«Ella se movía con gracia y elegancia sobre el hielo, hacía parecer a los patines como una parte más de su cuerpo. El patinaje artístico era su vida; los entrenamientos su ocio y rutina; el hielo su camino; la danza su amor. Para ella el amor era el...
Aquel día fue Tn quien madrugó, casi antes de que saliera el sol, dado que por los nervios de la final no había podido dormir muy bien. La joven se levantó y se cambió de ropa, tras esto dejó la habitación y salió del hotel, dirigiéndose a la playa en donde se sentó en la arena a contemplar la salida del sol. Suspiró.
– Nunca me sentí tan nerviosa... ¿Qué debería hacer? –susurró para sí, abrazando sus rodillas.
– Primero, debiste haber dormido más –dijo mientras se sentaba a su lado.
Tn se sorprendió al oír aquella voz. Lo miró.
– Viktor...
– ¿Nerviosa?
– Demasiado. ¿Qué haces aquí?
– Salí a caminar y te vi aquí; pensé que estarías nerviosa así que vine a hablarte.
– ...Gracias –sonrió.
– Sólo tranquilízate, lo harás bien, estoy seguro.
– Pero yo no estoy segura. ¿Y si me caigo? ¿O me lesiono? ¿Qué tal si me olvido de la rutina? Seré el hazme reír del patinaje...No puedo –sus ojos se cristalizaron.
Viktor sonrió y la tomó de los hombros.
– Me recuerdas a Yuuri en la Copa de China –rió y la abrazó.– Sólo confía en ti misma y lo lograrás...Las reinas siempre son perfectas, así que no creo que cometas algún error.
– ... –sonrió mientras correspondía.– Gracias...Viktor... –susurró.
[Noche]
El Grand Prix Final femenino comenzó. La primera en dar su presentación fue Sara. Tras ella entró Tn, con los nervios a flor de piel, pero intentando calmarse mientras recordaba las palabras de ánimo de Viktor; dio una vuelta por la pista y se posicionó en el medio, mirando al público.
– ¡Tn! ¡Davai! –gritó una voz conocida, la cual no oía hacia tiempo en persona.
Tn miró al lugar de donde provenía aquella voz, viendo a su receptor: era su hermano.
– Hermano –murmuró, sonriendo mientras sus ojos se cristalizaban.
– ¡You can do it, my fair lady!
Tn secó sus lágrimas y asintió sonriendo, su hermano le asintió también. La música comenzó y ella dio inicio a su rutina.
Tras su presentación salió de la pista, sentándose junto a Yakov y Lilia en el kiss and cry a obtener su puntuación, la cual fue de 180.85. Tn fue tras bastidores luego de festejar, allí la esperaban Yurio junto a Yuuri, Viktor, y su tan querido hermano. Viktor fue el primero en abrazarla, felicitándola, luego Yuuri, y luego su hermano.
– Felicidades hermanita –susurró.
– Viniste...Creí que no te vería más... –lloró.
– Oye, oye. Me prometiste que no llorarías hasta ganar el oro así que guárdate las lágrimas –rió.
– L-Lo siento.
El joven se separó un poco de ella y le secó las lágrimas, luego le sonrió; ella sonrió también.
– Volveré a las gradas, pero cuando termines aquí quiero que cenes conmigo.
– ¡Sí!
– Pasaré por ti entonces –besó su frente.– Te veo más tarde.
– Nos vemos más tarde, hermano.
El hermano de Tn volvió a las gradas. Yurio miró a su amiga y la abrazó.
– Lo hiciste bien.
– Gracias –sonrió mientras correspondía.
Tras tres presentaciones más, la competencia de programas cortos finalizó, con Tn en el primer puesto.
Luego de llegar al hotel y darse un baño, Tn se alistó y salió, afuera la esperaba su hermano en un taxi; él la llevó al restaurante Can Vallés.
– ¿Cómo está?
– Delicioso.
– Me alegro –bebió vino.– ¿Quieres probar?
– Uhm...Mamá y papá se molestarían.
– Pero ellos no están aquí –tomó la botella.– Además, hay que celebrar que terminaste primera –dijo mientras le servía un poco de vino.
– ... –rió.– No has cambiado nada.
– Tú tampoco, sigues siendo la misma niña llorona –bromeó.
– Malo –hizo pucheros.
– Era broma –rió.– En realidad...si has cambiado en estos dos años... –sonrió melancólico.
– Te extrañé en este tiempo...
– Podrías haberme llamado.
– No quise molestarte, además, las veces que lo hice no contestaste.
– ...Lo siento pequeña –tomó su mano.– Prometo que desde ahora te llamaré más seguido.
– Pero yo quiero verte, ¿Por qué te fuiste?
– Eso lo sabes, tuve una beca y ahora estoy trabajando, y me va bien.
– Debiste haber regresado a Rusia, te extrañamos. Además, nunca volviste.
– No pude hacerlo, lo lamento –suspiró.– Pero volveré a Rusia en cuanto tenga vacaciones.
– ¿Lo prometes?
– Lo prometo –sonrió.
– ...Gracias –sonrió.
– Por cierto, tengo algo para ti –sacó una pequeña cajita de su bolsillo.– En compensación, como te prometí –se la entregó.
Tn tomó la pequeña caja y la abrió, curiosa; dentro de ella había un colgante de plata con diamantes rosas de una patinadora.
К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.
– ¿Te gusta?
– Me...Me encanta –murmuró.
– Es de plata. Tardé medio año en conseguirlo, pero lo logré –sonrió orgulloso.
– Muchas gracias –sonrió.
– No me des las gracias, sólo gana el oro. Te lo mereces –sonrió.
Tn asintió con determinación y se colocó el collar. Su hermano tomó su copa de vino y la levantó.
– Brindo por ti, my fair lady. Por tu éxito y por una larga carrera haciendo lo que amas.
– Y yo brindo porque tengas suerte en todo...y por nuestro reencuentro –sonrió mientras levantaba su copa.
