een

9.9K 1.3K 588
                                    

― ¿Con quién habla Jimin? ― Preguntó el padrastro del pequeño pelinegro a la señora Park.

― Es su amigo imaginario. Desde que me separé con su padre... Jimin ya no es el mismo. ― Suspiró cansada, mirando a su pequeño hijo correr en el jardín con el tal "Señor Conejo". ― Pero, creo que hasta el momento es mejor dejarlo hacer lo que quiera. Total, él no lo acompañara para siempre.

― Bueno, supongo que tienes razón. ― Asintió leve y tomó relajadamente su café, para luego emitir un alto "¡Jimin, entra ya!" hacia el pequeño.

El pelinegro de diez años elevó la vista para tan pronto dirigirla a lo que parecía ser su amigo. O sea, al aire.

― ¡Vamos, Minnie! ¡Hice chocolate caliente! ― Alzó la voz la castaña para ver como el recién nombrado se levantaba para luego correr rápidamente hacia la casa.

― No entiendo como aún no le puedo agradar, HeeYeon...

― Se le pasará, ya verás. ― Le animó, dándole una cálida sonrisa.

Jimin entró a la casa con una hermosa sonrisa en su tierno rostro. ― ¿Hay chocolate caliente?

― ¡Sí! Con mucha leche, tu favorita. ― Acarició con delicadeza el suave cabello azabache de su bajito hijo, pasándole a la vez la taza con el líquido caliente. ― Vamos, siéntate.

El pelinegro obedientemente hizo caso a las dichas de su madre, tomaba tranquilamente de su leche chocolatada mientras observaba a su padrastro con un semblante serio.

― ¿Te vas a despedir ya de tu amiguito? Es hora de dormir, son las nueve de la noche.

― ¿No puedo quedarme a jugar un rato más? Me estoy divirtiendo mucho, jo.

― Mañana te puedes despertar temprano para jugar con él, pero ya es hora de dormir, Min. Además, ya comenzará la serie de los osos que tanto te gustan.

― ¡No me importan ya los osos, mamá! Quiero jugar con él un rato más. ― HeeYeon observó fuera de la ventana, dónde no había más que oscuridad y un hermoso pasto verde cortado. ― ¡Por favor!

― Jimin... Es muy tarde. ― El rostro de la castaña se tornó a uno serio. ― Obedece a mamá y no la hagas enojar.

― Ugh, está bien. ― Suspiró, subiendo con pereza las escaleras, algún día se iría a vivir solo para no tener más problemas y responsabilidades.

El comedor se quedó en un completo silencio, hasta que la castaña lo rompió. ― No sé qué tiene con él, lo peor es que no sé como es. No sé nada, MinHo. ― HeeYeon puso las manos sobre su rostro, estresada.

― Al menos ya se fue a dormir. Vayamos ya a dormir, cariño. ― El pelinegro mayor llevó los platos al lavabo, tomó la mano de la más baja y ambos subieron las escaleras.

― ¡MinHo! ― Se escuchó la frágil voz del pequeño Jimin.

Se sorprendió cuando, esa noche, su hijastro acudió a él y no a su madre. ― Cariño, yo iré al baño. ¡Anda rápido con Jimin! ― HeeYeon desapareció de su vista, su mente pensaba en el pequeño de diez años que apenas y había podido tolerarlo durante los meses en los que compartieron un solo hogar.

Fue a la habitación de su hijastro y lo vio sentado en su cama. - ¿Qué sucede? ¿Monstruos en tu clóset? - Inquirió él, sarcástico.

Él asintió y negó al segundo después. - El Señor Conejo no me deja dormir.

- ¿Señor Conejo? Qué chistoso. El nombre de mi monstruo, cuando yo tenía tu edad, era Señor Conejo. - Indicó, riendo por lo bajo. Ahora que ambos estaban casi en confianza le contaría más de sí mismo. - ¡Quizá está aquí por mí y no por ti!

El pequeño Jimin se acercó y apagó la luz.

- A mí me dijo lo mismo. - le respondió.

Y la puerta del armario empezó a rechinar.

{✿}

Un nuevo FanFic, la verdad, éste será cortito, yo le doy unos 3 o 5 capítulos chamas djgbdk. He estado desaparecida unos cuantos días bc ésta semana está muy pesada, tengo prueba mañana, pasado y pasado-pasado mañana):

Pero aquí estoy de vuelta♡

Estoy re emocionada con éste fanfic, tengo todo creado en mi mente juju.

Ojalá les haya gustado♡

MR. BUNNY [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora