El Sobrino 2: El retorno de la hijastra.

Capitulo 7: Acusaciones.

Miro con una pizca de pánico a mí alrededor, unas veinte personas me miran a mí y al chico que abraza mi cintura.

Frank se acerca rápidamente.

-No lo golpees.- digo entre dientes mirando nerviosamente a las cámaras que siguen cada movimiento.

Frank me mira con el ceño fruncido apretando los puños.

-No dejare que te vuelvas a alejar de mí,- dice el chico con la cara escondida en mi estómago apretando su agarre haciendo que mis costillas protesten- no lo permitiré.

-Tienes que dejarla ir.- dice Frank agarrando su hombro.

-¡NO!.- levanta la cabeza, sus ojos son de un celeste suave hoy. Muy distintos al azul de la última vez que lo vi.

-Tienes que soltarme.- mantengo mi voz calmada a pesar de que quiero darle una patada con el yeso.- Necesito ir a casa.

Mira mi cara con mucha atención y luego baja hasta mi pierna dándose cuenta de mi situación.

Rápidamente se separa de mí, Frank no pierde el tiempo y lo agarra de un brazo alejándolo.

-Eso estuvo cerca.- dice Patricio parándose a mi lado.- Vamos.

Rápidamente me llevan hasta mi hermoso Mini Cooper descapotable rojo, lo compre hace un año luego de que aprendiera a conducir.

-¿Frank no lo está golpeando verdad?.- pregunto.

-Solo lo está sacudiendo un poco.

Me giro como puedo para poder mirarlo, Frank lo tiene arrinconado lejos de los ojos curiosos hablándole con dientes apretados. El chico me mira a mí, sus ojos solo fijos en mí. Me sonríe y saluda con una mano totalmente ajeno al enojo de Frank.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, no puedo despegar la mirada de la suya. Su sonrisa es espeluznante.

-Vamos Paz.- Pat me levanta sin esfuerzo para ponerme en el asiento del pasajero, Frank empuja al chico llamando su atención.

Veo que intercambian unas tensas palabras y Frank lo deja para venir hacia nosotros.

Todos entran en mi auto, Pat a mi lado ya que va a conducir a la casa. Tony se sube detrás y esperamos hasta que Frank llega, mete su gran cuerpo en el auto y cierra la puerta con la fuerza suficiente como para hacer una mueca.

-¿Qué paso?.- pregunto mirándolo.

-Es un loco, esta demente.- dice peinando su cabello para atrás- Debemos irnos antes de que tenga oportunidad de seguirnos y juro que me importara una mierda que esté lleno de gente.

-Vamos.- digo mirando a Pat.

Los fans se aproximan al auto pero los poco policías que están allí los apartan dejándonos salir, yo los saludo con la mano con una sonrisa tratando de simular que está todo bien. Antes de bajar a la calle lo veo de nuevo, me sonríe de esa manera perturbadora antes de tirarme un beso.

-Dios, es tan raro.- murmuro despegando mi vista de él.

-Informare que está aquí.- dice Pat serio- Tengo a un detective con el caso.

-¿Un detective?, ¿no crees que es mucho?.

-Cuando se trata de la vida de mi amiga nada es suficiente.- dice mirándome fijamente.

Una oleada de calor me invade.

-Gracias Pat.

Me sonríe tenso y asiente.

Emprendemos viaje a la casa, los cuatro permanecemos en silencio. Cada quien perdido en sus pensamientos.

Fox.