Capítulo 4

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Traducción: imatekuani de Tumblr y runningoutofink de Tumblr

El sonido de los gritos de varias de las estudiantes a su alrededor distrajeron a Adrien del akuma detrás de él. Tendría que posponer el encontrar a su Lady hasta que se encargaran del akuma y éste fuera purificado. Y eso sería cuando pudiera escapar de ella y encontrar un lugar para transformarse. Encontrar dicho lugar era un problema por sí mismo.

Observando cómo sus compañeros se dispersaban, Adrien buscaba un lugar al cual correr con el akuma pisándole los talones. Escuchaba que gritaba algo, quizá su nombre o tal vez una amenaza, pero no puso atención a lo que fuese que estaba tratando de decir. Necesitaba escapar.

'No es la chica que quisiera tras de mí...'

Repentinamente, recordó el vestidor de los chicos, uno de los pocos lugares que le daría alguna oportunidad de transformarse. El akuma era una chica, él un chico, y ambos eran personas civilizadas, ¿cierto? Bueno, esperaba estar en lo correcto, porque ahí era exactamente a dónde iba. Ya dentro, la educación salió por la ventana, porque había personas por todas partes y Adrien se vio en la necesidad de empujar a alguno de sus compañeros más de una vez con tal de atravesar la masa de gente entregada al pánico.

Desde su bolsillo, escuchó los gritos ahogados de Plagg, "¡Sólo hazlos a un lado!"

Escuchó a alguien chocar contra una pared tras de él y el golpe le provocó un escalofrío en la espalda. Adrien sintió que todo iba en cámara lenta, sus piernas parecían ir corriendo a través de algo viscoso mientras los gritos resonaban en el aire. Las puertas frente a él se acercaban demasiado lento para su gusto, casi como la falla en un videojuego donde el final nunca se aproximaba. Su ritmo cardíaco se aceleró y su corazón martillando en su pecho era la única razón por la que el tiempo parecía regresar a la normalidad. Con respiración pesada se esforzó por alcanzar el final del corredor. El sonido de los pasos del akuma chocando contra el suelo se transformaron en un metrónomo mientras lo perseguía. Adrien deseaba poder transformarse en Chat Noir, pero el akuma estaba justo detrás de él. No había tiempo.

Entró con tal fuerza al vestidor que las puertas azotaron, Adrien aceleró hasta la esquina del cuarto, el miedo surgiendo bajo su piel. Las puertas apenas se habían cerrado cuando el akuma irrumpió en el vestidor tras de él. Tratando de mantener su respiración controlada, Adrien se dirigió a la pared entre dos hileras de casilleros, esperando que le diera suficiente tiempo para transformarse - y quizá algo de cobertura para pensar.

Pero la suerte nunca ha sido su amiga. Antes de poder siquiera levantar su playera para revelar a Plagg y transformarse en el gato negro favorito de la ciudad, el akuma apareció en la esquina. Sus piernas puntiagudas, afiladas como picos de hielo, sonaban mientras avanzaba con gracia, una sonrisa enfermiza dibujada en su cara. Y aunque estaba vestida en blanco y rojo, como si fuera algo puro y dulce, el corazón en su pecho parecía tan falso como su actitud.

– Oh, mi querido chico rubio, ¿por qué huyes de mí? ¿No te das cuenta que deberías correr a mis brazos? – susurró dulcemente – Después de todo, yo soy tu amor verdadero. – Adrien frunció el ceño ante dicha afirmación, sus ojos verdes finalmente notando el resto de apariencia. El akuma tenía antenas brotando de su cabeza y dos grandes alas cayendo por su espalda, agitándose levemente con cada paso que daba. Eran amarillas, tornándose en anaranjado y gris, pero en vez de ver una bella mariposa, sólo percibía una rana venenosa.

– Ven amor mío, arrodíllate ante tu reina para que estemos juntos. – su voz decía – Soy diez veces mejor que toda esa chusma que conoces.– Una vez más, el tiempo pareció ralentizarse para Adrien mientras el Akuma frente a él levantaba su mano con la palma hacia abajo, observando cómo sus alas comenzaban a brillar con un color rosa brillante mientras se extendían, temblando ligeramente. Sintiendo un arrebato de lealtad felina, Adrien dejó que una sonrisa de autosuficiencia que sólo se permitía como Chat Noir se extendiera por su cara.

Project LovebugWhere stories live. Discover now