Capitulo 15: Tu peor pesadilla

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Narra Sophie:

El Cairo, Egipto:


Todo estaba hecho pedazos. La habitación prácticamente desapareció debido a la destrucción que emanó esa bomba. Solo una mínima representación de todo el desastre que el Asesino había causado en El Cairo.

Me levanté con mucho dolor observando todo a mi alrededor. Una parte del hotel se había desmoronado y la mayoría de los soldados se encontraban inconscientes en el suelo. Más bien, entre los escombros. La escena parecía trágica.

¿Cómo estoy viva?

Busqué con desesperación en mi mirada a Angelo y Hallie. Vislumbré al Elegido de Hermes recostado, que abrió los ojos al mismo tiempo que una pequeña gota de sangre caía por su mejilla. 

Me senté a su lado, tomando su mano y esperando a que responda a mis palabras.

—Angelo, ¿estás bien?—pregunté con nerviosismo. El intentaba pronunciar una palabra, pero el sonido no salía de su boca. Estaba muy débil—. ¿Qué quieres decirme?

—Hallie—dijo con esfuerzo. 

Me giré intentando encontrarla pero una avalancha de médicos y enfermeros acudieron a Angelo y los demás heridos. Cuando por fin mi vista ya no estuvo bloqueada, la encontré. Ninguno de los especialistas en medicina estaba tratándola y asumí lo peor.

Corrí hasta el otro lado del pasillo y comencé a gritar desaforada, intentando que alguien se acercara a ayudarme.

Pero eso no tenía sentido. No cuando había decenas de heridos en ese hotel y la persona que estaba en el piso en realidad estaba muerta.

Hallie falleció. Su cuerpo yacía en el suelo inerte y sin vida. La abracé con todas mis fuerzas mientras lloraba desconsoladamente. Intenté recordar su rostro alegre y vivaz que tenía aquella vez que nos conocimos. El vago recuerdo se esfumó rápidamente de mi cabeza y volví a lo que era esta triste realidad.

¿Acaso soy yo el problema? Es como si fuera un ángel de la muerte. Me persigue a donde quiera que voy. Primero Melissa. Ahora Hallie.

Mientras intentaba recomponerme, un médico se acercó a hablarme.

Señorita, lamento informarle que su compañero no pudo sobrevivir al ataque. Falleció en la camilla luego de un paro cardiorespiratorio. Su corazón no resistió la cantidad de traumas que se encontraban en su interior. ¿Podría identificarlo o al menos decirme su nombre?


Esas palabras terminaron de quebrarme. No quise escuchar más. Las voces en mi cabeza me atormentaban y se hacían cada vez más fuertes.

La culpa por lo sucedido era mía y solo mía. Yo incentivé a realizar esta misión y fui quien trajo a Hallie y Angelo a la habitación. 

Comencé a correr. Lejos del hotel, lejos de la muerte, lejos de mis compañeros de la batalla por la humanidad. Lejos de absolutamente todo.

Yo los maté. Yo maté a Angelo y a Hallie. ¡Fui yo! 

¡Quiero ser una maldita defensora de la humanidad pero en realidad soy una traidora asesina!


De un momento a otro resbalé y caí. Miré a mi alrededor y solo había una persona. Pero lo importante era quién era esa persona.

¿Pueden adivinar? Les daré una pista: el causante de mi dolor. 


Si acertaron, entonces sabrán que el Asesino de la telequinesis está frente a mi. Observando soberbio, sabiendo que tiene todo el control de la situación y no hay nada que yo pueda hacer al respecto.

—¿Cómo estás vivo? ¿Cómo estoy viva? pregunté confundida. 

—¿Creías que iba a suicidarme así sin más? No, mi querida. Las cosas no serán tan fáciles. Todavía me queda mucho por destruir en este hermoso planeta. Vine a acabar con tu miserable vida. Es tiempo de que los Asesinos comiencen a tomar las vidas de quienes nos pertenecen. Y tú eres una de ellas. Al igual que Angelo, Melissa y Hallie.

—Mátame —no quería escucharlo más.

Recuerda bien, Sophie. Los Asesinos de la humanidad somos como tu peor pesadilla, nunca desaparecerán hasta que resuelvas aquello que te está atormentando. Espero que encuentres la forma de resolverlo y que entiendas que tu camino en realidad fue el equivocado. Quizás tengas una segunda oportunidad, como nadie la tuvo nunca. Recuerda mis palabras al despertar en tu propio abismo. Adiós.


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¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

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Elegidos: Batalla por la humanidadWhere stories live. Discover now