Capítulo 1

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Traducción: luullaby de Tumblr y neitheram de Tumblr

Adrien Agreste sacudió su cabeza lentamente. Fragmentos de planes y recuerdos a medias inundaban su mente; ah, si tan sólo pudiera unirlos en un mosaico. Su horario estaba retacado últimamente: Tenía un recital de piano y un partido de baloncesto en dos semanas, y debía asistir a las prácticas correspondientes en la semana siguiente. Además, tenía que mantenerse constante con el esgrima y tenía tres sesiones de modelaje avecinándose. Honestamente, no tenía idea de cómo le iba a hacer para poder organizar la mitad de eso con sus deberes de estudiante y su doble vida como Chat Noir; y ésa última era una de las cosas a las que no iba a renunciar. Incluso las cartas de sus fans habían aumentado considerablemente en cantidad. Generalmente variaban según el número de sesiones que hiciera, pero en estos últimos días se habían convertido en un diluvio de papel que amenazaba con arrasar su habitación. Ni siquiera había considerado responder a alguna; su padre no lo permitía de todas formas; pero simplemente no tenía el tiempo para hacerlo. Así que allí se encontraban, cerradas y absorbiendo rápidamente el espacio en su escritorio. Eventualmente, tendría que resignarse a tirarlas, cosa que quería evadir por el mayor tiempo posible. Siempre se sentía mal tirando todo sin abrir, pero había aprendido por las malas que era peor tirar las cosas sin responder cuando ya había leído su contenido.

– ¡Hola viejo! – Llamó una voz familiar, causando que Adrien mire hacia arriba desde sus pensamientos consumidos por horarios.

Nino estaba esperando por él en la esquina fuera de la escuela; justo como le había pedido.

– ¡Hola Nino! – Sonrió, el viento frío mordiendo sus labios con ferocidad. No sabía porqué, pero había querido caminar hacia la escuela esta mañana. El par chocó puños cuando se alcanzaron el uno al otro.

– ¿No estás emocionado hombre? Faltan tres días y eso. – Su amigo continuó, un brillo cálido en sus mejillas.

– ¿Tres días? – Comenzó Adrien, pero Nino respondió rápidamente a su pregunta.

– ¡Para el Día de San Valentín, viejo! ¿No me digas que lo olvidaste? – Exclamó un momento ante la clara falta de atención de su amigo.

Las palabras no se registraron del todo por un momento, era como una nube gris amenazando con diluviar sus contenidos sobre él en cualquier momento. El momento vino y la realización golpeó a Adrien fuertemente, como un golpe directo al estómago. ¡El Día de San Valentín se acercaba! Después de un momento total de inmovilidad, Adrien consiguió suspirar. El frío aire de febrero besó sus mejillas como un amante perdido tiempo atrás; Un toque helado que dejó escalofríos en su lomo. Había permitido que los días de febrero le sorprendieran esta vez, pero no podría seguir ignorándolos. Ese vislumbrar periférico de color en lo que de otro modo serían días fríos y sombríos se había estado acercando; y ahora, con las palabras de Nino; se estrellaba estrepitosamente contra él. Faltaban tres días y él habría estado contando los segundos si es que quisiera hacerlo, pero sabía que todo terminaría mal, muy mal. Es por ello que había decidido ignorarlo por tanto tiempo. Adrien temía que su adoración lo consumiera, y que terminaría contando los días hasta que pudiera obtener la respuesta a su mayor pregunta: ¿Quién era su admiradora secreta?

– Demonios viejo, debiste haber estado muy ocupado. No es común que pierdas la noción del tiempo.

– Yo... – Tragó, fuertemente. – ...supongo que lo hice. – Encogió los hombros vagamente, esperando que Nino no preguntara más.

Los labios de Nino se torcieron en una sonrisa en complicidad. – Oh, ya. Estás organizando planes para alguna dama afortunada? – Guiñó y le dio un codazo suave a su mejor amigo, sus ojos brillando con curiosidad y humor.

Project LovebugWhere stories live. Discover now