Capítulo 10

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Capítulo 10.

Habían pasado los días rápidamente, y ahí estaba plantado en su puerta con una flor en la mano, esperando a que ella saliera. Toqué el timbre y tragué saliva. Me había puesto, mi camisa azul, esa con la que todo el mundo dice que me veo más atractivo y unos vaqueros oscuros. No quería parecer que me hubiese arreglado mucho.

- Hola- me saludó sonriente, dándome dos besos en la mejilla- Te has copiado- añadió señalando el vestido que llevaba puesto, del mismo tono que mi camisa.

- Te ves muy guapa- dije llamando de nuevo al ascensor. Ella sonrió y dijo mirándome de reojo- He hecho lo que he podido, pero tú no estás nada mal.- Después de unos segundos de silencio, ella preguntó- ¿A dónde vamos a desayunar?

- Hoy toca pasar hambre, coge puedes mirarla y comértela cuando tengas hambre- dije dándole la flor. Ali me miró emocionada y me dio un pequeño beso en la mejilla- Es preciosa-

Ella sí que era preciosa, llevaba el cabello ondulado y suelto, muy natural y su sonrisa ese día era radiante- Se agarró de mi brazo y añadió- Si no íbamos a comer me hubieras avisado... ¿Un café si quiera?

- ¿De verdad crees que no vamos a desayunar?- dije riendo- Lo tengo todo planeado.

Me sonrió y fuimos caminando hasta el metro. Ese día el metro estaba atestado de gente, entramos como pudimos, me agarre de la asas que cuelgan del metro y ella hizo lo mismo- Menos mal que olemos a perfume- bromeó, entonces el metro se detuvo y ella chocó con mi pecho- ¿Estás bien?- dije agarrándola por la cintura. Ella asintió disculpándose, su cintura era más delgada de lo que imaginaba y sus ojos oscuros más profundos de lo que pensaba. Me miró y se humedeció los labios dulcemente. Mi brazo estuvo rodeándola durante todo el viaje y ella hizo bromas sobre manchar mi camisa con su maquillaje, al final nos bajamos en la parada más cercana al centro y a las tiendas.

Había turistas por todos lados y un cálido sol que amenazaba con torturarnos más tarde. Ella cogió mi mano y se aferró a mí. – Como es el cumple de mi chica favorita, vamos a desayunar tortitas, conozco una cafetería que hace las mejores- añadí. Ella me miró y comentó- Que no se entere Sam que se pondría celosa- rió.

Nos sentamos y disfrutamos de las vistas mientras desayunábamos- Esto está delicioso, propongo que para nuestros cumpleaños vengamos a desayunar siempre aquí- dijo Ali.

[POV ALI

Si lo dije sin pensarlo, a quién podía engañar. Había estado intentado engañarme pero Lucas me gustaba y más tarde le pediría que viniera conmigo. Aunque él tenía planes, yo también los había hecho. Algo en mí me decía que nuestras anteriores relaciones eran parte del pasado, lo descubrí hace poco, al ver una foto que me saqué con él. Éramos los dos haciendo el tonto yo salía con los ojos cerrados como cosa "rara" y él salía sonriente, él me convenció para que no la borrara porque decía que nos veíamos guapos los dos. Yo salía tan yo y él era tan brillante, el tipo de persona que es sociable con todos y un amor.

- Por mí de acuerdo, pero siempre tienes que actuar como si fuera una sorpresa, es parte de mi regalo de cumpleaños- reí y asintió.

Al terminar, íbamos caminando hacia las tiendas cuando una pareja de turistas nos pidió el favor de sacarles una foto con la catedral de fondo. Acepté encantado y les tomé varias fotos. La mujer se acercó para darnos las gracias y añadió- Hacéis una bonita pareja, me encanta la ropa a conjunto- y nos señaló. Nosotros reímos y vi como Ali se sonrojaba y le aclaraba que éramos sólo amigos. Tengo que admitir que eso dolió.

Sí, iba a pedirle salir pero quería dejarle tiempo a ella y a mí, para asimilar que yo estaba allí con ella y que Andrés ya era parte de su pasado, y aunque quería conquistarla y esperaba que me viera con otros ojos, la idea de encontrar a mi alma gemela me torturaba.

EL HILO ROJO DE LA VIDAWhere stories live. Discover now