El Sobrino 2: El retorno de la hijastra.

Capitulo 19: Nueva vida. (Parte I)

-Yo no puedo decidir algo así Paz.- dice afectado.

-Jimmy.- agarro sus manos y lo miro fijamente para que vea mi sinceridad- Sé que no quieres decirlo, pero no confías en mí, estás acostumbrado a que la gente te decepcione. A que yo te decepcione.- corrijo- Por eso quiero que tu decidas mi futuro, quiero que veas que soy realmente sincera en lo que siento por ti y quiero que sepas que hare cualquier cosa por hacerte feliz.

Observo atentamente su cara, aprieta la mandíbula haciendo que sus músculos se tensen.

-Yo no puedo hacerte esto Paz.

-Si puedes, te prometí nunca volver a dejarte.

-Pero no quiero que renuncies a tus sueños por mí.

Me encojo de hombros tratando de parecer despreocupada, realmente quiero que responda. Mi futuro depende de él.

-Pero no quiero renunciar a ti tampoco.

-Entonces no lo hagas, me iré contigo.

-¿Qué?.- pregunto realmente desconcertada.

-Me iré contigo, no quiero que renuncies a lo tuyo por mi.- me mira decidido.

-Pero...- balbuceo sorprendida, nunca imagine que diría eso- A ti no te gusta todo ese ambiente, ¿Qué pasara con tu casa, Sara, los muchachos?.

-No entiendes Paz.- me mira triste nuevamente- Este pueblo es pequeño, seguramente todo el mundo sabrá lo que hizo Ángela.- mira hacia afuera donde se ve a un auto estacionado frente a la casa- Todos comenzaran a hablar, no podre pisar el pueblo sin que se rían de mi o me miren con lastima.- me mira con una pizca de furia en sus ojos celestes- No quiero eso.

-¿Estás seguro Jimmy?.

-Muy seguro. Me iré contigo.

-Dios Jimmy, gracias.- me abalanzo sobre él y lo abrazo rodeando su cuello son mis brazos.

Él no pierde tiempo y rodea mi cintura con sus brazos aplastándome fuertemente contra su pecho. Acomodos mis piernas hasta quedar sentada sobre su regazo.

-Te amo y no voy a dejarte sola nunca Paz.- susurra a mi oído haciendo que mi piel se erice.

-Yo prometo nunca dejarte, te amo tanto.

Me separo un poco y lo beso, extrañaba tanto sus besos. Aún recuerdo esa primera vez que lo bese, en el lago. Bueno, la primera vez que lo bese consiente.

Siento como sus manos suben mi camiseta y toca mi piel, sus manos calientes también las extrañe. Extrañe todo de Jimmy.

-Deberíamos parar.- murmuro pegada a sus labios cuando comienzo a sentir algo empujando contra mí, allí abajo.

-Sí, deberíamos.- dice suspirando.

Me rio y miro a nuestro alrededor.

-Esta cabaña tiene muy buenos recuerdos, ¿no crees?.

-Claro que sí, fueron noches inolvidables.- sus ojos me miran ardientes, anhelantes.

-Ponto amor, pronto.- lo beso castamente y me levanto.

Miro por la ventana de nuevo y veo a auto alejándose, seguramente ahí llevan a Ángela.

¿Quién diría que esa mujer sería tan malvada?, no entiendo cómo puede pensar en abandonar a un hijo por un hombre. Esa mujer no merece a esa criatura, no vi ni una pizca de amor maternal en ella. No es como Sara y su constante preocupación por todos, ella solo tenía intenciones de atar a Jimmy con ese bebé.

¡Que perra!.

-¿Crees que sería buena idea ir al hospital?.- pregunta Jimmy viniendo a mi lado.