Capitulo 32

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-Te necesito.

-Nick. -Soltó en forma de suplica.
-Te necesito. -Repitió. Se acercó a él y se sentó a su lado. -Más cerca. -Estiró sus brazos para envolverla en ellos. - ¿Me quieres?
-¿Lo dudas?
-No, solo me gusta oírlo.
-Te quiero con todo mi alma.
-Te quiero de la misma forma pero agrega mi corazón, te quiero demasiado... ¿____?. -La nombró. Levantó su cabeza y lo miró a los ojos. Sintió dolor al verlo lastimado y saber que era su culpa. -Nada, olvídalo.
-¿Qué sucede?
-Yo quisiera, deseo, quiero decir me gustaría. -Ella arqueó una ceja. -No puedo.
Se arrimó a sus labios y comenzó a jugar con ellos. Los rozaba, se alejaba, volvía a acercarse, amaba sentir el aroma de su novia, sentir sus nervios previos a cada beso, aun conseguía ponerla nerviosa. Sentir su respiración, que pasaba de tranquila y suave, a una acelerada, que deseaba lo mismo que él, sellar los sentimientos más profundos en una perfecta unión de sus labios.
Por cada segundo que pasaba el beso iba incrementando su intensidad, ya habían ido hasta ese punto, pero ambos presentían que estaban a punto de pasarlo.
Los dolores de Nick estaban desapareciendo, al menos por el momento, solo podía pensar en ella, en la mujer que amaba, por la que haría cualquier cosa.
Acomodó su cuerpo quedando ambos recostados de costado, le dolía pero no dejaría que __ se diera cuenta.
Sus manos comenzaron a vagar por su espalda, metiéndose por la remera, sintiendo un escalofrío al entrar en contacto directamente con su piel, era suave, tal como él la había imaginado.
Se separaron por un momento, en el cual Nicholas se quitó su remera. Ella nunca lo había visto así, sabía que tenía un cuerpo increíble, pero verlo era sencillamente magnifico, su novio era un hombre con todas las letras.
Volvió a besarla, ya sabían lo que iba a pasar si no se detenían y de alguna manera se sentía bien. Pero Nick dejó de verlo así, algo invadió en su cabeza, provocando que se separe de ella, casi bruscamente, dejándola sorprendida, y con un poco de curiosidad por su actitud.
-Lo siento. -Se echó boca arriba largando un extenso suspiro.
-¿Estás bien? -Se mantuvo sentada mirándolo.
-No.
-Puedo dejarte solo, si quieres.
-No, por favor, eso nunca. -Se volvió a sentar y la abrazó con fuerza. -¿Estás confundida, verdad?
-Un poco.
-Deseo hacer esto... Ya sabes, lo que iba a pasar entre nosotros, pero... -. ¿Pero qué? ¿Había algo malo con ella? pensó
-He estado pensando en este día hace un tiempo. -¿Por qué nunca se lo había planteado? -Quiero hacerlo, realmente es así, pero si hemos esperado todo este tiempo, podemos hacerlo un poco más.
-¿Es por mí? ¿Hice algo mal? -
-Quiero que sea especial, quiero que sea lo mejor para los dos y ¿sabes qué pasa si lo hacemos hoy?
-¿Qué?
-No será un lindo recuerdo, al menos no del todo.
-No lo entiendo. -
-Será recordado como el día que Tom me pegó y luego sucedió. Quiero que ese día el único recuerdo seamos tu y yo, nadie más, que el día sea perfecto de principio a fin y cada vez que sea recordado solo haya cosas hermosas, que no tenga ningún defecto. ¿Te parece tonto?
-Me parece que eres la mejor persona que habita este planeta. -Lo besó con cuidado. -eres asombroso y me cuesta creer que me quieras a mí.
-Ya no me digas nada. -La miró serio.
-¿Dije algo malo?
-No, es solo que haces que me enamore cada vez más. -Estiró su mano para acariciarlo y él soltó un leve quejido.
-¿Me dejas curarte eso? Por favor. -Asintió mientras ella se levantaba y salía, para volver un minuto después.
-¿Me va a doler? -Rió.
-Mucho. -Bromeó. Colocó alcohol en un poco de algodón.
-Cuidado. -Advirtió cuando se acercaba a su cara.
-No seas miedoso, no pasa nada.
Se encargó una por una de todas sus lastimaduras. Eran leves, pero a ella le preocupaban, no quería ver el rostro de Nick así.
-Estoy bien, en serio. -Adivinó sus pensamientos.
-Bien, ahora toma eso. -Le dio una pastilla y un vaso de agua.
-Gracias enfermera. -
-No es nada, señor. Si no me necesita más, me retiro. -Jugó.
-Sabe muy bien que eso no va a poder ser posible.
-Ya termine mi trabajo.
-No, aun no. Podría pasarme algo en medio de la noche, bueno, en medio de la mañana. -Eran las seis. -Usted debería quedarse a dormir conmigo.
-Ah, entiendo. ¿Quiere que lo cuide?
-Exacto. Si sé que esta acostada a mi lado, podré dormir tranquilo.
-Es mi trabajo así que... -Ambos soltaron una carcajada. -Necesito algo de ropa, no voy a dormir con esto. -Señaló su vestimenta.
-Fíjate en aquel cajón.
-¿Bóxer tuyo? ¿En serio?
-Tiene corazones, es lindo. -Se defendió él.
-Sí, ya hablaremos sobre los corazones color rosa en tu ropa interior. -Rió mientras se metía al baño. Salió con ellos puestos y una remera que le quedaba enorme de una banda que Nick amaba.
-Te ves hermosa.
-¿Con esta ropa? Sí, me imagino. -Ironizó.
-Con cualquier cosa. -Volvieron a reír mientras se metía entre las sabanas.
-¿Tenemos un horario para despertar?
-No lo creo, dudo que Joe y Hanna nos necesiten.
-Ni me lo recuerdes, están durmiendo en mi cama, espero que solo duerman.
-Confía en tu amiga.
-Imposible. ¿Confías en Joe?
-No. -No podían dejar de reírse. Amaban, reír juntos.
-Prefiero cerrar mis ojos y ya no pensar en eso. -Besó sus labios, se dio vuelta dándole la espalda. Nick la rodeó con sus brazos y apoyo su cabeza muy cerca de su cuello.
-¿Te molesto?
-Al contrario. -Se pegó más a su cuerpo.
-Hasta mañana hermosa.

[Look At Me] Nick y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora