Capitulo 3

77 9 0
                                    

CAPITULO 3

¡Te lo dije! es lo que pienso a cada momento sin siquiera poder abrir los ojos ni moverme, se que si hago cualquiera de esas dos cosas lo lamentaré. No se que hora es y tampoco quiero saberlo, lo único que me reconforta de toda la resaca y el terrible dolor de cabeza es saber que hoy Sofía hará mi turno en el local asi que tengo día libre.

Pienso en lo genial que ha sido la noche anterior mientras continúo acostada y adormilada en cama, debo confesar que no recuerdo muchas cosas, casi nada de las últimas horas pero se que la pasé increíble, como hace mucho no lo hacía. Recuerdo las tantísimas copas que bebí junto a Ana, las tantísimas canciones que baile en medio de la pista y las risas que compartí con mi hermano y sus amigos. Pensando en estos últimos, se me viene a la mente un nombre: Dylan, debo aceptar que es guapísimo y capaz de captar la atención de cualquiera, y es que claro, él es el tipo de hombre capaz de conseguir a la chica que desee, me pude dar cuenta de ello cuando lo vi besar a una de las chicas que Lucas le había presentado, se nota que no es de perder el tiempo.

Ruedo sobre el colchón que por cierto está más suave que nunca, dispuesta a ponerme en pie e ir a por algo de comer a la cocina, mi estómago ha rugido y tengo que darle lo que pide.

En cuanto lo hago me percato de todo a mi alrededor. No es mi casa, no es mi habitación y mucho menos es mi cama. Hasta el olor es diferente, un perfume masculino reemplaza el aroma a vainilla que suelo usar en casa, gracias a los ambientadores que coloco por cada rincón y las deliciosas velas aromáticas.

Me quedo completamente inmóvil a un lado de la cama.

- ¿En donde te metiste Vega? - murmuro para mi y me acerco a la puerta que supongo debe ser la de salida, una punzada en la cabeza me recuerda que eso de hacer movimientos fuertes no es buena idea ahora mismo.

Me reviso completa, estoy intacta excepto que mis converse están tiradas a un lado de la cama y por el aspecto que tienen creo que han sido víctimas del vomito, ¿quién carajos las ha ensuciado? Con expresión de asco los cojo y me siento en el borde de la cama para sacudiarlas y ponérmelas. Miro antes alrededor y detallo el lugar, la habitación es preciosa, lujosa y se nota que es de alguien que tiene muy buen gusto, el sol da completo al enorme ventanal de cristal que esta al frente de la cama excepto que las persianas a juego con el resto de la decoración impiden que los rayos se cuelen. Me descubro muy tranquila considerando que estoy en un lugar desconocido pero pienso que si se tratase de un secuestro o algo parecido no estuviese sana y salva, obviando la resaca que yo misma me había buscado. Me coloco los zapatos y cuando estoy en pie escucho unos movimientos dentro de la misma habitación.

Mi cuerpo se pone en alerta y cojo de una mesita lo primero que encuentro, se trata de un adorno lo suficientemente pesado como para romperle la cabeza a cualquiera, lo sujeto con todas mis fuerzas y me escondo delante de una pared, alzando los brazos preparada para el ataque. Entonces mi cuerpo se llena de nervios y me entra el frío por los pies en cuanto le veo pasar, automáticamente bajo los brazos y el adorno cae al suelo logrando que él se espante y se gire para verme.

No puedo creer que lo tengo al frente con el torso al descubierto como la primera vez que lo vi, envuelto en una toalla que solo cubre sus partes íntimas. Esta recién salido del baño y de su cabello alborotado destilan gotitas de agua.

Dylan suelta una risita en cuanto se da cuenta de lo que yo estaba apunto de hacer y rápidamente recoge el adorno del suelo, yo me quedo muda sin poder decir ni una palabra.

- No quiero que me golpees otra vez - dice como quien no quiere la cosa y deja el adorno en la mesita, luego se gira y me mira preocupado - ¿estas bien?.

BELIEVE {pausada}Where stories live. Discover now