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-¿James?-preguntó Liam confundido.
-Si, papá. Estoy bien. Sólo fue una pelea.
Bonnie seguía intentando sacarle la sangre. Tenía la mirada preocupada y él la sostuvo lejos de su labio. Pasó la mano por este y se encaminó al baño.
-Te manchaste toda.- la retó a la vez que lavaba sus manos.-Niña boba.
-Vos sos bobo.- lo peleó ella.
-¿Cómo la conoce?-preguntó Louis confundido. Bonnie jamás dejaba que alguien que no fuera él o Harry la alzara.-Ella... Bonnie no se porta así con nadie.
- Vamos a la misma escuela.- dijo el chico desde el baño.- La ayudé un par de veces porque hay un nene que la muerde.
-Lukas.- dijo Louis.
-Sí. Así que me la cruzaba en el patio y bueno... Solíamos hablar.
-Cuenta chistes peores que los de papi.-rió la pequeña.
-Mis chistes son buenísimos.- dijo ofendido y salió del baño con ella.- Lo que no sé es qué hace acá.
Ella volvió a mirar la escalera y se recostó en el hombro de James, ajena a toda la situación.
-Es tu prima.- dijo Liam.-Ellos van a quedarse acá.
-Pero... ¿Qué pasa? ¿Vas a seguir sacándome parientes de la nada?-gritó enojado de golpe.-Siempre alguien nuevo. Siempre alguien que no conozco. ¡No somos un hotel! ¡No quiero más familia! Parece que adoptáramos a todo el mundo. ¿Ahora qué vas a decirme? ¿No puedo hacer la fiesta mañana? ¿Ya no pueden venir mis amigos a casa ni...?-suspiró frustrado y la bajó a ella. Tiró la mochila y miró a su padre.-Siempre encontrás una forma de que no pueda ser un adolescente normal.
Bonnie lo miró unos instantes y luego a su padre. No estaba acostumbrada a semejantes gritos. Se veía alarmada.
-Vení, hija.- dijo el hombre y James la miró arrepentido.- Vamos a ver a papi.
Ella subió la escalera de su mano y se perdieron en el pasillo. James de volvió hacia su padre y su tío, incrédulo.
-No le digas que estamos alojando maricones.-amenazó.-Me voy de la casa.
-Primero, no te vas de la casa. Segundo, bajá un tono. Y tercero, están casados para no perder la tutoría de Bonnie. No hay nada entre ellos. Ahora, si queres que la fiesta siga en pie, andá asimilando lo que pasa y dejá de hablarnos de esa forma. Soy tu papá, James, no un maldito carcelero. Siempre te di todo lo que querías, -se acercó a él.- pero te empeñas en odiarme.
-Vos deberías saber por qué te odio.- dijo él como escupiendo las palabras antes de subir las escaleras con rapidez.
-¿Se va a poner bien?-escuchó que preguntaba Bonnie.
-Si, princesa. Sólo está durmiendo. Vos también deberías dormir un poco.-se detuvo al otro lado de la puerta y aguardó.
-¿Cuándo vamos a volver a casa?
- Vamos a quedarnos acá ahora.- dijo el hombre.- Vamos a vivir con tus tíos y con tu primo.
-James es como un superhéroe.- dijo y el chico sonrió a medias antes de seguir su camino.
Ella no era el problema. Tampoco su padre o su tío. El problema iba mucho más allá de lo que todos creían.

Esa noche se sentaron todos en la mesa, en silencio. Bonnie miraba a Harry preocupada. Aún había fiebre y todos lo sabían. Ella, metida en su pijama rosa y con los cabellos sujetos en un rodete desordenado, se encontraba muy lejos de esa mesa, perdida en los ojos febriles de su padre.
-Comé, amor.-pidió acariciando su cabello.
Ella dio un bocado y dejó que su cabeza se recostara en el brazo de él mientras lo miraba. Harry la sentó en sus piernas y comenzó a darle de comer en silencio. No le gustaba verla asustada.
-¿Mañana te llevo al colegio?-preguntó James a ella.
Bonnie negó y se juntó más a su padre antes de rodearlo con ambos brazos. El desconcierto se hizo acopio de las facciones de Liam, Niall y James.
-Bonnie no quiere ir más al colegio.-dijo Louis apenado.-Parece que ese Lukas...
-Pero yo voy a cuidarte.- dijo James.-Sabes que no voy a dejar que Lukas te muerda. Además vas a poder usar la hamaca azul todo lo que quieras.-se acercó a ella y la chica lo miró.-Tenemos que ir a la escuela, Bonnie.
-Van a reírse de mis anteojos.-murmuró ella.
-Que se animen nomas.- dijo él.- Al primero que te diga algo lo agarró yo.-suspiró al ver que ella negaba nuevamente.-Bonnie, no voy a dejar que se burlen de vos. Somos amigos ¿te acordas?-ella asintió.-Entonces, ¿te llevo mañana al colegio?-volvió a asentir.-Genial. Va a ser divertido tener a mi primita ahí para cuidarla.
Mostró su mano y ella la chocó, contenta. Quería ir si él estaba allí. Harry besó su cabeza y rió, agradeciéndole al chico con la mirada.

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