Capitulo 5

58 8 0
                                    

CAPITULO 5

Tuve que darle punto y final a la situación, después de lo de Dylan, tuve dos días sin salir de casa y lo único que hacia era deambular y escuchar música que no ayudaba a mejorar mi estado de animo. Me sentía horrible por mi misma, realmente me daba pena y tener ese sentimiento por ti no era nada bonito y normal.

Así que opte por la que creí ser la mejor opción que se me había ocurrido en mucho tiempo: hablar con mamá. Nadie mas que ella podía entenderme, primero porque una madre todo lo sabe y porque ella entendía perfectamente el sufrimiento, ella conocía la pérdida y el dolor y había sido muy valiente al enfrentarlo, a diferencia de mi que había optado por callarlo todo, sufrir en silencio.

Durante la tarde del miércoles, mi madre, Natalia, vino a casa, luego de preparar la merienda para las dos nos sentamos en el balcón del apartamento y mientras veíamos los árboles y algunos pájaros volar, ambas en silencio, yo rompí en llanto.

Lo primero que sentí fueron sus brazos rodearme y rápidamente escondí el rostro en su pecho, no por vergüenza sino que en ese lugar me sentía protegida. Llore como nunca lo había hecho frente a nadie, solo Camilo me había visto en ese estado y mi perro no era capaz de darme ningún consejo, a diferencia de ella.

- Solo tienes que dejarlo ir, mi amor – la escuche decir mientras me acariciaba el cabello, con mi cabeza recostada de su hombro una vez que logré entrar en calma.

- Es tan difícil, Mamá, siento como si todo se juntase – murmuro –, no puedo dejar de echar de menos a Papá y odio todo lo que Hugo me hizo, siento mucha rabia dentro – y volví a estallar en llanto, pero esta vez se me hizo mas fácil volver a la calma.

- ¿Crees que yo no le echo de menos? – dijo Mamá.

- Se que si..

- Si Cariño, echo tanto de menos a tu padre que muchas veces me cuesta seguir en pie, solo quienes han vivido una situación como la nuestra saben el dolor que se siente – notaba la tristeza en su voz pero también estaba llena de paz, lograba calmarme – extrañarlo es inevitable, será asi siempre – me aseguró – pero el sufrimiento es lo que nosotros podemos escoger.. y debemos seguir nuestras vidas, es lo que él habría querido.

Analice sus palabras, tenia muchísima razón. Mi padre no querría verme así, derrotada y dejando la vida pasar. Él era fans número uno de mi sonrisa y el sonido de mi risa, desde pequeña adoraba hacerme reír y a mi me encantaba que lo hiciera, tenia facilidad en hacerme sentir bien, querida y protegida, fui feliz siempre, tanto que no soy capaz de recordar ningún momento de tristeza a su lado.

Y aunque las cosas hubiesen cambiado yo no podía permitirme seguir asi, la solución estaba en mis manos y solo si deseaba salir del mundo gris donde estaba metida podía hacerlo con mi propia ayuda, por supuesto que la de mi madre y la de Ana contaban, muchas personas se preocupaban por mi pero lo demás estaba de mi parte. Debía hacerlo primeramente por mi y por ese Ángel que me protegía desde el Cielo.

- No puedes vivir con rencor Vega – también dijo - perdona a Hugo, aunque nada justifique lo que hizo tienes que saber que es la mejor manera de sanar tu corazón.

Y también tuve que contarle de Dylan, porque gracias a él mi vida se había convertido en un torbellino de emociones revolucionadas, él me había hecho cuestionar muchas cosas con tan solo decirme que le gustaba.

- Y tampoco puedes cerrarte a nuevas posibilidades – insistió una y otra vez – solo te pido que vayas con cuidado, pero no cuestiones tanto las cosas, tienes mucho derecho a ser feliz mi amor, y te lo mereces.

- Mama ¿Cómo lo haces? – la miré maravillada una vez me incorpore en el asiento.

- ¿el que? – sonrió y me contagió.

BELIEVE {pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora