– Yuri, ¿A dónde vamos? –preguntó ella mientras seguía al rubio.
– Ya verás –sonrió él.
Tn caminaba junto a Yuri por las calles de Moscú, sin saber a dónde se dirigían. Yuri no había mencionado nada del destino, sólo le había dicho que era un "lugar especial".
– ¿Estás seguro de que Yakov no dirá nada?
– Seguro. No te preocupes.
Yuri se detuvo, haciendo detener también a la castaña. Tn miró a todos lados y notó que, frente a ellos, había una casa.
– ¿Este es el destino? –preguntó.
– Sí. Ven –tomó su mano.
– ¿Es tu casa? –preguntó mientras él tiraba de ella hacia dentro del jardín.
– Algo así –llamó a la puerta.
Alguien abrió aquella puerta, esa persona era un hombre mayor. Yuri sonrió.
– Oh, Yuri –dijo el hombre, con cierta felicidad.
– ¡Abuelo! –exclamó el rubio, sonriendo. El hombre rió.
– Pasen, adelante –dijo mientras se hacia a un lado.
Tn y Yuri entraron a la casa del hombre y caminaron hasta el living, allí tomaron asiento en uno de los sofás.
– Tn, él es mi abuelo –dijo el rubio a la fémina. Miró al hombre.– Abuelo, ella es Tn, mi nueva amiga –presentó a la joven.
– A-Ah –tartamudeó ella.– Mucho gusto, señor. Soy Zhukovski Tn.
– Sé quien eres, te he visto en televisión –sonrió.– Bienvenida.
– Muchas gracias.
El hombre dijo a los jóvenes que se pusieran cómodos mientras iba a la cocina, minutos después regresó con un plato de pirozhki y algo de beber, lo cual dejó sobre la mesa frente al sofá.
– Sírvanse.
– Gracias –dijeron al unísono.
Los jóvenes patinadores tomaron un pirozhki cada uno y un vaso, comenzando a comer mientras conversaban con el abuelo de Yuri.
– ¿Un peluche? –rió mirando aquel juguete blanco, sonriente y con un gorrito en su cabeza.
– Yuri lo adoraba cuando era niño, lo llevaba a todas partes. Ahora quedó aquí juntando polvo.
– Sr. Copo –dijo el rubio.
– ¿Sr. Copo? –rió.– No es muy original...pero es bonito –sonrió mientras el hombre le daba el peluche.– Me recuerda a uno que tenía de niña.
– ¿En serio?
– Sí, pero lo perdí un día. No recuerdo su nombre.
– Ya veo –mordió un pirozhki.– Quédatelo si quieres.
– ¿De verdad?
Yuri asintió, haciendo sonreír a Tn. Su abuelo rió.
– Es mejor que lo tengas tú a que se siga llenando de polvo, ¿Verdad, abuelo?
– Claro –sonrió.
– Gracias.
Más tarde, mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Tn y Yuri se despidieron del abuelo del joven.
– Muchas gracias por todo, señor –agradeció ella.
– No es nada. Vuelvan cuando gusten.
– Se lo agradezco.
– Adiós, abuelo.
– Nos vemos, Yuri. Suerte a ambos.
– Gracias –agradecieron al unísono y sonrieron.
Tn y Yuri comenzaron a caminar hacia el hotel, alejándose de a poco de la casa de aquel hombre.
– Tu abuelo es una gran persona –comentó ella.
– Lo es.
– Por cierto...Yuri, ¿Por qué me has traído aquí?
– Yo...Quería que mi mejor amiga conociera a mi abuelo, ¿Está mal?
– No –sonrió y lo miró.– Gracias.
– Gracias a ti por venir –sonrió.
– Y gracias por esto también –sonrió mientras apretaba contra su mejilla aquel peluche.
– Hm, no es nada. No lo pierdas.
– Claro que no –rió.
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Ice Queen ❄ Yuri Plisetsky
Fanfiction«Ella se movía con gracia y elegancia sobre el hielo, hacía parecer a los patines como una parte más de su cuerpo. El patinaje artístico era su vida; los entrenamientos su ocio y rutina; el hielo su camino; la danza su amor. Para ella el amor era el...