Me Gusta

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Dos semanas habían pasado, en la cual, gracias a que tenían vacaciones, Jimin y Yoongi se la pasaron conversando y teniendo sesiones de sexo por toda la casa, ya que a diferencia de otras personas, en vez de salir, ellos preferían quedarse en casa durmiendo hasta tarde y viendo películas que jamás terminaban, ya que el deseo y la necesidad de sentir al otro eran mucho más fuertes.

Sin embargo, todo este tiempo juntos no había sido en vano, ya que Jimin había ganado algo que deseaba hace mucho tiempo, y es que descubrió que cada vez que Yoongi tenía un orgasmo, como por arte de magia, aceptaba cualquier cosa sin rechistar, por lo que la última semana mientras hacían el amor en el cuarto, Jimin le hizo prometer que se presentaría ante sus amigos como Yoongi.

Al principio Jimin se llevó incontables insultos y golpes por parte de Yoongi cuando recobró "la conciencia", pero cuando ya se calmó le entró el pánico y se comió las uñas, para finalmente pasar a la etapa de la negación que la verdad le duró muy poco, ya que con otro orgasmo, cortesía de Jimin, volvió a prometer que se acercaría a los miembros de Bangtan como Yoongi.

Pero las vacaciones acabaron y por eso mismo ahora se encontraban en la sala de clases, esperando a que llegara la profesora y el día pasara rápido, aunque claro, la que acompañaba ahora a Jimin era Yoon Ji, ya que la estudiante seguía siendo una chica y no podía revelar su identidad.

— Hey~ — Saludó Taehyung, quién venía con su mochila cargada en el hombro derecho — ¿Cómo están?

— Bien — Respondieron Jimin y Yoon Ji al unísono.

— Mal amigo, te llamé más de treinta veces para que me fueras a ver a casa y no contestaste — Dijo Tae con un adorable puchero mientras empujaba con delicadeza el hombro de Jimin.

— Lo siento TaeTae, estaba... ocupado — Miró de soslayo a Yoon Ji — Podrías haber llamado a Jungkook.

— Eh~... no se me ocurrió — Dijo con un notable sonrojo mientras se volteaba y se sentaba frente a su mesa.

Y es que estaba nerviosísimo, desde el día de la fiesta no había vuelto a hablar con Jungkook, se sentía avergonzado y por mucho que quisiera negarlo le había gustado el beso que el menor le había dado.

Taehyung se había definido como hetero-curioso a la edad de quince años, cuando se sorprendió observando el trasero de Jimin en una de sus noches de juegos con la consola, pero claro, el hecho de que lo haya descubierto con Jimin era un secreto de Estado, incluso más confidencial que la fórmula secreta de la cangre-burguer, y no es que fuese un cobarde ni mucho menos, pero cuando creyó que sentía algo más por Jimin se imaginó besándolo como prueba, y definitivamente la idea trajo consigo una serie de arcadas, porque claro, Jimin era como su hermano y el incesto no pegaba para nada con Tae.

En fin, desde que descubrió su "casi bisexualidad" jamás había encontrado a alguien que le moviera el piso, claro está que sus ojos de vez en cuando se entretenían mirando a algún chico guapo, pero ninguno le llegó a gustar en el plano sentimental, o por lo menos hasta ahora.

Porque claro, tenía que llegar Jungkook y cagar lo poco que le quedaba de macho pecho peludo bolas de acero, su mente era un caos, porque lo que sospechó cuando sintió el cálido aliento del menor en su cuello en la primera misión, lo confirmó durante el beso que compartieron en la maldita fiesta.

Jungkook le gustaba.

Pero eso no era lo peor de todo, lo más terrible de toda esta situación es que por primera vez había sentido deseo sexual por un chico, y el que sea alguien que conoces desde hace años y que creías un idiota no ayuda mucho a su salud mental.

Pero bueno, Taehyung no era ningún idiota, es más, era un auténtico genio, por lo que su mente comenzó a cavilar miles de posibilidades de lo que podría pasar una vez que se volvieran a ver, aunque dos de ellas eran las que tenían más posibilidades de suceder.

Una chica llamada Min Yoon Ji | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora