suficiente, mientras esté solo fruncía el ceño y miraba seriamente a Suigetsu. Tan serio que provocaría pánico a cualquiera.

-Karin creo que ya la encontramos- susurro con desánimo.

-¿¡Donde está!!?- entro exasperada a la tienda.

Su mente se nubló cinco frustrantes segundos, quedándose en blanco a medida que sus ojos se abrían cada vez más para concluir vuelta una furia.

-¡Zorra! ¿¡Qué hacías en la tienda de Sasuke-kun!?

-Callate Karin- el Uchiha habló con su característica voz fria mientras se levantaba. Tampoco pasaría toda su mañana perdiendo el tiempo mientras ellos peleaban -A ti no te importa lo que haga o no

La contraria se quedo helada con un montón de preguntas procesándose en su celoso cerebro. Éste, los saco a ambos a patadas quitándole importancia a la resistencia que ponía Karin para quedarse y partirle la cara a la ojiperla la cual aún seguía conmocionada.

Se había quedado con su manos a ambos lados de su cuerpo sentada pensando que decir para defenderse pero nada salió de su boca. Estaba ida.

Por una parte la encontraron de manera no muy apropiada con el vengador y por otra una chica rabiosa ya la quería ahorcar por algo de lo que no tenía ni la más mínima culpa.

-Ni pienses que te quedaras ahí, muévete y sal- le hablo autoritario a la vez que se giró a ver a la hyuga claramente sorprendida y asintió.

Una vez afuera, se podía palpar la tensión en el ambiente. No podía ni alzar su vista porque sabía lo que le vendría. Un desfile de insultos en traje de groserías.

Cierto fue que durmio con el. También que estaban abrazados. Y que ella no puso oposición alguna a su orden.

La verdad si tiene motivos para culparme. Pensó.

Suspiró ante tal razonamiento, solo que lo que hizo no fue porque sintiera alguna atracción o quería "colarse entre sus sábanas" al contrario, solo quería salvar su cuello del portador del sharingan.

-Buenos días, Hinata- el gran hombre fornido se acercó a ella revolviendo un poco de su cabello como una niña.

-Ohayo Juugo-san-le saludo cortés

La personalidad de el contrastaba totalmente con su apariencia. El era pacífico, calmado, neutral. Aún no entendía que hacía una persona como el en este combo de asesinos. No obstante agradecía su presencia, parecía el único cuerdo que no trataba ni de matarla ni meterse entre sus piernas.

-Caminaremos hacia el sur durante seis horas, no nos detendremos, no comerán, ni beberán agua ya sabrán por qué- el líder enarcó una ceja en dirección a Karin.

-¿Que esperan para recoger?- Espeto molesto.

Nadie movía un dedo por irse, todos estaban tan metidos en sus asuntos que encontraba eso irritable.

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