Capítulo 15

500 31 6
                                    


Después de la odisea de ese Sábado por la tarde, Blaine sentía muchas cosas. Sorprendido. Aterrado de perder a Kurt por no tener permitido verse, o de que Cooper decidiera que no lidiaría nunca más con la carga en la que se había convertido. Furioso consigo mismo por permitirse creer que su hermano lo aceptaría sin importar qué, y por no encontrar la manera de decírselo antes.

Pero al mismo tiempo, se sentía como que... feliz.

Kurt lo llamó su novio. Kurt lo defendió; dijo que no se disculparía por amarlo.

Bueno, okay, no utilizó esa palabra, pero había luchado por él, por ellos; y se había quedado ahí, fuerte y seguro, sosteniendo la mano de Blaine, poniendo en riesgo la amistad que era tan importante para él. Todo por Blaine.

Tenía que ser amor, ¿cierto?

Aún así, cuando llegó el mensaje de texto apenas quince minutos después de que Kurt se hubiera ido, Blaine tuvo esa fuerte sensación de déjà vu que le heló la sangre. Eso era. Ese era Kurt diciéndole que lo sentía, que Blaine no valía la pena después de todo, ¿no? Miró el teléfono sobre su escritorio por largos cinco minutos antes de atreverse a alcanzarlo y leer el mensaje, sólo para descubrir que no era nada de eso. Kurt sólo le preguntaba si todo estaba bien, y que si Cooper se había tranquilizado, y que cómo se sentía Blaine.

Después de que Blaine respondiera que estaba bien, que estaría bien, se dio cuenta que era más que eso. Después de todo, estaba fantásticamente bien. Se sentía seguro y cuidado.

Los siguientes días fueron largos, tensos y solitarios. Incluso su actuación del Domingo en The Hippo se había cambiado para otro día porque una celebridad local tocaría esa noche. Pero estaba bien, Blaine tenía un montón de libros esperando en su Kindle, y dado que no podía ver a Kurt, se estuvieron mandando mensajes todo el tiempo.

No era como si no hubiera conocido la soledad antes, y estar en su habitación para evitar a otros miembros de su familia no era nada nuevo. Sólo esperaba que la situación se resolviera antes de que su estadía en Nueva York llegara a su fin.

-8-8-8-8-8-

Kurt cosía.

Desde que regresó a casa ese Sábado por la noche, cosía o mandaba mensajes, sólo tomando el menor tiempo posible para dormir. No lo suficiente para soñar, porque tener su mente ocupada con imágenes y fantasías, era demasiado si no podía acariciar y abrazar a Blaine después.

Pensó que se volvería loco; luego se rehusó a pensar. Así que cosió.

Pronto, todas las muestras que había planeado para su colección privada, estuvieron listas -un trabajo que había esperado hacer en al menos una semana, lo había terminado en dos días- y demonios, sus muestras se veían excelentes.

El Martes, en un arranque de audacia que podría haber venido del cansancio, envió por correo electrónico una presentación a una casa de modas en la que siempre había soñado poder trabajar. Inmediatamente después se sintió estúpido -era como aspirar a algo muy grande- pero ya estaba hecho. Inmediatamente se obligó a no asustarse acerca de ello, en lugar de eso, fue a preparar el mejor vestuario. Era momento de ir al teatro y empezar a planear los trajes para la nueva obra. Y más tarde era la actuación de Blaine en The Hippo. Cooper podía decir lo que quisiera, pero Kurt estaría ahí, incluso si no llegaban a hablar.

-8-8-8-8-8-

Le tomó a Cooper tres días para llegar al punto de ofrecer disculpas.

It's Not BabysittingWhere stories live. Discover now