Capítulo 6.

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Tenía que admitir que el desayuno verdaderamente estaba delicioso, ya que era un rico café con leche, con masitas hechas en esta especie de confiteria, y donde le ponían cubierta de chocolate a casi todo. Incluso algún extraño relleno a las donas. Igual eran deliciosas. 

Luego de irnos de allí, caminamos rapidamente hacia el hotel, en donde verifcando en mi teléfono, eran las 7:32 a.m. Por lo tanto, mamá todavía no se despertaría hasta después de las nueve. 

Me relajé y seguí caminando las cuantas calles que nos separaban del hotel. Mientras Justin en todo momento, intentaba iniciar una conversación pero no sabía con que tema, para variar. Se lo podía ver bastante nervioso, y ni hablar de mí, que me temblaban las rodillas como la mierda y no dejaba de darme escalofríos y no por el viento que ya ni nos golpeaba. 

—¿Te gustó? —Preguntó Justin mientras caminábamos. 

—¿Qué parte? —Contesté.

—El desayuno, quise decir. —Rió. 

—Oh, si. Fue genial. Gracias. —Mencioné. 

—Sabes, es la primera vez que hago hago algo como esto. —Exclamó mirando hacia el piso. 

—¿Te refieres a salir con las inquilinas del hotel? —Sonreí.

—Quiero decir, pasar un día como este. Nunca lo había hecho. —Rió nervioso. —Sacas lo peor de mí. —Me golpeó en el hombro.

—¿Yo tengo la culpa? Esto fue idea tuya, y no puedo entender como alguien puede odiar vivir en este lugar. —Dije mirando a mi alrededor. Aún con las tiendas apenas abriendo y el sol debilmente golpeándonos. 

—Luego de un tiempo te aburres, esa es la razón. —Respondió.

—¿No tienes amigos aquí? 

—Si, claro, los de la escuela, pero ellos en verano se van a vacacionar a la ciudad, —rió —muy irónico. 

—Me imagino que debe ser duro pasar estos meses solo. —Exclamé.

—Si, pues, igual me divierto. No voy mucho a la playa porque no tengo con quien, asi que me quedo en mi cuarto la mayoría del tiempo. —Colocó las manos dentro de los bolsillos de sus jeans y miró hacia el frente. 

—Pues te has ganado una compañera de playa este día. —Espeté sonriendo. 

—¿Enserio? —Justin rió mirándome. 

—Hagamos otra apuesta. —Sugerí encongiéndome de hombros. 

—Me parece bien. A que no te pones un bikini revelador para entonces —Mencionó levantando una ceja y riendo. 

—¿A que te refieres con revelador? —Entrecerré los ojos mirándolo. 

—Bueno, ya sabes, de dos piezas, de algún color llamativo y pequeño. —Torció la boca en una sonrisa y me miró desafiante. 

—Ni lo sueñes. —Aclaré. 

—Siempre supe que eras una cobarde. —Rió.

—Ya lo veremos —Susurré. 

Al llegar al hotel, rapidamente me despedí de Justin dejando en pié nuestra apuesta. Él me recogería después del mediodía para ir a la playa. Ni siquiera yo sabía como había pasado esto. Diablos. Pero ese chico era tan jodidamente lindo que no le podía decir que no. 

—Hola _________. Me saludó mamá cuando apenas había entrado al cuarto. 

—Hola mamá. —La saludé, tragué saliva y rapidamente dejé sobre la mesa el paquete de masitas que había traido de la confiteria en donde habíamos desayunado con Justin. 

—¿Qué es eso? —Preguntó observando el paquete. 

—Son unas masitas que compré. Me levanté temprano porque no podía dormir y fui a comprarlas para el desayuno. —Comenté. 

Al parecer, mi mamá se tragó la mentira aquella, ya que después no preguntó nada más y se dirigió hacia el baño para darse una ducha. 

Luego de unas horas, todos nos preparábamos para ir a la playa nuevamente. La verdad es que estaba comenzando a comprender a Justin, es decir, debe ser molesto y cansador hacer la misma rutina todos los días. 

Ya habíamos almorzado, asi que se suponía que dentro de unos minutos Justin pasaría por mi cuarto a recogerme. 

—Mamá, no iré a la playa con ustedes. —Dije antes de salir. 

—¿Por qué? —Frunció el ceño y me miró. 

—Hum, iré a la playa con aquel chico. ¿Puedo? 

Ella vaciló por unos segundos —Esta bien. Diviértete. —Besó mi mejilla y se fue con mis hermanas a la playa. 

Luego de eso, rapidamente me coloqué mi traje de baño y recordé enseguida la apuesta que estaba pendiente. Asi que no tenía pensado perder esta vez. Busqué por toda mi valija hasta hallar aquel traje de baño de dos piezas color fucsia que mamá me había obligado a traer. 

Bufé y luego de observarlo e imaginarlo en mi cuerpo, corrí hacia el baño y me lo puse. 

Al cabo de unos minutos, Justin ya se encontraba tocando a mi puerta para hacer cumplir otra apuesta más. Que esta vez no tenía pensando dejarlo ganar. 

|Summer's Love| ONE SHOOT.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang