Sebastian se agachó bajo el brazo de Kurt y se fue directo a la puerta de la habitación y la abrió antes de que Kurt tuviera la oportunidad de hacer cualquier cosa. Él se apartó y se golpeó la cabeza al instante siguiente, pero el daño estaba hecho. Tendría que estar ciego para no reconocer los rizos oscuros en la almohada de Kurt; y Sebastian estaba lejos de ser ciego. De hecho, era una de las personas más perspicaces que Kurt había conocido en la vida.

Kurt cerró la puerta de la habitación de nuevo y apartó a Seb, ni siquiera tratando de pensar en explicaciones o cómo cubrir la verdad. No funcionaría de todos modos, Sebastian podía ver a través de él cuando quería. En este punto, Kurt sólo rezó porque Blaine no despertara antes de que hiciera el recuento de los daños. Agregarlo a la mezcla sería demasiado para su sistema falto de cafeína.

Cuando llegaron a la cocina, Kurt se ocupó de lavar las dos copas de vino que quedaron en el fregadero de la noche anterior. Seb se quedó en silencio detrás de él, esperando a que hablara primero. Demasiado pronto, los vasos estuvieron limpios y secos, y Kurt se volvió hacia su amigo.

- Lo que sea que quieras decir, ya me lo he dicho a mi mismo. Así que no gastes tu saliva.

Sebastian negó con la cabeza, incrédulo.- Oh, amigo. Estás buscándote problemas, ¿lo sabías?

Kurt se encogió de hombros. Por supuesto que lo sabía. Lo había sabido todo el tiempo. Y aún así, eso no lo detuvo.

Sebastian abrió la bolsa de Starbucks olvidada en el mostrador y sacó las tazas de café y las ensaladas. Sin una sola palabra, se sentaron a la mesa a comer. Cinco minutos después Sebastian habló otra vez. Su voz sonaba baja y más seria de lo que Kurt la había escuchado alguna vez.

- Kurt... ¿Él lo vale? ¿Romper la confianza de Cooper? ¿Perder su amistad?

Kurt no respondió, sólo siguió inmerso en la ensalada que apenas había tocado con el tenedor. Era injusto preguntarle eso. ¿Cómo podría comparar el valor de su larga amistad contra lo que había encontrado en Blaine? ¿Por qué tenía que comparar? ¿O elegir? ¿Por qué había venido hoy Sebastian aquí, a traerle a Kurt una realidad que había estado tratando tan arduamente de ignorar en el idilio de las semanas anteriores?

No miró a Sebastian a los ojos cuando preguntó.- ¿Le vas a...?

Sebastian ni siquiera lo dejó terminar.- Obviamente no le diré nada, no tienes ni siquiera por qué preguntar. Pero se dará cuenta tarde o temprano. Ustedes dos no son exactamente sutiles, ¿sabes? Había sospechado desde hacía tiempo que algo se estaba cocinando ahí. Y no voy a mentir por ti, Kurt, si Coop pregunta. Pienso que es estúpido lo que estás haciendo, y por un pedazo de culo caliente. Te aconsejaría que terminaras con esto lo más pronto posible, antes de que alguien resulte herido, pero es tu vida y son tus decisiones. Sólo espero que no arruine las dos mejores relaciones que he tenido en mi vida desde que mi nana murió. -Hizo una pausa y suspiró.- De verdad espero que sepas lo que estás haciendo, Kurt.

No había mucho que decir después de eso. Cualquier intento de cambiar de tema pareció inútil, y pronto Sebastian miró su reloj y se levantó.

- Okay. Me voy. Pero Kurt... piénsalo, ¿okay?

Kurt asintió, incluso cuando pensar era lo ultimo que quería hacer. Cuando la puerta se cerró detrás de Sebastian, se lavó la cara con agua helada para contener las lágrimas que estaban tratando de escapar, y se prometió a sí mismo que pensaría en ello más tarde. Después de que Coop regresara. Sólo quería unos cuantos días más sin preocupaciones, con los brillantes ojos de Blaine y su alegre risa.

Sería un adulto, pensaría, planearía y decidiría qué hacer. Pero todavía no.

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It's Not BabysittingWhere stories live. Discover now