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—Entonces las personas corrían despavoridas por todos lados, mientras las máquinas las alcanzaban con facilidad y una vez que las tomaban entre sus garras filosas las dividían en dos partes —tragó un poco de saliva y fingió unos gritos —. Así era como gritaban una vez se quebraban sus huesos...

—Ya párele, señor Meller. Es horrible lo que está contando —se quejó Cinthia.

—¿Acaso vas a tener pesadillas esta noche? —comentó Ben con tono burlón.

—Claro, pero por ver tu rostro tantas horas seguidas, gorila.

Todos se partieron a risas, incluido el señor Meller que después de un rato se propuso calmarnos.

—Está bien chicos, cálmense —recostó medio trasero sobre la mesa —. ¿Han escuchado la historia de las sirenas?

—Claro —respondió Cinthia.

—No creo que se esté refiriendo a Ariel, Cinthia —comentó una vez más Ben —. Está hablando de sirenas reales, de esas que devoran a los hombres.

—A esas me refiero, Ben —dijo el señor Miller con una sonrisa para luego continuar —. Una vez me encontré con una...

—¡No es cierto! —gritamos todos al unísono.

—Claro que lo es, se los contaré —cruzó los abrazos sobre su pecho y prosiguió —. Recuerdo que era de noche, caminaba por la orilla de la playa. Mi auto se había averiado a pocos metros y en lo que llegaba la grúa quise tomar un poco de aire fresco...

—Su historia está aburrida, ¿cuándo habrá muerte y gritos?

—No me interrumpas —se aclaró la garganta —. Escuché una voz a lo lejos era una voz muy hermosa, caminé con prisa hasta ella su melodía era como un imán que me atraía. Cuando estuve hundido hasta las caderas la vi, estaba sobre una roca, su larga cabellera roja era batida por el viento...

—¿No estará hablando de Ariel, señor Miller?

Golpeado por el amor© [APV #2]Where stories live. Discover now